Fuente: BruceBlaus.
¿Qué es la sinusitis?
En el cráneo tenemos grandes agujeros ocupados por aire que ayudan a aligerar el peso del macizo facial y a favorecer su ventilación, junto a la nariz. Estos agujeros se denominan senos paranasales.
Llamamos sinusitis a la inflamación de la mucosa de los senos paranasales con obstrucción de la ventilación y su drenaje. Esta obstrucción hace que los distintos senos paranasales se ocupen por secreciones mucosas que acaban infectándose en un porcentaje muy amplio.¿Cuál es su causa?
Cualquier causa inflamatoria o infecciosa bien sea por virus o por bacterias, va a generar una congestión de la mucosa nasal.
¿Se puede prevenir?
Mantener una nariz limpia, libre de secreciones y evitar el acúmulo de mucosidad pueden ayudar a prevenir las sinusitis.
Por otro lado, si tenemos alguna alteración anatómica como la tan frecuente desviación del tabique nasal o pólipos nasosinusales, aumenta la frecuencia de sinusitis. Por ello en este tipo de pacientes aconsejamos la corrección quirúrgica de los mismos
¿Cuál es la población de riesgo?
Asmáticos y pacientes con rinitis alérgica son una población que habitualmente padece sinusitis de repetición. Del mismo modo, los pacientes que padecen poliposis nasosinusal, por la obstrucción que éstos producen, suelen tener gran acúmulo de mucosidad en los senos paranasales, con la infección resultante de ellos.
Ancianos, niños con hipertrofia adenoidea (las clásicas vegetaciones), pacientes con problemas de inmunidad (inmunodeprimidos) pueden sufrir más episodios de sinusitis que la población general.
También pacientes con algún tipo de medicación que genere más sequedad de lo normal, como ansiolíticos y algún tipo de antidepresivos pueden fomentar de algún modo la retención de secreciones en los senos paranasales.
¿Cuáles son los síntomas?
El dolor de cabeza es uno de los síntomas característicos de esta infección.
Es un dolor de cabeza muy localizado en los senos paranasales: en el seno frontal (encima de ambas cejas), en el seno etmoidal (entre ambos ojos) y en los senos maxilares (encima de la arcada dentaria).
Los pacientes tienen un dolor constante pero que aumenta si se agachan, tosen, estornudan o realizan algún tipo de esfuerzo.
Además, suelen tener asociados los clásicos síntomas catarrales con gran congestión, fiebre, pérdida o disminución del olfato y gran secreción nasal espesa.
Entrevista realizada por Lic. Rosalie Orens
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Agradecemos la colaboración de:
Dr. Eduardo Martín Sánz
Unidad Otorrinolaringología IMI
Profesor Asociado Universidad
Europea de Madrid
Toledo
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