Creo que la respuesta a esta pregunta, paradójicamente, es una de las grandes causas de sufrimiento. Afirmar que para ser feliz no deberíamos experimentar ningún tipo de sufrimiento es la respuesta más normal de todas, sin embargo, ¿conoces a alguien que no sufra en su vida?
La sociedad en la que vivimos es la sociedad del “ya” y “lo fácil”:, “¿quieres un nuevo móvil? lo tienes; ¿no puedes pagar? te financiamos y te damos los 300€ primeros gratis”; “¿estás triste? ¡vámonos de compras, ya verás cómo se te pasa!” Quizá un ejemplo más cercano sea cuando escribimos a alguien al móvil, si no nos responde YA es porque algo le pasa, quizá se haya enfadado con nosotros o alguna otra desgracia…
Este ritmo acelerado de vida con el que no acabamos de plantearnos nuevos objetivos ni de de acabar los que ya teníamos nos produce sentimientos como insatisfacción, tristeza, rabia…y finalmente sufrimiento. Entonces, comienzas a hacerte preguntas “¿por qué no puedo ser feliz? ¿por qué no disfruto de lo que tengo? ¿qué me falta si lo tengo todo?”.
Lo que nos falta es vivir en el aquí y ahora, nos falta conectar con nuestros sentimientos, pensamientos y necesidades. No dejamos de pensar en cosas futuras, de ganar para comprar, de hacer ahora para tener luego.
En terapia aprendes a hablar de tus sentimientos y pensamientos en el momento actual, además de conocer cómo expresarlos a través del lenguaje. El lenguaje es una herramienta importante, pues modula en gran medida lo que sentimos y pensamos sobre nosotros mismos y los demás:
“Hoy no he hecho nada, sólo he limpiado la casa, he planchado, he hecho la comida y he llamado a unas cuantas ofertas de empleo que tenía por ahí apuntadas.”
¿Cómo creéis que se siente la persona que dice esta frase? ¿qué creéis que piensa de sí misma?
“Hoy he hecho muchas cosas, he limpiado la casa, he planchado y además de hacer la comida he sacado tiempo para llamar a algunas ofertas de empleo que tenía pendientes.”
¿Qué tal ahora? ¿Tiene menos carga emocional esta frase? ¿nos produce menos sentimientos y pensamientos de malestar?
“La mayoría de personas tienen miedo de volver a sí mismas, porque temen enfrentarse al dolor que hay en su interior.” Thich Nat Hanh
Aceptarnos y aceptar nuestros sentimientos y pensamientos como algo normal, como algo que no nos define, nos permite liberar sufrimiento, dejas de luchar contra ellos y puedes mirar hacia delante. Además, a través de la acción puedes descubrir aquellas situaciones con las que te sientes más cómodo y acorde a tus valores, sientes que lo que has hecho está bien y no vuelves sobre ello para ver si has fallado en algo.
Todo esto exige un compromiso, pues la evitación de las situaciones que nos resultan dolorosas no nos traen más que sufrimiento, ya que se convierten en temas no resueltos que no dejan de rondarnos por la cabeza. Aquí es donde se encuentra el origen del sufrimiento psicológico según la Terapia de Aceptación y Compromiso (Hayes), en la evitación experiencial (todas aquellas acciones que ponemos en marcha para evitar personas, sentimientos, pensamientos o recuerdos que son vividos como negativos), entramos en una lucha por evitar rozar todas esas situaciones y nos castigamos con mensajes negativos cuando no lo logramos.
“Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior.” Frida Kahlo
-Alguna recomendación:
Intenta no incluir mensajes que minusvaloren lo que has hecho en tu día, r
econoce todo aquello que has logrado por mínimo que parezca.
Piensa en alguna situación en la que te hayas sentido a gusto una vez que has actuado, ¿por qué te sentiste tan bien? Recoge el motivo y aplícalo a otras situaciones que evites.
¡ÁNIMO Y CONSTANCIA!
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