10 tomates maduros medianos
125g de almendras tostadas peladas
125g de avellanas tostadas
1 cebolla grande
1 cabeza de ajos mediana
1/5l de aceite de oliva extra virgen
1 ñora (pimiento choricero)
vinagre y sal al gusto (marina y sin refinar)
Asar en el grill del horno los tomates, la cebolla y la cabeza de ajos. Cuando estén listos ponerlo en un recipiente, añadir las almendras, las avellanas, la pulpa de la ñora (pimiento choricero), el aceite, el vinagre y sal al gusto. Triturar con la batidora hasta que quede una consistencia cremosa. Recomiendo comprar los frutos secos crudos y tostarlos ligeamente nosotros mismos, de esta manera se mantienen mucho mejor sus propiedades nutrititvas.
Como veis es una receta sencilla y rápida. El romesco se utiliza como salsa para los “calçots”, una variedad de cebolla tardía, típicas de Catalunya, que se asan a fuego vivo. También se puede utilizar como aderezo de ensaladas, marisco o bivalvos cocidos, también le va muy bien a la sepia o calamares a la plancha.
Es una salsa rica en calorías pero que no supone ningún problema si estamos llevando una alimentación equilibrada, incluso hasta en dietas de control de peso la podemos utilizar siempre y cuando esté muy bien balanceada y no sea muy alta en carbohidratos, como los cereales o las legumbres.
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Siempre será mejor opción no utilizar sal en las comidas pero si aún así optamos por hacerlo, la mejor elección es la sal sin refinar. Esta sal no solo contiene cloruro sódico, que es el contenido principal de la sal, sino que además contiene oligoelementos presentes en el agua marina, al menos no ingerimos los aditivos que contiene la sal de mesa común.
Las almendras son un alimento muy saludable. Son ricas en proteínas, grasas monoinsaturadas (buenas) y vitamina E, siendo una de las principales fuentes de esta vitamina. También son ricas en calcio, magnesio, fósforo y zinc, vitamina A, B1, B2 y B9 (ácido fólico).
Las avellanas también contienen proteínas y grasas mono y poliinsaturadas (buenas), altos niveles de calcio, fósforo, magnesio, potasio y hierro, elevado contenido de vitamina E y un significativo contenido en vitaminas B1, B2, B3, B6 y B9.
Ambos frutos secos contienen fibra soluble por lo que aportan un beneficio a nuestro intestino.
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