Existe una zona de confort demasiado dura en el ser humano: Cómo te defines a ti mismo que eres. Se tienen procesos mentales que te hacen pensar que hay obstáculos demasiado grandes para ti. Lo que tú crees lo creas porque lo vives con una certeza incuestionable. Y lo peor no es lo que creemos o creamos, sino lo que “tapamos”. Nosotros mismos nos ponemos trabas, pensamos que no podemos, y no se nos ocurre buscar en nuestro interior.
Todos tenemos lo que se llama “personajes dormidos”. En las distintas dimensiones del ser humano aparecen cosas muy hermosas y cosas muy feas que son muy difíciles de ver. Una forma fácil de reconocerlas es a través de la mitología. Y lo importante de reconocer algo es que es la forma de poderlo cambiar.
El ser humano tiene un único oponente: su propio ego. El ego es ceguera, y ha causado más violencia y muertes que todas las guerras juntas.
Este me parece un gran titular:
Según estudios de la universidad de Harvard, entre el 60 y el 80% de las enfermedades que padecemos en el mundo occidental, tienen una relación directa con el mundo emocional.
El que verdaderamente cura las enfermedades es el organismo. La omeostasis se encarga de todo lo que tiene que ver con la protección del organismo, la vitalidad y la regeneración de los tejidos. Uno de los factores más importantes para la regeneración del tejido cerebral, para tener una buena memoria o para aprender deprisa, se llama BDNF (son neurotransmisores). Una de las fuentes más importantes de BDNF está en el tubo digestivo. Puedes tener problemas de memoria por problemas del tubo digestivo. La hormona más importante para mantenerse sereno, tranquilo y feliz en la vida es la serotonina. Y el 90% de la serotonina la fabrica el tubo digestivo, que tiene 500 millones de neuronas (5 veces más que la médula espinal). Cuando una persona se siente tensa, asustada, preocupada, el sistema de alarma del cuerpo genera daños en distintos lugares, y uno de ellos es el tubo digestivo. Esto hace que baje la serotonina y el sistema inmune.
Los últimos descubrimientos demuestran que cuando nos sentimos queridos, acogidos y valorados, se produce una activación del sistema vagal y el tubo digestivo mejora. El ser humano es un ser de encuentro, y cuando tú te sientes querido, valorado, acogido, los 60 trillones de células lo notan y mejoran. De ahí la importancia del concepto de medicina holística que valora y respeta el impacto del cuerpo.
Además del cerebro con sus 100 mil millones de neuronas, está el cerebro del corazón que tiene 40 mil neuronas, pero el campo magnético que produce es 5.000 veces más potente que el del cerebro. ¿Sabías que emitimos un cambio electromagnético a 3 metros de distancia? Los demás sienten si nuestro corazón está en paz o en guerra. Cuando el cerebro, el corazón y el tubo digestivo se sincronizan, cambia radicalmente el funcionamiento del cerebro.
Es normal que nos guste la seguridad, el estatus, el reconocimiento, la valoración, que nos acojan, pero no nos podemos quedar ahí. El verdadero crecimiento, la verdadera magia y e evolución de un ser humano, es cuando abraza la aventura, cuando ve en la incertidumbre no un peligro sino una oportunidad, cuando se ocupa (no solo se preocupa) en crecer por dentro, y cuando en su vida es una prioridad añadir valor a la vida de los demás.
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