En primer lugar es importante identificar lugares seguros tanto dentro como fuera de los hogares y edificios. En la web de protección civil tenéis datos sobre lo que hay que hacer ante un terremoto,de forma oficial.
¿Qué quiere decir buscar un sitio seguro?
Bajo un mueble sólido, como un escritorio o mesa pesada.
Contra una pared interior.
Lejos de cualquier vidrio o material que pueda romperse con facilidad (como las ventanas, espejos, cuadros) o de los estantes para libros pesados u otros muebles pesados que se podrían caer.
En el exterior, lejos de edificios, árboles, teléfono y líneas eléctricas, pasos elevados, o autopistas elevadas.
Alejarse de balcones, chimeneas, aleros y tejados.
Vigilar las instalaciones que podrían romperse con el terremoto y ocasionar graves problemas como la instalación del gas o electricidad.
Llevar linternas encima y evitar el uso de objetos que puedan ser inflamables o provocar un incendio como las velas.
Es decir, si cuando se da el terremoto estamos en un espacio cerrado debemos buscar el muro de carga (la pared gruesa) y refugiarnos junto a esta. Si estamos en el exterior debemos alejarnos de todo aquello que pueda ceder o caer.
Hay que ir con mucho cuidado con los ascensores y mejor no cojerlos porque muchas veces no sólo se desploman sino que pueden quedarse parados y estaríamos cerrados allí. Las escaleras suelen ser la parte más débil de las casas así que hay que ir con mucho cuidado con ellas.
En caso de ir en coche nunca debemos detenernos en puentes ni espacios que puedan derrumbarse.
Y si estamos cerca de la playa hay que vigilar con los tsunamis, es decir, alejarnos de la costa por posibles réplicas en el mar.
Evitar el uso del teléfono y el coche. Debemos salir de las líneas telefónicas y las carreteras para no obstaculizar los servicios de ayuda.