El baño de bosque es una técnica japonesa muy nutritiva por los beneficios que produce el contacto con la naturaleza. Esta técnica recibe el nombre Shinrin Yoku. Especialmente en la era actual, cuando el asfalto parece que forma parte más de nuestra rutina cotidiana que los espacios verdes, los bosques se convierten en esa fuente de salud inagotable. Tanto es así que de esta rutina nace la bonita metáfora de darnos un relajante baño de bosque.
Se trata de una disciplina integral que mejora tu ánimo desde el punto de vista cuerpo y mente. Aunque no tengas un bosque cerca de tu casa, no te preocupes. Porque puedes darte un buen baño de naturaleza en un parque o en el jardín. ¿Cuáles son los beneficios de estos baños?
1. Respirar aire puro
Es una buena rutina la de sentir cómo tu organismo se renueva por completo cuando respiras el aire puro de la naturaleza en una zona con un bajo nivel de contaminación.
2. Atención consciente
Para que este baño sea realmente terapéutico no es suficiente con empaparte de la esencia del bosque, sino que es fundamental que pongas conciencia y atención en aquello que haces, despierta tus sentidos. Por ejemplo, siente cómo la brisa acaricia tu rostro, escucha el sonido del canto de los pájaros, observa los colores del paisaje en cada estación, aprecia el aroma de las plantas, siente el suelo firme bajo tus pies y tú formando parte de ese todo con el que te fundes de una forma integral. Es decir, siéntete parte del bosque en su totalidad.
3. Una experiencia espiritual
De este modo, detrás de esta rutina existe una espiritualidad que te permite conectar con la ecología verde de recordar que tú eres parte del ecosistema natural. Tú formas parte de ese todo, como una realidad trascendente. Es decir, el contacto con el bosque te ayuda a desarrollar tu lado más natural.
4. Refugio antiestrés
En un mundo que a veces nos hace quedar encerrados en las preocupaciones cotidianas, el bosque se convierte en tu dulce hogar, es decir, en un refugio frente al estrés cotidiano. Te permite experimentar emociones agradables de bienestar. Algo muy importante porque son muchos los tipos de estrés que podemos padecer en la era moderna, por ejemplo, el estrés tecnológico tan propio de la era actual marcada por la dependencia del teléfono móvil y las redes sociales.
5. Emociones estéticas del contacto con la naturaleza
Por medio de la contemplación de la belleza del bosque, puedes renovar tu mirada al observar el entorno que te rodea. Puedes observar la belleza natural que con tanta frecuencia pasa desapercibida ante tus ojos. Se trata de estar y sentir en el presente. Existe un ejercicio muy sencillo que puedes hacer durante un baño de bosque. Por ejemplo, dar un abrazo a un árbol, conectar con el equilibrio verde de la vida del campo y poner en práctica la filosofía slow.