Ansiedad: Importante término en Psicología
Por mi experiencia profesional, son numerosos (una gran mayoría) los que acuden a consulta aquejándose de sufrir de Ansiedad en Málaga (“vengo porque tengo Ansiedad, para que me la cure”)… Me gustaría comenzar este artículo citando qué dice la Real Academia de la lengua Española sobre éste término:
(Del lat. anxiĕtas, -ātis). 1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. 2. f. Med. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.
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La ansiedad va más allá de esa definición. Es una emoción, que experimenta de forma natural el Ser Humano ante una situación que percibe como amenazante y en la que corre peligro (en cierto modo) su vida, manifestando las correspondientes respuestas fisiológicas para poder reaccionar de modo efectivo. Por lo tanto, la Ansiedad, es una emoción “sana” y necesaria para afrontar, evitar y/o escapar de éste. Ésta, nos prepara para afrontar o escapar ante un peligro percibido. ¡No mata!. Ante ese peligro, se manifiestan una cadena de respuestas fisiológicas (sensación de ahogo (respiración), taquicardia,…. y numerosas “somatizaciones” como rigidez muscular… (y otras como problemas digestivos, sensaciones similares a un inminente ataque cardíaco…)… Hasta el momento, esto es normal… Son reacciones lógicas ante una situación de “miedo”, de “peligro inminente”, que nos preparan para reaccionar ante tal peligro. Estando relajados, ante una situación de “emergencia”, nos cuesta más reaccionar que si estamos “preparados” (“Predispuestos”, con el ritmo cardíaco acelerado, la respiración entrecortada, rigidez muscular…)…., y esa predisposición, en términos fisiológicos, se traduce en, un ritmo cardíaco, tensión muscular, respiración…. de acorde con una situación de escape o afrontamiento ante al peligro. Por lo que hasta aquí… “lógico y normal”.
El problema, entre otros, viene cuando no hay peligro “lógico” y se manifiesta dicha sintomatología fisiológica (Trastorno de Ansiedad). Se perciben una serie de síntomas “novedosos”, que se perciben, no como respuesta ante un peligro externo inminente y consciente (real), sino ante situaciones diversas sin explicación “lógica” (por no percibirse a nivel consciente como amenazantes). La preocupación de sentir tales síntomas, sin poder darles una explicación “racional”, nos hace pensar que se trata de un problema físico, por lo que se acaba acudiendo a médicos con la finalidad de que den “racionalidad”, con una patología física a esos síntomas (y a ser posible, una pastillita que me solucione el problema…). Sin Diagnóstico médico manifiesto (porque no lo hay), es decir, estando Sano del corazón, respiración…. y/o con el consejo del médico, acaba uno planteándose que pudiera tratarse de algo que es provocado por su mente…. y es cuando toma su papel “curativo” la psicología.
Los fármacos (Ansiolíticos y demás) consiguen un efecto de “alivio”, pero “no curativo”, por lo que es necesario el tratamiento psicológico para su exterminación. Añadamos a lo comentado la cadena cíclica producida por las propias preocupaciones que producen los síntomas de esa “ansiedad irracional”. es decir, preocuparse por(miedo a…) síntomas fisiológicos manifiestos que, por sí mismos exponen a un peligro inminente y que desembocan en más “ansiedad” (partiendo de la base de que no nos va a comer un león que está ante nosotros, es decir, “Irracional e Ilógico” en esa situación…). Por lo que se ve necesario el conocer el origen y mantenimiento de ese erróneo ciclo, con una plausible predisposición psicológica. Por mi experiencia profesional, desde la primera consulta de la Terapia Psicológica, el paciente experimenta una (muy considerable) disminución de sus niveles de ansiedad, por lo que, parece demostrar que el factor “psicológico” es primordial en los Trastornos de Ansiedad, restándole importancia (que no se la suprimo de forma absoluta…) al factor genético.