Alguna vez todos hemos escuchado la palabra estreñimiento y para muchos ha sido habitual familiarizarse con ella, pues aunque cada organismo es diferente y desarrolla un régimen regular de evacuaciones que cree apropiado, lo saludable es defecar sin problemas un mínimo de dos veces al día.
Si eres una persona estreñida, sin duda has llegado al artículo ideal, hemos desarrollado para ti toda la información necesaria para mejorar tus evacuaciones y lograr que sean normales o serenas, olvidando la excreción dura, seca y dolorosa de la constipación. Lo primordial será estar al tanto de qué es, sus síntomas y cómo curarlo, y así mejorar indiscutiblemente tu salud.
¿Qué es el estreñimiento?
No es más que una alteración o variación que se produce en el intestino cuando este órgano retiene gran cantidad de agua, causando así el endurecimiento de las heces, lo que produce evacuaciones poco regulares y con esfuerzo.
Este padecimiento ocasiona en el individuo una difícil expulsión de los desechos alojados en el cuerpo, transformando el proceso de defecación de una manera molestosa y quejosa de la que deseamos rápidamente escapar.
También es conocido como estiptiquez, constipación, astricción, etc.
Síntomas del Estreñimiento
Es importante conocer la descripción de los síntomas, pues de ello depende su diagnóstico. Tomemos en cuenta que el estreñimiento no solo viene de la mano con evacuaciones difíciles, sino también se puede presentar síntomas como:
Hinchazón.
Distensión.
Dolor abdominal.
Dolores de cabeza.
Sensación de fatiga.
Agotamiento nervioso.
Sensación de vaciamiento incompleto.
Causas principales del Estreñimiento
Indudablemente, su causa principal se atribuye a la mala alimentación. Al ingerir sobre todo alimentos muy bajos en fibra, sumado al sedentarismo y al no beber agua en abundante cantidad, sin duda hemos de retrasar la evacuación.
También se puede presentar durante el embarazo, por la ingesta de algunos medicamentos que pueden retardar el movimiento de alimentos en el intestino.
En casos de personas de edad avanzada, es común que por la inmovilidad o el resultado de una escasa deambulación lo padezcan. Sin embargo, la lista de causas no acaba en estos pocos casos, también algunas enfermedades pueden provocar estreñimiento, tales como:
El cáncer de colon.
El síndrome del intestino irritable.
Intolerancia al gluten.
El hipotiroidismo, entre otras.
Remedios naturales para curar el estreñimiento
Si sufres este mal y el momento de ir al baño no es para ti nada agradable, toma en cuenta estos trucos que a continuación detallamos, son completamente naturales y fáciles de realizar. Sin duda, transformarán ese molesto momento de indisposición en unos minutos de calma y serenidad.
Jugo de Sábila (Aloe Vera) para el estreñimiento
Gracias a sus propiedades laxantes, tomar sábila facilita la expulsión de los desechos. Preparar este jugo de Aloe Vera es realmente fácil, solo debes tomar la penca de la planta, desechar su cubierta y la parte espinosa hasta obtener el cristal con su gel. Licua dicho gel unido (si deseas) a un zumo de limón, naranja o toronja para un excelente sabor. Luego, refrigera y toma diariamente 3 onzas de este en ayunas. Su resultado es increíble.
Té verde para el estreñimiento
El té verde es ideal para promover la buena digestión, reducir los gases, limpiar naturalmente el colon y la pesadez estomacal. Por ello, se considera un excelente aliado para prevenir o combatir la estiptiquez. Se puede adquirir té verde en cualquier casa naturista, farmacia o tienda de supermercado. Se consume en infusión, no abusando de la cantidad en nuestro hábito diario.
Avena para el estreñimiento
Si padeces este mal, definitivamente incluye la avena en tu práctica alimenticia. Este tradicional cereal goza de vitaminas, carbohidratos, minerales y un rico contenido de fibra, que nos ayuda a procesar la digestión de forma más sana y evita cabalmente la constipación. Es una magnífica idea desayunar con avena cocida, incluirla en nuestros batidos con leche, o simplemente hacer agua de avena. Tómala una vez al día y no querrás olvidarla jamás.
Linaza para el estreñimiento
La semilla de lino al igual que la avena, se caracteriza por poseer un alto contenido de fibra, además de ácidos grasos omega 3. La linaza asienta propiedades laxantes muy ligeras que alcanzan la mejora de los movimientos intestinales, y de ese modo poder evacuar los remanentes que nuestro organismo conserva. Basta con colocar en remojo una cucharada de semillas de lino en un vaso de agua, y dejarlas reposar allí toda la noche. A la mañana siguiente en ayunas, bebe de ella y ciertamente mejorarás.
Aceite de oliva y limón para el estreñimiento
Fácilmente puedes elaborar un sutil laxante en casa totalmente natural. Solo debes hervir una taza de agua y en ella diluir el jugo de un limón, y por último, agrégale la cucharada de aceite de oliva. Una vez realizado tu remedio, bébelo todas las mañanas antes de ingerir cualquier alimento. El limón y el aceite de oliva trabajarán eficazmente en tu intestino y lo limpiarán, abriendo las puertas a que podamos evacuar con mayor regularidad.
Vinagre de manzana y miel para el estreñimiento
Otro remedio nada complicado y fácil de preparar (que al igual que el aceite de oliva y limón trabaja como un laxante leve) es la unión de una cucharadita de vinagre de sidra de manzana y de una cucharadita de miel de abejas en un vaso de agua. Tan simple como diluir ambos ingredientes e ingerirlos continuamente tres veces al día. Notarás prontamente la mejora en tu problema de estitiquez.
Medidas que pueden proporcionar alivio contra el estreñimiento
Una dieta basada principalmente en fibra vegetal. Intenta consumir varias veces en el día frutas y verduras con alto contenido de fibra, como por ejemplo: plátanos, manzanas, ciruelas, lechugas, zanahorias, espinacas, espárragos y legumbres. Recuerda que una dieta pobre en fibra es la principal causa de estreñimiento.
Consume como mínimo 1,5 litros de líquido al día. Los líquidos nos ayudarán a desintoxicar el cuerpo además de hidratarlo. Primordialmente el agua, cuya función es limpiar el organismo. Así que trázate esa meta y transporta contigo tu recipiente de agua a todas partes y consúmela.
Trata de no saltarte continuamente las horas de las comidas, y una vez que te encuentres comiendo, hazlo despacio y masticando bien.
Cuando sientas la necesidad de ir al baño, acude inmediatamente a evacuar. Si reprimes las ganas, luego tendrás que pasar nuevamente por el proceso doloroso de expulsión.
Si el momento llegó, tómate tú tiempo. Trata de hacerlo con tranquilidad y sin apuros, Sin forzar la defecación si no la sientes y no hay deseo.
Ejercítate. El movimiento físico de forma regular te ayudará.
Usa los laxantes como último recurso. The post appeared first on saludesposible.com.