La intensidad del dolor la definirá como leve, moderada o grave. La dismenorrea se produce con mayor frecuencia en mujeres jóvenes, siendo el síntoma ginecológico mas frecuente en estas. En la mayoría de las ocasiones es esencial y en muchos casos desaparece tras el primer parto.
Por que se produce el dolor de vientre
Aunque existen dificultades para conocer la incidencia real de la dismenorrea debido a las diferentes creencias socioculturales y al umbral del dolor variable según cada mujer, en España su incidencia estimada es del 14 % (en algunos estudios se estima que puede afectar hasta al 50 % de las mujeres que menstrúan). Debe recordarse que la dismenorrea tiene una gran repercusión sociolaboral, dada su influencia en la calidad de vida
Síntomas del dolor pélvico
La dismenorrea primaria comienza a los 15-18 anos, con el inicio de los ciclos ovulatorios. Factores de riesgo conocidos son los antecedentes familiares y la menarquia antes de los 13 anos. El dolor, de tipo cólico, suele aparecer el primer día de menstruación, dura uno o dos días y disminuye posteriormente. El flujo menstrual suele presentarse en cantidad normal, aunque se ha observado que la duración y la cantidad del sangrado pueden relacionarse con la gravedad del cuadro.
En cambio, el dolor de vientre secundaria aparece después de los 20 anos y suele estar causada por endometriosis. El dolor, continuo, aparece el primer día de menstruación, aumentando de intensidad los días sucesivos. Puede asociarse a otros síntomas como dolor pélvico crónico, dispareunia o incluso disquecia o disuria en casos de endometriosis profunda. La cantidad de flujo menstrual suele estar aumentada.
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Recomendación
El tratamiento puede basarse en antiinflamatorios no esteroideos, con efecto analgésico al inhibir la síntesis de prostaglandinas. Reducen el volumen de sangrado, siendo los derivados del acido propionico (ibuprofeno, naproxeno, ketoprofeno) y de los fenamatos (acido mefenamico y niflumico) los mas efectivos, sin diferencia entre ellos. El 80 % de las pacientes experimentan mejoría sintomática, siendo la eficacia mayor si se toman antes de aparecer la sintomatología. Los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 no están indicados.
Los anticonceptivos hormonales son el tratamiento de elección para mujeres con deseo de anticoncepción. Actúan disminuyendo la producción de prostaglandinas debido a la anovulación y a la hipotrofia endometrial. Los anticonceptivos hormonales intravaginales y transdermicos también son efectivos. Otras opciones son el implante subcutáneo de etonogestrel o el dispositivo intrauterino con levonorgestrel, que deben emplearse en dismenorreas graves y rebeldes al tratamiento. El 90 % de pacientes responden a los anticonceptivos hormonales, que deben administrarse durante 3-4 meses para evidenciar eficacia.
Se consideran terapias alternativas los progestagenos en segunda fase del ciclo, empleados fundamentalmente en mujeres con ciclos irregulares, la neuroestimulacion de alta frecuencia (estimulacion de la piel a varias frecuencias e intensidades para disminuir la percepción del dolor), la acupuntura, el calor local, los complementos dietéticos como vitamina B1, magnesio o ácido graso omega-3, los tocoliticos como espasmolíticos, antagonistas del calcio o betamimeticos y la neurectomia presacra o sección de ligamentos uterosacros.
Dolor pélvico agudo
El dolor de vientre agudo es aquel localizado a nivel de abdomen inferior, pelvis o estructuras intrapelvianas. Se trata de un tipo de dolor de intensidad y características variables, debido a que puede estar causado por una amplia variedad de procesos orgánicos. En mujeres corresponde a un 85 % aproximadamente de la consulta de urgencias.
Como se que tengo dolor pélvico agudo
El dolor pélvico agudo es aquel localizado a nivel de abdomen inferior, pelvis o estructuras intrapelvianas. Se trata de un tipo de dolor de intensidad y características variables, debido a que puede estar causado por una amplia variedad de procesos orgánicos. En mujeres corresponde a un 85 % aproximadamente de la consulta de urgencias.
En el proceso diagnostico del dolor pélvico agudo, sus características y localización serán determinantes para sospechar su origen (ginecológico, urológico, musculoesqueletico, gastrointestinal, vascular, etc.), para lo que será necesario realizar una adecuada anamnesis y exploración física. Según su localización y características, si existe la sospecha de que el dolor es de causa ginecológica, se deben tener en cuenta los posibles diagnósticos diferenciales acordes a la edad de la paciente. Las causas ginecológicas mas frecuentes son:
Prepúberes: himen imperforado, patología anexial.
Postmenárquicas: dismenorrea, patología anexial, síndrome de hiperestimulacion ovárica en mujeres en tratamiento de técnicas de reproducción asistida, enfermedad pélvica inflamatoria, endometriosis, etc.
Postmenopáusicas: tumoraciones, torsiones anexiales. En cualquier caso, en el diagnostico de una paciente con dolor pélvico agudo, lo mas importante debe ser descartar la existencia de una patología y de un estado agudo y critico que precisen una intervención quirúrgica urgente. Ante la consulta de una paciente postmenarquica cuyo síntoma principal sea el dolor pélvico agudo, una de las primeras medidas debe ser la de descartar una gestación.
Recomendaciones
Si tras realizar la exploración física y las ecografías se establece la sospecha de patología ginecológica, se deberá valorar la indicación únicamente de tratamiento conservador analgésico, de acuerdo al estado general de la paciente y la patología sospechada (tratamiento de acuerdo a los hallazgos). Si el estado de la paciente no es estable, se produce un empeoramiento o el estado general es crítico se deberá valorar la realización de una laparoscopia o una laparotomía exploradora. En caso de descartar patología ginecológica tras las exploraciones físicas y complementarias iniciales será conveniente remitir a la paciente para ser valorada por otros especialistas de acuerdo a la sospecha diagnóstica establecida.
Dolor pélvico crónico
El dolor de vientre crónico (DPC) se define como dolor infraumbilical intermitente o continuo, que esta presente durante al menos 6 meses y que ocasiona un deterioro funcional o limita las actividades de la vida diaria. Puede presentarse solo o asociado a otros síntomas como dispareunia, disquecia, disuria, o dismenorrea. Su prevalencia es de un 2,1-24 % en la población general. Su origen puede ser, por orden de frecuencia: gastrointestinal, urológico, ginecológico, neuromuscular o psicológico, o de causa desconocida. En este sentido, se denomina síndrome de dolor pélvico cuando se asocian síntomas sugestivos de las vías urinarias inferiores, sexual, intestinal o ginecológico, no existiendo prueba de infección u otra patología obvia.
Síntomas del dolor de vientre crónico
Las pacientes con dolor en el vientre crónico suelen presentar síntomas propios o de otro sistema distinto al que se atribuye el origen del dolor, de forma que se puede dificultar el enfoque diagnostico correcto. Los síntomas presentes en el DPC son gastrointestinales o urológicos en el 50 % de los casos; un 81 % de las mujeres con DPC presenta dismenorrea y el 41 % dispareunia. Por esta razón, las pacientes deben ser evaluadas de forma meticulosa y a ser posible multidisciplinar.
Tratamiento y consejos
El problema es el dolor (constituyendo por si mismo la entidad a tratar), que deteriora la calidad de vida, con elementos causales posibles o seguros, que no tienen por que tener otra relación entre si, mas que contribuir a generar dolor. Se debe tratar el dolor independientemente de que se conozca la causa (una vez descartados procesos orgánicos graves). Igualmente se deben tratar aquellos procesos identificables, así como el grado de ansiedad/depresión. El éxito terapéutico se medirá en función de la calidad de vida de la paciente.
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