He logrado bajar de peso
Yo pasé una buena parte de mi vida deseando ser más delgada, pero nunca tuve el valor de hacer algo al respecto hasta hace algunos años.
Yo subí de peso después de tener a cada uno de mis tres hijos, y mi último embarazo fue el peor. Cuando por fin tuve a mi hija, pesaba 83 kilos con mi escaso metro y medio de estatura. ¡Fue terrible! Por eso, adopté una dieta saludable y empecé a hacer ejercicio para poder bajar el exceso de peso.
Hoy en día, peso 27 kilos menos y estoy en mucho mejor forma física que cuando tenía 20 años. Soy más fuerte y más ágil, lo cual es una gran ventaja cuando se tiene tres hijos.
También estoy sana. Mis niveles de colesterol y glucosa en la sangre son normales, además de que no tengo dolor en la espalda ni en las rodillas. Y mi digestión no me da problemas. ¡Me siento de maravilla!
Se podría decir que he llegado a la meta, ¿cierto? Pero no.
Tengo sobrepeso y obesidad
A pesar de todos estos logros, mi cuerpo no es delgado. Aún tengo barriga y se me ven rollitos cuando estoy sentada. No tengo pómulos definidos y mucho menos el abdomen.
De hecho, hace poco me hice una medición del porcentaje de grasa corporal y estoy en 35%. Todos estos años de trabajo duro y sigo en la categoría de “sobrepeso y obesidad”. Algo me dice que debería deprimirme por esto.
Sin embargo, la verdad es que no me molesta saber que un examen me dijo que soy una enorme bola de grasa. Yo sé que estoy saludable y me siento de maravilla.
No me conforme con ser gorda
La realidad es que sí tengo un abdomen marcado, solo que está cubierto por una gruesa capa de grasa. Para ser honesta, no creo que algún día pueda deshacerme de toda la grasa para liberar mi abdomen. Es lo más probable.
Pero no significa que me conforme con ser gorda.
En primer lugar, aunque el examen de la grasa corporal me haya dicho tengo “sobrepeso y obesidad”, el hecho es que ya bajé 27 kilos. Eso demuestra que no me he conformado con ser gorda. Para nada.
En segundo lugar, sigo perdiendo grasa corporal. Hace dos meses, me hice el mismo examen y mi porcentaje fue de 39.7%. Yo diría que la reducción de grasa significa un gran progreso.
Tan solo con verme, quizá pienses que no estoy haciendo esfuerzo alguno para reducir la barriga, pero eso sería un error. La verdad es que mis rollitos se han reducido con el paso del tiempo porque sigo con la dieta saludable y el ejercicio.
Adelgazar es un maratón, no una carrera corta.
Por qué no tengo el abdomen marcado
Perder grasa corporal es muy bueno, pero tengo que poner límites en algún momento.
La cuestión es que para que una mujer tenga el abdomen marcado, debe tener menos de 15% de grasa corporal. ¡Eso es muy poco! Ese porcentaje de grasa solo es adecuado para atletas de alto rendimiento. Incluso, existen muchas atletas que no son capaces de mantener un porcentaje tan bajo de grasa por mucho tiempo.
Esto significa que si yo quiero tener el abdomen marcado, tendría que entrenar y comer como una atleta profesional. El problema es que yo no quiero ser una atleta profesional.
Yo soy una madre de familia de 40 años que solo quiere permanecer saludable y ágil para estar con su familia. Eso es todo.
Quiero poder darme un gusto de vez cuando. Quiero poder levantarme tarde los fines de semana. Quiero tomar un vaso de vino y un poco de chocolate cuando se me dé la gana. De hecho, necesito todo eso en mi vida.
Dejar de consumir azúcar y comida chatarra fue un gran cambio para mí, pero fue algo bueno porque ahora soy mucho más fuerte y saludable. Sin embargo, no me dan ganas de empezar a contar calorías ni macros, ni tampoco quiero tomar suplementos. No quiero contratar un entrenador profesional y no estoy dispuesta a entrenar una hora o dos al día.
Eso es lo que hacen los atletas profesionales y tienen el abdomen marcado. Pero yo no quiero vivir como una atleta profesional. Eso no es para mí.
Quiero estar saludable en mis propios términos
Esto es lo que voy a hacer. Voy a seguir con mi dieta saludable y con el ejercicio. Voy a seguir ejercitándome 30 minutos al día en la comodidad de mi hogar y voy a seguir evitando el azúcar y los alimento procesados. También me voy a dar mis gustos de vez en cuando y voy a seguir tomado vino y comiendo chocolate los fines de semana.
Voy a dar gracias por mi cuerpo y por todo lo que es capaz de hacer. Voy a seguir cuidándolo porque es el único que tengo y voy a seguir buscando un estilo de vida más saludable.
Lo que no voy a hacer es torturarme para lograr tener algo que no me va a hacer feliz ni me va a hacer más saludable. Mi estilo de vida se trata de quererme a mí misma sin importar mi tamaño y yo sé que no necesito tener el abdomen marcado para poder quererme a mí misma.
A pesar de mi opinión, te diré que cualquiera puede tener el abdomen marcado si están dispuestos a esforzarse mucho y a trabajar duro. Solo hay que pagar el precio.
En cuanto a mí, yo no estoy dispuesta a pagar ese precio. Pero tú decides si está dispuesta a realizar ese esfuerzo. Si de verdad quieres tener el abdomen marcado, adelante.
Esto significa que tal vez nunca pueda mostrar mi abdomen oculto, pero eso no es importante. Si estoy sana y feliz, eso es lo único que me importa.
¿Te gustaría tener el abdomen marcado? ¡Comparte tu opinión en los comentarios!
Esta entrada fue publicada originalmente en mi plataforma de Medium, The Word Tree.