Lo que si es imprescindible es elegir las grasas beneficiosas para nuestra salud, como el ácido oleico, en lugar de grasas perjudiciales, como las trans, aquí te enseño a distinguir las grasas buenas de las malas
El ácido oleico, es un tipo de grasa monoinsaturada que se puede encontrar en alimentos como aceite de oliva, aguacate, aceite de semillas de uva y carne de cerdo, es conocido por los numerosos beneficios que aporta a nuestra salud.
El beneficio más conocido es su intervención positiva sobre la salud cardiovascular.
Además una investigación del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga asegura que el ácido oleico ayuda a mantener un peso corporal saludable, ya que este ácido interviene en la regulación del metabolismo de lípidos y en el equilibrio del peso corporal.
Contribuye a reducir el colesterol LDL o malo en sangre e incrementar los niveles del colesterol cardioprotector.
Por si esto fuera poco un estudio español, dirigido por Javier Menéndez, confirma además los beneficios del aceite de oliva, rico en ácido oleico, contra el cáncer de mama y asegura que dicho ácido puede reducir hasta un 46% uno de los oncogenes del cáncer de mama.
A pesar de estos beneficios no debemos abusar de los alimentos fuente de grasas, aunque sean de buena calidad, y deben consumirse en pequeñas proporciones, ya que tienen un gran aporte calórico, por ejemplo, 2 cucharadas de aceite de oliva al día ya son suficientes para cubrir las recomendaciones.
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