La vida contemporánea llena de prisas, acciones y contra acciones, posibilidades y elecciones, cancelaciones y prioridades, los cambios repentinos, y las variedades dentro de la misma sociedad, la poca solidez de muchos argumentos y normativas sociales, nos llevan a estados elevados de estrés.
Ya he hablado de lo desastroso que es el estrés, para el equilibrio, la serenidad y la buena consciencia, la calma, la serenidad en las decisiones y caminos que tomamos en la vida.
Hoy en día parece jugar todo en contra a esta serenidad, y el estrés toma las calles, las empresas, las familias y las relaciones.
Mas de una vez, quizás varias al día, nos encontramos con amistades, vecinos, compañeros, familiares o pareja, que parecen estar dentro de un hoyo donde todo es negativo. Su discurso, parece estar atrapado en un bucle, que se repite una y otra vez, creando cada vez un escenario más negativo y desastroso para él o para ella; parecen estar atrapados en un relato donde no encuentran salida y cada vez se hunden más en ese estado negativo.
Cuando estamos pasando una mala racha, es lógico que caigamos en estados pesimistas con gran preocupación. Si el estado pesimista es un estado de ánimo con trazos depresivos, la preocupación es una actitud, la cual conlleva o arrastra toda una visión y razonamientos sobre la interpretación de lo que nos está sucediendo.
Siempre aconsejo ocuparse de los problemas, pero no preocuparse, la preocupación arrastra toda esta serie de relatos y discursos llenos de emotividad y estados emocionales generalmente negativos que nos lastran creando una situación o escenario altamente negativo, lleno de dificultades, arrastrándonos hacia ese hoyo, ese pozo profundo sin salida.
¿Cómo podemos tomar consciencia de ello? ¿Saber que este estado de preocupación, en vez de ayudarnos a encontrar la solución, a estar preparados, despiertos, activos y eficientes al cien por cien, para conseguir resolver las dificultades que se nos presentan, nos ofusca y nos hunde toda alternativa de solución?
La focalización
Tenemos que saber que cuando estamos en ese estado, estamos focalizando, nuestra mente se ha centrado en un solo punto, en un solo concepto, en una sola idea, y todo el abanico de posibilidades y alternativas ha desaparecido, nos hemos focalizado en una sola cosa, en una sola idea, en una sola acción.Esto que nos da mucha fuerza y emotividad, nos funciona en situaciones de riesgo y peligro, donde la concentración es esencial para superar el obstáculo o la dificultad.
Pero cuando esta situación se vuelve crónica y la vivimos durante, ya no todo el día, sino durante días, semanas o meses, es cuando nos lastra, y lo que es una ventaja se convierte en el gran inconveniente.
Estoy focalizado y solo veo lo negativo de esta situación, tan negativo que soy incapaz de generar una solución.
Cuando focalizamos la atención hacia un punto, lo maximizamos, eso hace que muchas veces tengamos la tendencia de maximizar los inconvenientes, convirtiéndolos en auténticos muros infranqueables, en vez de minimizar los inconvenientes y maximizar las ventajas.
Darnos cuenta de cuando nuestro pensamiento ha caído en esta distorsión cognitiva, por ejemplo, con estas frases:
Pensamiento Dicotómico (o todo blanco o todo negro, no hay intermedios.)
Maximización (de inconvenientes) - Minimización (de ventajas.)
Sobre generalización (siempre es igual.)
Personalización (a mí siempre me pasa, él/ella siempre lo hace.)
Adivinar el porvenir (yo ya lo sé qué va a ocurrir.)
Saltar a conclusiones (no puede ser de otra manera.)
Falseamiento (no nos engañemos, 2+2 no siempre dan 4.)
Razonamiento Emocional (es que me pone de los nervios.)
Perfeccionismo (si es que no lo hacen como hay que hacerlo.)
Cuando en nuestros relatos y discursos encontramos estas frases, es que estamos en un estado de focalización de la situación que estamos viviendo, más bien, la percepción, la interpretación de lo que estamos viviendo, que nos muestra una distorsión negativa, ello nos lleva a no encontrar salida al conflicto o situación que estamos viviendo.
El tomar consciencia de ello, ya es un gran paso, para empezar a poner remedio a esta distorsión cognitiva de la realidad que hemos caído.
Es como si le hubiese puesto una lupa a una pequeña piedra en el camino, y la he convertido en un muro infranqueable.
La focalización hace esto con la realidad que vivimos la amplifica.
Técnicas para bajar el estrés
Esta situación conlleva un elevado estado de estrés, intentar recuperar la calma, dejar paso la preocupación por la ocupación.Como me puedo ocupar de ello, que día, hora, y abrir el abanico de posibilidades, que alternativas más hay a la situación.
Crear un calendario de acciones, y darme con ello tiempo para el descanso, para relajarme, para quitar todo este estrés y verlo de una forma distinta.
Recuerda:
Con ello mi realidad va a ser la misma, pero yo voy a dejar de sufrir y si no sufro soy más eficaz en todo.
En definitiva, como yo les digo poner en práctica las técnicas aprendidas en consulta para cambiar a pensamientos más razonables y realistas y darte cuenta en cuando has caído de nuevo en esta distorsión cognitiva, la focalización.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.