Mujeres de Fiji Bailando – por Kyle Post (flickr)
Tomando el ejemplo de las Fiji
Hasta que llegaron los años 90, los habitantes de las islas Fiji, estuvieron muy aislados de las influencias sociales que provenían del exterior. Además se fomentaba una fuerte cultura tradicional que daba valor al apetito y a una estructura física sana, que incluía los cuerpos robustos. Cabe destacar que una de los puntos más protectores de su cultura era que como norma general la gente aceptaba su cuerpo.
Islas Fiji
A partir de 1995, diversos canales de televisión occidentales llegaron al archipiélago de las Fiji, lo que desató una “explosión” de trastornos alimentarios. surgió la teoría de que algunos patrones de la cultura occidental había inducido a las chicas a preocuparse más por su cuerpo, generando la misma insatisfacción y el mismo autorechazo que en las mujeres occidentales. Fiji en ese momento vivía momentos de transición social, lo que fomentaba cierta preocupación por tener éxito y una buena posición social. Se realizaron entrevistas a estudiantes de dichas islas que relacionaban la delgadez de las actrices de occidente con el éxito y el poder. A este caldo de cultivo se sumó la preocupación de las enfermedades que podía generar la obesidad.
La televisión occidental y su influencia en los trastornos de alimentación
Tomar consciencia de lo vulnerables que somos ante las imágenes y los valores que aparecen en los medios, nos ayuda a tener una actitud más crítica y a cambiar nuestra percepción ante ellos, lo cual nos ayuda, potencialmente, a prevenir y tratar trastornos de la alimentación, y otros trastornos de conducta y comportamientos adictivos.
En las sesiones de coaching que realizo mayoritariamente con mujeres, tomamos consciencia de ello y de otros temas que aparecen. Esto ayuda a cambiar nuestra percepción, a darnos cuenta de que todas y cada una de nosotras ya somos hermosas y completas ahora mismo, de que no necesitamos nada externo a nosotras para sentirnos mejor, ya que el tratamiento está enfocado en aceptarnos, cuidarnos. Ese darnos cuenta nos ayuda a quitarnos un peso de encima tanto físico, como emocional y mental.
“Darnos cuenta de que todas y cada una de nosotras ya somos hermosas y completas ahora mismo,
de que no necesitamos nada externo para aceptar este momento.”
Fuente: A.E. Becker, “Television, disordered eating, and young women in Fiji: negotiating body image and identity during rapid social change.” en Cult Med Pshychiatry 2004 DEc; 28 (4) 533-598