Imagen: Victor1558/Flickr
Muchas veces nos agobiamos en el trabajo de manera innecesaria. Tenemos demasiadas tareas que realizar en un espacio de tiempo preciso y, en ocasiones, sufrimos para llegar a tiempo para su entrega. La mejor manera de evitar el estrés en estos casos es una buena organización.
Lo principal es determinar prioridades. Hay que diferenciar los trabajos que son de extrema urgencia y los que no. De esta manera sabremos que es lo que debemos realizar antes y que es lo que no corre tanta prisa.
Puedes tener una agenda o un cuaderno donde apuntar todas las tareas que tienes que hacer. De esta manera, y de una forma rápida y muy visual, verás que es lo que te queda por realizar y no te olvidarás de nada.
Si ves que una determinada acción no te va a dar tiempo a realizarla en el tiempo estipulado, prueba a hablar con tu superior lo antes posible para intentar modificar el momento de entrega. En estos casos, es mejor olvidarse de tener en el ordenador cualquier tipo de distracción, como por ejemplo las redes sociales.
Un gran número de interrupciones pueden provenir de nuestros propios compañeros de trabajo. Aunque es difícil, muchas veces hay que saber decir "no" a cualquier tipo de entretenimiento cuando tenemos un trabajo urgente que realizar. Pero eso si, no olvides ser amable con ellos.
Y sobre todo, no te lleves el trabajo a casa. En cuanto salgas por la puerta de tu lugar de trabajo, desconecta completamente. Aunque si es recomendable estar atento, por ejemplo en conversaciones con tus amigos, ya que puede que la gente que te rodea te dé buenas ideas para aplicar en el trabajo.
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