Dietas aparte, para los niños es fuente de agua y nutrientes, mucho más si lo hacemos en casa a modo de juego.
El helado es un alimento bastante equilibrado, ya que entre sus ingredientes principales cuenta con leche, yogur, frutas y frutos secos, entre otros.
El valor nutricional del helado va a depender de sus componentes. Cuando la cantidad de agua es elevada nos vamos a encontrar con un polo o sorbete, mientras que si contienen un menor porcentaje de agua hablaríamos de helados de crema o leche. También va a depender de su contenido en leche y el tipo de ésta (entera, desnatada, en polvo), de la mantequilla, de la nata, de las grasas vegetales, etc.; si contienen fruta, más o menos azúcar y otros muchos componentes. Lo ideal sería escoger helados con mayor porcentaje de agua y fruta y evitar los que sean muy grasos, por lo general estos últimos suelen ser los más cremosos y la opción estrella de casi todos.
Es por esto que los helados no sólo son una golosina o refresco veraniego, sino un postre delicioso y nutritivo compatible con una dieta equilibrada y favorable para un correcto crecimiento.
Además, podemos decorar el helado de forma sana, combinándose con fruta fresca o utilizarlo de adorno para un zumo o batido. El helado se convierte así en una merienda o postre saludable y rico en vitaminas, que puede alegrar el menú y facilitar la introducción de fruta en los más peques.
A modo de resumen, la composición general de los helados consistiría en:
§ Calorías: entre 200 y 250 calorías por cada 100 gramos de helado, aunque va a variar en función de su composición e ingredientes. Los de agua, si son naturales con la cantidad justa de azúcares, por lo general contienen muy poca grasa y aportarían bastantes menos calorías. Todo esto se está estudiando muy bien por las distintas marcas con el fin de lograr helados menos calóricos y más saludables, aptos para todos.
§ Hidratos de carbono: un 13% de hidratos de carbono, azúcares en este caso, en helados de crema o leche.
§ Grasa: dependerá de la leche y sus derivados (nata) y, en menor proporción, de las grasas vegetales. Estas grasas no han sido sometidas a cocción, lo que podría explicar que los helados sean de fácil digestión. Cuidado, aunque su aporte en colesterol no es elevado, estas grasas son mayoritariamente saturadas para dar esa textura característica, por lo que conviene moderar su consumo. Los helados cuya base es el agua no contienen grasa.
§ Proteínas: provenientes de los lácteos utilizados. Fácilmente digeribles y de buena calidad. Al añadir yema de huevo, frutos secos, galletas, etc., el aporte proteico aumenta ligeramente, ya que estos ingredientes se emplean en pequeñas cantidades.
§ Vitaminas: va a depender de la cantidad de leche y huevo del helado, si los contienen, y de la fruta, si su procesado lo permite.
§ Minerales: proporcionados por los productos lácteos, frutas y frutos secos; algunos serían el calcio y fósforo de la leche, potasio y magnesio de origen vegetal, etc. Los helados cuya base es el agua, apenas incluyen minerales.
Por lo tanto, exploremos todas las opciones que estos postres fresquitos nos ofrecen y animaros a probar una tarde en la cocina haciendo unos ricos helados.
Y con esto me despido, nos vemos en el siguiente post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
Eroski Consumer.