“Lo mio no tiene arreglo…”
“Yo no estoy loca!!!”
Estos son los comentarios que a veces he oído cuando se ha sugerido la necesidad de ir a un psicólogo.
La verdad es que muchas personas desconocen qué hace un psicólogo. Se imaginan un gran diván donde tumbarse, una persona con sus gafitas y libreta apuntando notas…pero la realidad es otra muy diferente.
Hay personas que por diferentes circunstancias no se quieren, tienen una autoestima deteriorada por lo que su funcionamiento en todos los ámbitos de la vida está perjudicado. El psicólogo le ayudará a autoconocerse, crecer personalmente y conseguir una mejor autoestima que le proporcionará mayor bienestar.
A veces nos sentimos mal, tristes , agobiados, infelices o sentimos que nos cuesta comunicarnos con los demás porque no sabemos cómo actuar ni qué decir. En ocasiones no sabemos qué pasa ni sabemos qué hacer. En otras sí sabemos qué ocurre pero no sabemos manejar nuestros sentimientos ni acciones sintiéndonos frustrados. El psicólogo aporta objetividad a estas situaciones y ofrece armas para actuar y mejorar nuestro estado de ánimo.
Es un proceso de aprendizaje a varios niveles, en cuanto a actitudes, aptitudes, manejo de situaciones y emociones.
Existen situaciones de la vida diaria como estrés, relaciones tensas entre compañeros, exceso de trabajo, discusiones con hijos o pareja, manejo deficitario de agenda, en las que el psicólogo aporta ayuda para mejorar nuestra vida.
Existen otras situaciones en las que todo ser humano se siente mal, como la muerte de un ser querido, una separación, pérdida del trabajo, situaciones altamente ansiógenas en las que el psicólogo puede ayudarte a manejar.
Por último existen diferentes problemas que disminuyen la calidad de nuestra vida como adicciones, depresiones, problemas de personalidad, obsesiones, miedos que nos impiden llevar una vida normal, desajustes mas graves donde la psicología aporta tratamiento cognitivos-conductuales para conseguir un mejor funcionamiento.
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