La palabra se las trae ¿verdad? Seguro que en los últimos tiempos la has oído en más de una ocasión y te has preguntado qué significaHe de confesar que a mí también me pasó cuando la escuché por primera vez hace ya algún tiempo, antes de empezar a practicarlo y comprobar por mí misma qué me podía ofrecer a mí el Mindfulness.
Vivir el AQUÍ y AHORA con atención plena y aceptación, sin juicio. Eso es, en esencia MINDFULNESS. Algo fácil de decir pero un poco más difícil de poner en práctica.
¿Por qué? Porque llevamos un ritmo de vida acelerado en el que nunca nos quedamos en el momento presente para disfrutarlo y vivirlo con plena conciencia. Tenemos nuestra cabeza llena de pensamientos acerca de situaciones que nos han pasado, tareas que tenemos que hacer, planes de futuro, y un largo etcétera que nos impiden estar realmente presentes en el momento actual.
¿Sabías que tenemos una media de 25.000 pensamientos al día?
Increíble ¿verdad?
¿Y si te digo que nosotros NO creamos nuestros pensamientos?
Aunque parezca una locura lo que te estoy diciendo te aseguro que es así. Es verdad que hay un pequeño porcentaje de ellos que sí que son conscientes y voluntarios, como por ejemplo elaborar una lista de la compra o hacer planes para el fin de semana.
Pero el resto de los pensamientos son creados por nuestra mente sin que nosotros tengamos ningún control sobre ellos. Si no me crees, compruébalo por tí mismo.
¿Cuántas veces te sorprendes pensando en algo sin saber cómo ha llegado hasta allí ese pensamiento? Y ahí estás tú, dándole vueltas a algo una y otra vez, retroalimentándolo, rumiando el problema, recuerdo o lo que piensas y anticipas que va a pasar (y que la mayoría de las veces no pasa).
Nos anclamos a los pensamientos y los hacemos nuestros, nos recreamos en ellos y éstos nos generan unas emociones de las que somos incapaces de desapegarnos.
¿Y si ahora te digo que la mayor parte del sufrimiento humano nos los generamos nosotros mismos anclándonos a estos pensamientos?
Piénsalo un poco ¿a que tiene sentido para ti?
La práctica del Mindfulness a través de la meditación te enseña a distanciarte de esos pensamientos, a desapegarte de ellos y ser capaz de verlos desde fuera, como si no fueran tuyos (porque no lo son).
Hay una imagen muy gráfica que a mí me encanta y que me parece muy útil para practicar:
Imagina que los pensamientos son como nubes que pasan por tu cabezalos ves, los observas SIN JUICIO, aceptas que están ahí y los dejas pasarcomo cuando observas el cielo relajada y tranquila y ves las nubes que no se paran, que siguen su camino y desaparecen.
Visto así, no parece tan difícil ¿verdad?
¡Inténtalo!
La maravilla del Mindfulness es que no es sólo una técnica más de meditación como se puede pensar, sino que es una filosofía de vida que nos ayuda a enfrentar de otra manera los retos y dificultades que se nos presentan en nuestro camino, aceptando el sufrimiento como parte inherente a la vida.
Esto implica centrarse en el momento presente, viviendo la experiencia de una manera activa sin intentar controlarla y sin juzgarla, aceptándola tal y como es.
Además, su práctica habitual aporta un estado de calma y serenidad a nuestra mente cesando el parloteo interno (lo cual evidentemente influye en nuestra salud física y emocional), nos ayuda a conectar con nosotros mismos, a conocernos mejor y a practicar la amabilidad hacia nosotros mismos cuando nos vienen pensamientos de auto-crítica o auto exigencia.
Como ves, existen muchas y buenas razones para empezar a practicar Mindfulness. Ahora te toca a tí decidirte, ¿te animas a probar?
Aquí tienes una práctica de solo 3 minutos para experimentar:
Practica Mindfulness en 3 minutos
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