Experiencia = Suceso + Respuesta
Hay momentos en los que simplemente, no puedes con más cosas. Como se te acerque alguien y te diga hola, vas a explotar. También hay muchas maneras de explotar? hay momentos en los que gritas, otros lloras, otros te vas?
Puede ser que estés a flor de piel por el trabajo, problemas económicos, de pareja? sea por lo que sea, son situaciones que generan un nivel muy alto de estrés, tensión y ansiedad que hace no estés sereno, en calma.
Generalmente, cuando algo nos preocupa o nos enfada, solemos tener reacciones negativas, por ejemplo, pensamientos repetitivos, es decir, no dejar de darle vueltas al mismo problema constantemente, hasta el punto en que prácticamente sólo pensamos en eso, llegando incluso a castigarnos con nuestros pensamientos negativos.
Los problemas no van a dejar de suceder, pero la buena noticia es que tú puedes elegir cómo reacciones antes ellos.
Nuestra experiencia respecto a las cosas que nos pasan en la vida se compone de 2 factores principales:
Suceso: lo que pasa
Respuesta: cómo nosotros reaccionamos ante lo que pasa
No ponemos controlar lo que pasa, eso es así, lo que sí podemos controlar es cómo nosotros reaccionamos antes ello y generamos una sensación de experiencia mejor.
Por ejemplo, perdemos un tren que teníamos que coger, una vez lo hemos perdido ya no podemos hacer nada por cambiar esa situación. ¿Nos sirve de algo esperar al siguiente tren con enfado o con nerviosismo? El hecho, no va a cambiar, pero nuestra experiencia puede ser muy diferente despendiendo que cómo nosotros decidamos reaccionar.
¿Qué es el mindfulness?
El origen del mindfulness se da en el budismo. Es una de las 7 claves para la iluminación. Hace referencia a la conciencia plena, que es la traducción el inglés de mindfulness y su objetivo es reducir el sufrimiento y aumentar la felicidad.
Puedes ver una pequeña explicación sobre los orígenes del mindfulness en la wikipedia.
La primera clave del mindfulness es la atención. Prestar atención, que es una capacidad que todos tenemos, y prestarla de manera consciente a lo que nos está pasando en un momento concreto de nuestras vidas.
Prestar atención de manera consciente a cómo estás en este momento, cómo te sientes, que piensas?
La segunda clave del mindfulness es la actitud. La actitud con la que te enfrentas a las situaciones. No se trata de juzgar si la situación es buena o es mala. Ni tampoco se trata de buscar otros calificativos, sino de dejar atrás los juicios.
No emitas juicios, simplemente pregúntate, ¿puedo estar bien con esta situación tal cual es?
¿Qué beneficios te puede aportar el mindfulness?
Cuando tomas distancia y te apartas de las situaciones, al volver, puedes verlas desde otra perspectiva. Tienes un ángulo nuevo que te da otro punto de vista.
Puede que te des cuenta de que estructuras mentales anteriores ya no te sirven, o incluso, que estabas creando hipótesis sobre algo que no conocías y que tus hipótesis no tienen por qué ser ciertas.
Además de aportarte nuevos puntos de vista desde la distancia, es un hecho que la mente no puede pensar en 2 cosas a la vez. Puedes prestar atención a una cosa o a otra, incluso cambiar muy rápido tu foco de atención de una cosa a la otra, pero sólo puedes hacer una cosa a la vez.
Cuando mantienes tu atención en algo que está pasando en este instante, por ejemplo, en como el sol calienta tu piel o como la brisa te despeina, cada uno de esos pequeños detalles a los que cedes tu atención, son segundos que estás dedicando a sensaciones positivas y segundos en los que estás dejando de poner tu atención en sensaciones negativas como el estrés, la ansiedad o las preocupaciones.
Nos ayuda a reducir el parloteo mental y a concentrarnos mejor. Como consecuencia de esto, estaremos más relajados y aumentará nuestro bienestar. Parar también nos ayuda a conectar con nuestro interior, conocernos mejor a nosotros mismos y sentirnos más auténticos, fieles a nosotros mismos.
El proceso de transformación
Cuando empiezas a meditar, pasado el primer momento de concentración, la mente se va a distraer y va a comenzar a pensar en otras cosas, como por ejemplo, en lo que tienes que hacer al llegar a casa o el e-mail que tienes que enviar.
En el momento en el que empiezas a tomar conciencia de que tu mente está vagando, lo aceptas, estás tomando conciencia plena de lo que está pasando.
Eres consciente de que estás siendo consciente.
¿Por qué funciona el mindfulness?
Nuestro cerebro crea constantemente conexiones neuronales, sin parar. Puede reforzar conexiones ya existentes o debilitar otras.
Existen estudios que han demostrado que las personas que sufren de un estrés más elevado, tienen partes del cerebro vinculadas a las emociones negativas más desarrolladas. Al practicar meditación se ha visto disminuida esta zona del cerebro, que era más reducida en el momento inicial del estudio en personas que ya practicaban meditación previamente.
Por tanto, podemos decir que existe una relación directa entre el funcionamiento de nuestro cerebro y lo mucho o poco que dedicamos a estar en calma.
Practicar meditación, modifica nuestro cerebro, ya que modifica las conexiones neuronales, cosa que genera mejoras en nuestro día a día.
A continuación encontrarás un vídeo donde Hedy Kober (Profesora Adjunta en los Departamentos de Psiquiatría y Psicología de la Universidad de Yale) da una gran charla para TEDx sobre el Mindfulness titulada ?Lo que podemos lograr con conciencia plena?.
La charla está en inglés, pero tiene subtítulos. Para activarlos, sólo debes clicar sobre el icono que te aparece en la barra inferior a la derecha.
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