Gracias a la meditación y a su uso diario, podemos lograr calmar la ansiedad, disminuir el estrés, la depresión y aprender a lidiar con los problemas emocionales de la vida cotidiana. Cualquiera puede meditar, solo hay que sentarse cómodo y en un ambiente que nos invite a ello, después de un tiempo cuando veas en restrospectiva, ya no tendrás dudas de su efectividad.
Puede ser que medites porque quieres paz en tu vida. Todo tipo de expectativas pueden surgir en tu mente. Es posible que al principio se experimente paz, pero la mayor parte del tiempo no será así ¿por qué? El problema no es el meditador. Aunque creamos que al principio hay una sensación de calma y paz, después de un rato nuestra mente parecerá que esta peor que antes, pero en realidad no es así.
Se debe mantener la continuidad de la práctica, como un río. Es como lavar la ropa, si la lavas con regularidad, no será difícil, pero de lo contrario las manchas no saldrán tan fácilmente.
La razón por la que la mente parece empeorar después de un rato de meditación es que lo problemas emocionales empiezan a surgir. Es mejor que salga lo que tenga que salir. Trata de no juzgar tus pensamientos, no los rechaces ni te aferres a ellos. Si sigues esta instrucción la meditación se vuelve fácil. Cuando estas emociones surgen, mantente con firmeza en el objeto de concentración mental. Si tu mente está calmada, tu concentración puede ser más relajada. Todos los meditadores solemos experimentar perturbación emocional y llanto cuando practican, déjalo ser y después habrá paz.
La atención en la respiración es la forma más importante de práctica meditativa. La respiración está conectada con los vientos sutiles y esto está conectado con la mente-corazón. Cuando tu mente esté inquieta, concéntrate en el chakra del ombligo. Cuando tu mente esté somnolienta, concéntrate en el tercer ojo, pero no olvides seguir tu respiración.
Sin mantenemos la concentración en la respiración, dentro y fuera, de manera natural se va a calmar. Te sentirás alegre y ligero. En la medida en que continúes tu meditación, esa sanación se estabilizará. Después surgirá un sentimiento de amor y compasión. La paz interna empieza ahí. ¿Por qué sucede esto? Toda la perturbación emocional ha salido entonces la mente esta en calma.
Un gong tiene potencial de producir sonido, pero no es hasta que es tocado que se produce el sonido. El golpe es la causa del sonido. De manera similar, todos tenemos el potencial para experimentar paz interna. Pero mientras el maestro no explique como practicar, no puede ser logrado.
La iluminación está en todos por igual. Lavamos la ropa porque ésta tiene el potencial de estar limpia. Si no fuera así, tendríamos que tirarla.
De la misma forma, meditamos porque tenemos la habilidad de desarrollar nuestro potencial fundamental.
Este potencial está ahí, pero normalmente está oculto. Es importante no empujar demasiado. Si la meditación se vuelve difícil, párate y haz otra cosa. Pero vuelve a intentarlo al día siguiente, no desistas.
No es necesario ser budista para meditar.