¿Conoces la importancia de masticar bien tus alimentos?
Algunos detalles y pequeños hábitos pueden marcar la diferencia al momento de perder peso. Ese es el caso de masticar bien los alimentos que se consumen diariamente. Y es un consejo que se puede aplicar fácilmente para mejorar la salud y adelgazar.
Diversos estudios universitarios han demostrado que las personas que dedican poco tiempo a comer tienen más probabilidades de sufrir obesidad.
Esto se debe a que los alimentos no están bien descompuestos pueden generar malestar como pesadez y gases. Afectando la digestión pues los órganos no tienen suficiente tiempo para asimilar los nutrientes. Como consecuencia, incrementa la posibilidad de que la grasa se quede almacenada.
Échale una mano a tu estómago
Aumentar el número de masticadas es un pequeño paso que se traducirá en ayudar a facilitar el trabajo del estómago. También disminuye el esfuerzo y el desperdicio de energía en los procesos. Gracias a la mucina que tiene la saliva para favorecer la digestión con la metabolización.
Según una investigación realizada en la Universidad de Osaka, en la que participaron 3000 voluntarios, más del 84% tenían mayor probabilidad de aumentar más fácilmente de peso y terminar siendo obesos.
Sí es cierto que cada quien come en diferentes velocidades, dependiendo de los alimentos y los cubiertos. Pero ralentizar la ingesta de comida también ayuda a sentirse saciado, por lo que ayuda a la pérdida de peso.
El comer más lento otorga la sensación de saciedad
Eso pasa porque cuando se ingieren alimentos, llega el mensaje al cerebro de que se ha comido lo suficiente. Si masticas más rápido, no da tiempo de enviar la respuesta neuronal para que pares de comer antes de que se acabe la comida.
Además de masticar lento y más veces, es importante comer justo lo necesario. Así podrás quedar satisfecho y además adelgazar con mayor facilidad.
Por otro lado, evitas una pesada digestión que resulte en un metabolismo más lento y un aumento de calorías consumidas.
Comer lento es uno de los hábitos que necesitas implantar en tu vida si quieres perder peso.
Mejorar el hábito de masticar es muy sencillo
Solo es cuestión de aplicar algunos consejos. Como devolver el cubierto al plato después de llevar los alimentos a la boca y masticar mínimo veinte veces.
4 Tips para masticar más lento
La mejor manera de comer más despacio es prestar atención al proceso de comer. Hay que tomar en cuenta el número de veces que se mastica cada bocado. Posteriormente se va aumentando según el tipo de alimento.
Otro sencillo truco es introducir pedazos pequeños de comida, en vez de llenar la boca con alimentos. Lo que nos da la necesidad de tragar más rápido y no permite masticar de la forma más adecuada. El tener menos cantidad para masticar ayuda a pensar más en la forma del masticado.
Evitar distracciones como escuchar radio o ver televisión, que te hagan olvidar el número de veces que masticas cada bocado. Este consejo es importante cuando se empieza a cambiar el hábito para que se vuelva parte de la rutina. Cambiando de esta forma el comer de forma rápida y casi sin masticar.
Un dato placentero es disfrutar de los alimentos en cada bocado. Tomando en cuenta cada sabor al deshacerlos dentro de la boca, sus texturas, llevarlos lentamente hacia la digestión y sentir cada paso de la nutrición. Convierte el comer en un momento agradable, en agradecimiento de lo saludable que es para tu cuerpo. Y pensar positivamente al recibir nutrientes, como también en los beneficios para el organismo.
Estos sencillos consejos no solo ayudarán a mejorar la forma de masticar y convertirlo en un proceso más lento, sino que llevan a agradecer al organismo por cada labor que hace con un poco de energía para aprovechar todos los nutrientes que a diario consumimos.
Degustar los alimentos es solo una parte de la rutina para mantener la salud.
La importancia de masticar bien
Su importancia radica en que si no se hace, no le da tiempo a las moléculas de la saliva para descomponer con eficacia los alimentos ingeridos. Permitiendo que otros órganos lo hagan y afectando todo el proceso digestivo.
Esto hace que el cerebro no pueda enviar los mensajes adecuados. Además, deja que el organismo trabaje más de lo que debe, al separar las sustancias beneficiosas de las tóxicas, desmejorando el cuerpo.
Otros 3 beneficios de Masticar lento
Ayudar a los órganos que participan en la digestión a que trabajen de forma adecuada sin tanto esfuerzo, para evitar malestares estomacales, gases e indigestión.
El proceso químico de la digestión se adelanta con las enzimas salivales en la boca al masticar más despacio y por más tiempo. Beneficiando de esta manera la eliminación de sustancias perjudiciales para el organismo.
Disfrutar de cada característica de la comida que se consume envía al resto del cuerpo estímulos positivos, aportando beneficios para la salud mientras se come. Desde la boca se envía la información nutricional de cada alimento, el mensaje de saciedad. Este proceso que se ve favorecido con el aumento del tiempo que pasa el bocado dentro de la boca.
Dejar a un lado el estrés
Comer apurados y no prestar atención a lo que se ingiere es parte de la vida cotidiana actual de la mayoría de las personas. Pero cambiar el hábito no es tan difícil ni quita tanto tiempo. Además colaborará con la salud corporal y mental de cada ser humano, mientras se adelgaza y mejora el sistema digestivo.
El bajar de peso no solo depende de los tipos de alimentos que se ingieren, sino de la forma en los que se mastica cada bocado. Este proceso ayuda también a la higiene bucal. Cada vez que se mastica de forma lenta, se produce más saliva y se evita la adhesión de comida a los dientes. Además de funcionar como un antibiótico que neutraliza los ataques de microorganismos que producen infecciones.
La higiene bucal también depende en parte de la dentadura, tener unos dientes saludables ayudará más a masticar de la mejor manera para facilitar la digestión y hacerlo lentamente para dejarnos satisfechos y bajar de peso. Masticar en abundancia producirá bienestar del organismo y reducirá el estrés.
Notarás como todo el cuerpo se verá y sentirá más saludable.
Evita problemas mayores
Cambiar el hábito de masticar rápido es más fácil si piensas en todos los problemas que acarrea comer rápido y no procesar todos los nutrientes como se debe hacer. Así evitas el malgasto de energía del aparato digestivo.
Entre las desventajas de estar acostumbrado a dedicar poco tiempo a ingerir alimentos está que ésta rutina puede producir problemas digestivos. Ya que si no se mastica la cantidad suficiente, no se lubrica ni se descompone correctamente el alimento. Por lo tanto, no se pueden eliminar las partes que le hacen daño al cuerpo.
No es solo sentir pesadez o gases, sino que puede derivar en estreñimiento o algo más grave.
Comer más rápido produce que el metabolismo se vuelva más lento
Esto se debe a que los órganos encargados de metabolizar lo ingerido, no podrán ejercer su función de manera correcta. Haciendo más lento el proceso de digestión y de gastar calorías.
Tener un metabolismo lento es igual a aumentar de peso
El organismo no quemará las calorías tan rápido porque acumulará nutrientes que debe eliminar.
Comer rápido, además, hace que comas más y contribuirá a la subida de peso.
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