Y los prebióticos pues, ¿qué son?
Los prebióticos son un tipo de fibra dietética que sirve de alimento a los probióticos. Aunque todos los prebióticos son fibra, no toda la fibra es prebiótica.
Intestino:
Para que una fibra sea considerada prebiótica debe que cumplir los siguientes requisitos:
1. Resistir su degradación y absorción en el trato gastrointestinal superior.
2. Ser fermentable por los microorganismos beneficiosos para la salud.
3. Provocar la estimulación del crecimiento y/o actividad de un número limitado de flora bacteriana saludable, mayoritariamente bifidobactérias y lactobacilos.
Los prebióticos y los probióticos pueden actuar simbióticamente para proporcionar numerosos beneficios para la salud. De hecho, en el mercado podemos encontrar productos llamados simbióticos, los cuales incluyen un probiótico y un prebiótico.
¿Qué tipo de prebióticos conocemos?
Los más comunes y estudiados son:
– Galactooligosacáridos (GOS).
– Fructooligosacáridos (FOS).
– Inulina, la cual es un tipo de FOS bastante utilizado.
– Almidón resistente.
– Celulosa, hemicelulosa y pectina.
¿En qué alimentos los podemos encontrar?
Naturalmente en:
Achicoria Cebollas Granada
Alcachofa Tomates Cereales integrales
Espárragos Plátanos Legumbres
Ajos Albaricoques Patatas
Puerros Nectarinas Alcachofas de Jerusalén
También pueden ser añadidos en algunos alimentos cómo: leche, yogures, cereales, galletas, pan…
Además se pueden tomar en forma de suplementos.
¿Qué cantidad deberíamos tomar?
Actualmente, la cantidad recomendada no se conoce con exactitud. La mejor manera de tomar prebióticos es a través de la dieta, consumiendo diariamente alimentos variados ricos en fibra.
Para ampliar información puedes consultar el artículo Fibra, donde hablamos de la cantidad que tenemos que consumir y los beneficios que nos aporta.
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