Lo primero que ha de comprobar en los ojos es su tamaño, forma y ángulo. ¿Son redondos o alargados, grandes o pequeños? ¿Tienen una inclinación hacia arriba o hacia abajo, o son horizontales? Los ojos grandes y redondos indican una constitución más yin. La persona de ojos grandes y redondos es sensible, emotiva e intuitiva. Esta persona reacciona mal al estrés. Los ojos grandes indican talento artístico; los pintores, escritores y otros artistas suelen tener ojos grandes. Con frecuencia los ojos grandes y redondos señalan que la persona es visionaria, que ve el diseño grandioso de las cosas, que percibe los movimientos históricos, las tendencias políticas o las formas cambiantes de opinión.
A la inversa, estas personas tienden a descuidar los detalles de los trabajos. Ven la dirección en la cual debería ir una empresa u organización; ven también cómo se puede lograr eso en principio, pero suelen pasar por alto o descuidar los detalles en la realización de esos grandes proyectos.
Los ojos pequeños indican capacidad para ver y apreciar los detalles. A una persona de ojos pequeños le gustarán los números: contable o tenedor de libros. Tienen afinidad con lo básico y desean saber cómo se pueden llevar a la práctica los grandes diseños. Hacen las preguntas prácticas, prosaicas. Constituyen el complemento perfecto, esencial, para los visionarios. Lo que los visionarios ven, las personas prácticas lo llevan a cabo. Pero las personas de ojos pequeños generalmente no ven el total del diseño. Están tan inmersas en los detalles de un proyecto que tienen problemas para mirar y ver las formas en el cielo. Por lo tanto, rara vez tienen una visión de conjunto de un proyecto o de la dirección de una organización.
En general, los ojos redondos indican talento artístico. Los ojos grandes indican sensibilidad y talento artístico. Los ojos pequeños revelan atención al detalle, enfoque y naturaleza práctica. Los ojos pequeños y redondos indican un sistema nervioso yang fuerte y un talento artístico que lleva a la música. Revelan destreza manual y coordinación, y el tipo de mente que disfruta con las tareas absorbentes, como la del lenguaje de la música. Los músicos suelen tener un hermoso equilibrio yin-yang, en el sentido de que aprecian la armonía o totalidad de la música así como también sus matices. Han de traducir las amplias y etéreas vibraciones de la armonía a las duras realidades de las notas y sonido.
El pianista Vladimir Horowitz es un ejemplo perfecto de un artista con tales ojos. Sus ojos eran suaves, redondos, pequeños y sabios; irradiaban claridad y revelaban una mente viva y chispeante.
Después hay que mirar los ojos de la persona para observar si son horizontales o inclinados, hacia arriba o hacia abajo partiendo desde el puente de la nariz. La mayoría de los ojos inclinados bajan desde los lados de la cara hacia el puente de la nariz. Esta inclinación revela una fuerte ambición. Cuanto mayor es el ángulo de la inclinación, más grande es la ambición.
En las historietas se suele dibujar a los malos con unos ojos de este tipo con bastante inclinación; este ángulo extremo puede revelar avaricia y delirio de grandeza. Sin embargo, es necesario mirar muchos ojos para poder determinar qué es una fuerte inclinación. Muchas personas buenas y prósperas tienen los ojos con una inclinación que no es extrema y que no revela estas características negativas.
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Los ojos que se inclinan hacia arriba desde los lados de la cara hacia la nariz, revelan un carácter apacible y no ambicioso. Una persona con estos ojos generalmente está satisfecha de la vida. Estas personas no presionan ni situaciones ni a personas, y prefieren el camino de la menor resistencia. Son sensibles, y a veces un poco tímidas. Prefieren ceder un poco más para evitar conflictos o lucha.
Los ojos horizontales o en línea recta revelan equilibrio entre la ambición y la sensibilidad. La persona con este tipo de ojos tiene habilidades diplomáticas. Estas personas pueden ser muy buenas para negociar porque pueden ofrecer un determinado punto de vista, comprender la necesidad de transigir y, sin embargo, evitar entregarlo todo.
Veamos ahora la posición del ojo dentro de la órbita. Cuando el bebé nace, el iris, o parte coloreada del ojo, está hermosamente equilibrado entre el párpado superior y el inferior. Toca los dos párpados de manera que no queda nada de blanco o esclerótica ni arriba ni abajo. La esclerótica sólo se ve a los lados del iris. Esto indica un sistema nervioso sano y equilibrado. El bebé es despabilado y su estado de salud general es bueno. Cuando la persona muere, el iris sube y desaparece parcialmente bajo el párpado superior. La blanca esclerótica se ve por debajo.
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A esto en Oriente lo llamamos sanpaku, que significa que se ven «tres blancos». Tener estos tres blancos o sanpaku es corriente entre personas que están enfermas o agotadas. Es más pronunciado entre aquellas personas que están gravemente enfermas y se aproximan a la muerte. pulmones – intestino grueso
Los tres blancos revelan que el sistema nervioso de la persona está gravemente desequilibrado. La mente, el cuerpo y el espíritu de esa persona no están en armonía con las fuerzas mayores del cosmos. Su intuición está desconectada, su capacidad para evaluar a las personas y situaciones es débil. En general hay dos tipos de sanpaku. El primero es el sanpaku yin, en que el blanco se ve debajo del iris, lo cual es bastante común, sobre todo entre los drogadictos. En este caso el iris flota hacia arriba, dejando ver la esclerótica abajo. El segundo tipo es el sanpaky yang, en que el blanco se ve encima del iris; aquí el iris se hunde en el párpado inferior. Esto revela un carácter peligroso o violento.
Charles Manson tiene unos hermosos ojos sanpaku yang. Si el blanco se ve por debajo del iris, el trastorno es yin, e indica que el peligro viene de fuera. Una persona que tiene ojos sanpaku yin se va a colocar sin darse cuenta en situaciones peligrosas o de riesgo, y es posible que no sobreviva a ellas.
Si el blanco se ve por encima del iris, el trastorno es yang y el peligro viene de dentro. Una persona con ojos sanpaku yang es muy, muy violenta, iracunda, y es probable que sea un peligro tanto para sí misma como para otros. Es posible que se autodestruya, pero también podría arrastrar a otros consigo.
El filósofo macrobiótico George Ohsawa escribió un libro titulado You Are All Sanpaku [Todos sois sanpaku], dedicado, entre otros, a John Kennedy y Abraham Lincoln. Ohsawa decía que todas estas personas eran sanpaku graves, y por lo tanto tenían el juicio perjudicado, lo que indicaba mala salud y muerte prematura. Eran excesivamente sanpaku yin. Todas aceptaron el peligro, pero fueron incapaces de sobrevivir a él.
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El sanpaku yin, es decir, cuando el blanco se ve bajo el iris, es consecuencia de un excesivo consumo de substancias yin, como son el azúcar, los cereales refinados, el alcohol y los fármacos. El sanpaku yang, cuando el blanco se ve sobre el iris, se debe a un excesivo consumo de carne, sal y quesos secos, y a la complacencia en la violencia. El sanpaku yang revela un carácter centrado en sí mismo e inclinado a satisfacer sus propias ambiciones, a veces sin considerar el precio.
Los ojos equilibrados, en los cuales el iris toca los dos párpados, revela un estado equilibrado y buen juicio. Los ojos equilibrados se deben a una visión equilibrada de la vida y a hábitos alimenticios sensatos, sobre todo al consumo de cereales integrales y verduras frescas.
Cuando asesinaron a la ex primera ministra india Indira Gandhi, la revista Time publicó una serie de fotos de ella, incluso una tomada inmediatamente antes de que fuera asesinada. La fotografía muestra claramente sus ojos sanpaku yin, que reflejaban su condición y revelaban que estaba en peligro.
A veces los ojos de una persona parecen cruzarse o mirar en dos direcciones distintas. Cuando el ojo derecho mira hacia la derecha y el izquierdo hacia la izquierda, los japoneses los llamamos «ojos Londres y París»: uno mira hacia Londres y el otro hacia París. Estos ojos revelan un serio desequilibrio yin en el sistema nervioso: demasiados líquidos, azúcar, alcohol y fármacos.
La persona que tiene estos ojos es propensa a contraer diabetes y trastornos del sistema nervioso. Estas personas son también propensas a los accidentes; son más bien víctimas de accidentes que causas de ellos. Los accidentes les suceden porque sus ojos están desequilibrados. Estas personas tienen también mucha dificultad para tomar decisiones. No ven claramente su dirección y están desgarradas entre dos caminos, igual como sus ojos miran en dos direcciones. Los ojos que se cruzan, o bizquean, cuando están relajados, revelan problemas del sistema nervioso, hígado y corazón. La causa es el excesivo consumo de alimentos yang (carne, quesos secos y sal) y la existencia de profundos conflictos psicológicos.
Las personas de ojos bizcos van a causar accidentes porque tienen una visión limitada. Sus ojos también revelan un conflicto interior: los dos lados de su cuerpo y mente están en guerra. Ese conflicto se manifiesta en los fenómenos de la vida diaria. A una persona con ojos así debería preguntársele si sus padres se llevaban bien, o si había algún desequilibrio muy extremo en la familia. ¿Estaba enfermo alguno de sus padres? ¿Eran éstos muy voluntariosos e inflexibles?
Los ojos bizcos también revelan una gran frustración por no ser capaz de arreglar los conflictos satisfactoriamente. ¿Y cuando una persona nace con este trastorno? Es posible que los huesos cervicales hayan sufrido algún daño durante el parto y así hayan causado ese problema. O tal vez su madre comió muchos alimentos yang fuertes durante el embarazo. A veces un ojo mira hacia delante mientras que el otro vaga hacia la periferia. Si es el ojo izquierdo el que vaga, el problema estriba en la ingestión excesiva de substancias dulces (azúcar, cereales refinados, alcohol y drogas).
Si es el ojo derecho el que vaga, el problema se debe a demasiados alimentos de origen animal (carne, quesos secos, ave).
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