¿Los Endulzantes Artificiales Afectan La Microbiota Intestinal?

Muchos de los mitos que rodean a los endulzantes artificiales ya los he tocado en un artículo anterior, pero en los últimos años han habido investigaciones que tratan sobre cómo estos sustitutos de azúcar pueden afectar la microbiota intestinal.

La microbiota intestinal es a lo que antes se le conocía como la “flora intestinal”.

Con el tiempo el concepto ha cambiado porque de flora no tiene mucho más bien es una gran cantidad de bacterias que realizan muchas funciones en tu cuerpo.

Dentro de la microbiota intestinal existen bacterias tanto buenas como malas. Estas están en un equilibrio importante para tener una buena salud.

Si existen cambios en este microbioma intestinal, podrían crear desequilibrios entre bacterias buenas y malas, lo que podría provocar problemas de salud.

Dicho esto, en las últimas semanas se hizo bastante conocido un estudio que hablaba sobre cómo pueden impactar a la microbiota intestinal estos endulzantes.

Pero, ¿es esto cierto?

¿Cómo se adecua esta investigación a otros estudios?

¿Son seguros los endulzantes artificiales?

Por estos motivos, te platico sobre estas últimas investigaciones y si los endulzantes artificiales afectan a la microbiota intestinal o no.

 

Lo Complejo De La Microbiota Intestinal (Tiene Vida Propia)

Nuestro sistema digestivo está poblado por una cantidad enorme de microorganismos, incluyendo miles de especies bacterianas.

De hecho, eres más bacteria que humano

Esto debido a que se ha encontrado que las bacterias de tu cuerpo (incluyendo tu microbiota), suelen ser más numerosas que las células que componen tu organismo1.

Incluso, esta microbiota pareciera tener vida propia no por algo se le conoce como el “segundo cerebro”, porque además de que hay una gran cantidad de neuronas que influyen en todo el sistema digestivo, también está la microbiota intestinal, que es un ente por sí mismo.

Menciono esto porque la microbiota humana puede adaptarse una gran variedad de dietas, sin que estas causen un cambio significativo en el largo plazo.

Por ejemplo, en este estudio de un año de duración2, se encontró que tanto las dietas bajas en carbohidratos, como las bajas en grasas, causaron cambios significativos en el microbioma (el grupo de microorganismos dentro de tu sistema digestivo) de los participantes en los primeros 3 meses de duración.

Lo interesante es que, después de estos cambios iniciales, la microbiota de los participantes prácticamente regreso a su estado inicial por el resto de la intervención, a pesar de que siguieron manteniendo la misma dieta y pérdida de peso a lo largo de todo el año de estudio.

El microbioma parece responder (mediante algún tipo de cambio) a casi absolutamente cualquier cosa y de hecho, también puede responder a absolutamente “nada”.

los endulzantes artificiales afectan a la microbiota intestinal


Esto debido a que se encontró en un estudio que examinó las variaciones del día a día en la microbiota de las participantes (todas mujeres), donde no hubo ninguna intervención intencional.

Los resultados mostraron que, aun sin haber cambios significativos en el día a día de estas personas, sí que hubieron cambios volátiles significativos en su microbioma3.

Por si esto no fuera suficientemente confuso, cada persona tiene un microbioma único (debido a las diferencias culturales de alimento, bebida, y perfiles genéticos), lo que significa que cada persona puede reaccionar diferente a la misma dieta.

Está claro que el microbioma es volátil, único y siempre está adaptándose, pero las ramificaciones que esto puede tener son poco conocidas al día de hoy.

Sabiendo esto, ¿cómo podrían cambiar a la microbiota intestinal los endulzantes artificiales?

Desafortunadamente hay poca información que nos muestre lo que en realidad pasa con el microbioma y su relación con los sustitutos de azúcar.

En este artículo vamos a hablar de aquellas investigaciones que sí valen la pena mencionar, para ayudarnos a esclarecer un poco más este tema.

Pero, antes tenemos que tocar un punto muy importante que suelen tener muchas personas al escuchar sobre los endulzantes artificiales, y es el miedo a lo que no es “natural”.

 

Miedo A Lo Que No Es “Natural”

Muchas personas suelen tener miedo a todo lo que contenga la palabra “artificial”, como si fuera una especie de veneno.

Y gran preocupación con estos productos es el riesgo de sufrir cáncer aunque los estudios han demostrado en las últimas décadas que los endulzantes artificiales NO tienen un potencial alto de causar cáncer4.

Tampoco ayuda que los medios de comunicación y redes sociales, intentando generar controversia siempre, utilizan algunas investigaciones para alarmar sobre relaciones encontradas entre el consumo de endulzantes artificiales con la obesidad y la diabetes.

Pero, por lo general, estas investigaciones son solo estudios observacionales; es decir, que solo identifican una relación, pero no se puede asegurar una causalidad.

Y es que, es normal encontrar una relación entre el consumo de estos productos con algunas enfermedades porque, las personas que las sufren, son las que suelen buscar más los endulzantes artificiales para poder atacar a esa enfermedad de forma más efectiva; por ejemplo, quienes sufren diabetes suelen consumir mucho más estos productos.

Pero eso no significa que el consumo de estos endulzantes artificiales sea lo que haya causado esas enfermedades en primer lugar.

De hecho, es todo lo contrario, los programas para combatir la obesidad o la diabetes suelen incentivar a las personas a que cambien los endulzantes regulares por artificiales, ya que estos no aumentan el consumo de calorías ni provocan aumentos de insulina5.

azúcar celia cruz


Otros dicen que podría estimular más el apetito porque el cuerpo buscará el azúcar que no obtiene de los endulzantes artificiales, pero esto no tienen ningún sentido y ya ha sido desmentido totalmente6.

Esto está claro, los endulzantes artificiales no aportan calorías, no estimulan más el apetito y tampoco afectan a personas con diabetes pero, ¿podrían afectar a la microbiota intestinal?

 

Los Primeros Estudios Que Mostraron Alteraciones En La Microbiota Intestinal Debido A Los Endulzantes Artificiales

Es cierto que hay algunas investigaciones que han encontrado relación entre el consumo de endulzantes artificiales y una disrupción en la microbiota.

Por ejemplo, una investigación de 2014 mostró que los endulzantes artificiales alteran la microbiota intestinal7.

Los investigadores concluyeron que consumir endulzantes artificiales altera el microbioma y causa enfermedades metabólicas, particularmente la disglucemia (intolerancia a la glucosa que suele evolucionar en prediabetes o diabetes).

Pero este estudio tuvo muchas limitaciones.

Una de estas fue que la mayoría de estudios investigados fueron realizados con ratones.

Los roedores tienen metabolismos muy diferentes a los de los humanos. Extrapolar las dosis de uno a otro es particularmente difícil.

Únicamente 2 estudios dentro de la investigación fueron realizados en humanos. Uno de esos estudios fue observacional, y lo que encontró fue una relación entre el consumo de endulzantes artificiales con varios marcadores de diabetes.

Pero, como vimos antes, es normal en un estudio de esta naturaleza el encontrar relaciones SIN causalidad. De hecho, esto se puede comprobar porque, las personas a quienes se les relacionó con estos problemas de salud, tenían porcentajes de grasa corporal más altos, lo que sugiere que los resultados que presentaron se debieron más a su condición metabólica que al uso de endulzantes artificiales.

Incluso, tiempo después se publicó un estudio en el mismo portal (Nature) donde se demostró que las personas con más sobrepeso solían consumir más endulzantes artificiales para poder perder peso8.

 

El Estudio Que Se Hizo Famoso Por “Demostrar” Cómo Afectan Los Endulzantes Artificiales A La Microbiota Intestinal

En 2022 se publicó otro estudio que fue bastante popular dentro de la comunidad preocupada por la salud y el fitness, y es el estudio que mencioné en la introducción de este artículo.

La investigación fue grande y analizó el impacto del consumo de endulzantes artificiales en la composición del microbioma y el control glicémico.

Se incluyeron a 120 adultos saludables (78 mujeres y 42 hombres) con una edad media de 29.95 años, quienes no habían consumido antes ningún endulzante artificial9.

También tuvieron criterios de exclusión, como estar embarazada o dando pecho, el consumo de antibióticos, abuso de alcohol u otras substancias, etc.

Asignaron a los participantes a 6 grupos de 20 personas cada uno:

sacarina + vehículo de glucosa

sucralosa + vehículo de glucosa

aspartamo + vehículo de glucosa

stevia + vehículo de glucosa

únicamente el vehículo de glucosa (grupo placebo)

ningún tratamiento (grupo de control) La sacarina, sucralosa, aspartamo y estevia, son de los endulzantes artificiales más conocidos. El vehículo de glucosa no es otra cosa más que una pequeña cantidad de carbohidrato para añadir volumen y textura al producto.

Lo que hicieron los investigadores fue dividir el estudio en 3 fases:

pasaron 7 días tomando mediciones de metabólicos basales (su estado inicial)

metabolómica (el estudio de los procesos químicos que involucran metabolitos, que son los subproductos remanentes del proceso metabólico)

toma de medidas microbianas Después de 2 semanas de intervenciones, se suspendió todo tipo de suplementación y los participantes fueron monitoreados durante los 7 días siguientes.

Para determinar los efectos de los endulzantes artificiales en los niveles de glucosa en sangre, los participantes llevaron puesto un monitor continuo de glucosa en sangre durante toda la duración del estudio.

monitor de glucosa contínuo


Se tomaron muestras en días predeterminados de antropometría (medidas corporales), pruebas orales de tolerancia a la glucosa, así como de sangre y microbioma intestinal.

Los participantes ingresaron toda su actividad física y alimentaria en tiempo real mediante una app en sus smartphones.

Además, también realizaron transplantes de las heces humanas a las de roedores, para poder ver si esos microbios intestinales alterarían el control glicémico en los roedores que recibieron los transplantes.

Los investigadores concluyeron 3 resultados de la investigación:

la sacarina y la sucralosa afectan negativamente la tolerancia a la glucosa en adultos saludables

los endulzantes artificiales modulan funcionalmente el microbioma intestinal y oral en humanos

las características del microbioma se correlacionan con el impacto de los endulzantes artificiales en la respuesta glicémica humana Ahora vamos a detallar de forma breve cada uno de estos.

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1. La sacarina y la sucralosa afectan negativamente la tolerancia a la glucosa en adultos saludables

Se encontró que estos 2 endulzantes afectaron a la tolerancia de la glucosa, aunque este efecto no se notó para la estevia o el aspartamo.

El que algo afecte la tolerancia a la glucosa significa que los niveles de glucosa en sangre de los participantes fueron más altos de lo normal (aunque no tan altos para ser diagnosticado como diabetes), lo que podría incrementar su riesgo futuro de desarrollar diabetes o enfermedad cardiovasculares.

Además, se observó que todos los endulzantes artificiales indujeron cambios en el microbioma, y que los transplantes también reprodujeron las alteraciones glicémicas en los roedores.

Pero, antes de ver a los endulzantes artificiales como el diablo, vamos a ver algunos problemas con estas conclusiones más adelante.

 

2. Los endulzantes artificiales modulan funcionalmente el microbioma intestinal y oral en humanos

Los 4 endulzantes utilizados tuvieron un efecto significativo en la función del microbioma intestinal, siendo la sucralosa el que tuvo mayor impacto.

La sucralosa y la sacarina también afectaron de manera significativa la composición del microbioma. Aunque, esto se debe comparar con los demás estudios para poder sacar conclusiones.

 

3. Las características del microbioma se correlacionan con el impacto de los endulzantes artificiales en la respuesta glicémica humana

El estudio se enfocó en la sucralosa porque este endulzante artificial es absorbido pobremente y es más probable que interactúe con el microbioma intestinal.

De los 2 endulzantes artificiales que impactaron de forma significativa la tolerancia a la glucosa, el grupo de sucralosa también mostró mayor variabilidad entre individuos, lo que dio oportunidad a investigar las respuestas glicémicas de forma personalizada.

Vale, estos fueron los resultados que comentaron los investigadores, pero existen muchos problemas que no se tomaron en cuenta.

 

Problemas Con Los Estudios

El primero es que estos resultados contradicen los encontrados en otro estudio que reportó que no hubieron impactos significativos en el control glicémico o en la composición del microbioma intestinal cuando se consumió sucralosa10.

En segundo, según el estudio, los participantes no habían consumido nunca algún endulzante artificial .

Hay que ser escépticos de este argumento porque, al día de hoy, es difícil que alguien no haya consumido ya algún tipo de endulzante artificial.

Menciono esto porque, una gran cantidad de productos son hechos con estos endulzantes y la gran mayoría del planeta los ha consumido, aun sin que se hayan dado cuenta, incluso de forma frecuente11.

cuál sustituto de azúcar es mejor


Y esto se comprueba de forma muy fácil porque, los 120 participantes que incluyeron, fueron los que quedaron después de filtrar a 1,375 individuos que se habían propuesto para ser parte del estudio con lo que no se contaba, es que la gran mayoría de ellos (más del 90%) no sabían que en realidad SÍ estaban consumiendo endulzantes artificiales sin saberlo.

Esto significa que, las 120 personas que quedaron tenían hábitos de vida muy específicos, representando a una minoría en términos de población, lo que no podría ser un buen indicio para sacar conclusiones para el público en general.

Otro problema con esto es que midieron la tolerancia a la glucosa mediante las pruebas orales de tolerancia a la glucosa realizadas en casa

Esto es un problema porque este tipo de pruebas no son el “estándar de oro” para tomar mediciones de este tipo, incluso cuando se hacen con la técnica perfecta12.

Además de que el procedimiento para tomar estas muestras es bastante complicado, lo cual es muy inconveniente para realizarlo en casa y sin supervisión de un profesional:

los participantes tenían que estar en ayuno (nada de alimento o bebida, excepto agua) por al menos 10 horas pero no más de 16

después de la medida de la glucosa inicial, los participantes debían consumir una bebida que tuviera una cantidad alta de azúcar

después se debía tomar otra prueba a los 30 minutos

otra una hora después

otra 2 horas después

y una última 3 horas después

durante la duración de las pruebas, los participantes deberían estar acostados o sentados Los participantes completaron un total de 9 de estas pruebas a lo largo de la duración del estudio.

Conociendo la naturaleza humana, es casi imposible pensar que todos los participantes realizaron estas pruebas sin supervisión.

Por si esto fuera poco, los resultados de este tipo de pruebas pueden ser influenciados por no tener el tiempo adecuado de ayuno o tener un tiempo mayor del mismo, así como tener o no actividad física o incluso el estrés de saber que iban a consumir el endulzante artificial, sabiendo que los habían evitado toda su vida.

Esto puede crear el famosísimo efecto placebo, que es más fuerte de lo que podríamos imaginar.

De las 1080 pruebas de tolerancia a la glucosa que se esperaban, cerca de 100 de ellas se perdieron o fueron descartadas por deficiencias en la calidad de las tomas.

Lo irónico es que estas pruebas fueron la principal fuente de datos para sacar las conclusiones del estudio.

cual sustituto de azucar es el mas saludable


Tomando en cuenta lo anterior, es importante aclarar que las diferencias en la tolerancia a la glucosa fueron sutiles, nada extremo.

En cuanto a la microbioma intestinal, ocurrieron cambios en las especies de la microbiota y hubo variación entre individuos.

En este caso, la sacarina y la sucralosa son digeridas y absorbidas de forma muy lenta, y la mayoría es excretada por las heces sin que cambie mucho su composición.

Este tiempo mayor de interacción con el microbioma puede provocar distintas interacciones.

Lo interesante es que todavía no se puede determinar si estos cambios son malos o buenos.

Recordemos que ya vimos que la microbiota intestinal es sumamente volátil y que casi todo hace que varíe, pero esas variaciones no siempre son malas.

Por ejemplo, en la investigación que estamos analizando, se encontró una mayor producción de butirato en el grupo que consumió endulzantes artificiales.

El butirato es producido cuando las bacterias “buenas” del intestino desmenuzan la fibra dietética y se ha encontrado que esto está relacionado a mejores resultados en la salud como un menor pico de insulina después de comer13 y una reducción de inflamación asociada con la diabetes14.

También se incrementó el propionato en el grupo que consumió sucralosa. El propionato tiene varios beneficios a la salud, incluyendo reducción del colesterol15, ayudar a mantener un peso saludable y reducir la ingesta de alimento en exceso16.

Estos son efectos saludables pero, por otro lado, también hay negativos.

  Por ejemplo, en el grupo que consumió sacarina, se vio un incremento de sulfato de indoxilo, el cual es una toxina que se acumula en la sangre de pacientes con una función renal obstaculizada.

Esta toxina también se ha visto que puede inducir al estrés oxidativo17, estimular la liberación de micropartículas endoteliales18 (marcadores de la disfunción endotelial, que se refiere a las células que recubren el corazón y vasos sanguíneos), y también la de disminuir la capacidad de sanación endotelial19.

Esto significa que, para personas que sufran de enfermedades renales crónicas, disminuir el consumo de endulzantes artificiales (sacarina, específiacmente) sería una buena idea20.

Pero, quienes tienen riñones saludables no tendrán problemas; es decir, el hecho de que se tenga algún tipo de enfermedad renal provoca que se hagan algunos cambios en lo que se come o bebe, pero esto no significa que los endulzantes artificiales sean lo que provoquen estos problemas de salud.

Otro punto interesante del estudio fue que se encontró que el valerato (un metabolito intestinal) incrementó en el grupo que consumió sucralosa.

Se ha encontrado en estudios que este metabolito suele estar relacionado con la incidencia de diabetes tipo 2, enfermedad arterial y mortalidad cardiovascular21.

 

Cómo Encajan Estos Estudios Con Los Demás

La glucosa en sangre puede incrementar debido a una gran variedad de factores:

estrés

creencias

emociones

placebos

la hora del día

etc. Los resultados de un meta-análisis de 2022 que ya mencionamos6, encontró que en una intervención de 3-52 semanas de duración, cambiar las bebidas azucaradas por bebidas con endulzantes artificiales fueron asociadas con:

reducción del peso

disminución del índice de masa corporal (IMC) 

menor porcentaje de grasa corporal  

disminución de grasa en el hígado Los investigadores hacen mención de que los beneficios de los endulzantes artificiales fueron similares a los del consumo de agua pura y que los impactos en el control glicémico fueron mínimos.

Un meta-análisis de 2020 restringió sus estudios a pacientes con diabetes tipo 1 o 2 y no encontró evidencia de algún daño o beneficio substancial en estas personas22.

De igual forma, los estudios han encontrado que, las personas con diabetes, NO tienen efectos negativos con el consumo de endulzantes artificiales en el largo plazo23.

E incluso, se ha demostrado que consumir estos endulzantes no se asocia con marcadores de pre-diabetes en personas que los consumen, e incluso no se encuentran diferencias si se compara con el consumo de agua24.

Otro meta-análisis de 2020 hizo notar que el consumo de endulzantes artificiales puede tener un efecto neutral en el control glicémico y de peso corporal, y que podría tener un efecto benéfico en la regulación del peso corporal a largo plazo25.

Y otra investigación donde se analizaron docenas de estudios que duraron más de 2 semanas, mostraron que los endulzantes artificiales lograr un mejor control glicémico y apoyaron la pérdida de peso26.

Si el consumo de endulzantes artificiales fuera tan negativo y peligroso, ya deberían haber muestras de este hecho en otras investigaciones.

 

No Todos Los Endulzantes Son Iguales

Los mecanismos de los endulzantes hacen difícil que puedan afectar a la microbiota intestinal.

Además, no existe solo uno de estos sustitutos de azúcar, sino que existe variedad considerable de estos productos.

Por lo que no podemos generalizar y decir que absolutamente todos los endulzantes se metabolizan y provocan lo mismo en el cuerpo humano.

Así que ahora vamos a examinar las diferencias entre los distintos endulzantes artificiales.

 

Sacarina

La sacarina comercial es 95% glucosa.

La sacarina no es digerida o metabolizada en el cuerpo humano, por lo que es difícil pensar que podría afectar a la microbiota intestinal.

La mayoría de la sacarina es absorbida y excretada sin cambio por los riñones antes de que alcance al intestino grueso, donde está la mayor parte de nuestra microbiota intestinal.

El remanente pasa a través del cuerpo sin digerirse y tampoco es utilizado como combustible para la microbiota.

En este estudio27 (y en contrario a lo encontrado en una de las investigaciones anteriores que analizamos), se encontró que en todas las investigaciones analizadas desde 1920, han encontrado que el consumo de sacarina pura no tiene efectos negativos en el azúcar en sangre ni en los niveles de insulina; siendo muy segura para consumir por personas con diabetes en niveles considerados como “seguros” (hasta 5mg por kilogramo de peso corporal al día).

 

Aspartamo

A pesar de que es producido de manera sintética, el aspartamo es en realidad una unión de 3 aminoácidos naturales que podemos encontrar con facilidad en nuestro cuerpo y comida: fenilalanina, ácido aspártico y metanol.

Al ser una unión de aminoácidos, el aspartamo se digiere prácticamente igual que la proteína que obtenemos de los alimentos: es desmenuzada rápido en los aminóacidos que lo conforman y después absorbido por el organismo28.

Nada de estos compuestos llega al intestino grueso donde vive la mayor parte de nuestra microbiota intestinal. Esto significa que nada de aspartamo llega a tu sangre u órganos, incluso con dosis muy grandes.

Por eso es que es muy difícil encontrar un mecanismo por el cual el aspartamo pueda afectar a la microbiota intestinal. De hecho, en una investigación canadiense se encontró precisamente esto: no hubo efecto en la microbiota intestinal de los participantes que consumieron aspartamo29.

La ingesta diaria recomendada como segura es de 40 mg por kilogramo de peso corporal al día.

Si ponemos esto en contexto, una persona de 80 kg podría consumir unos 86 paquetes de este tipo de endulzante al día y seguir sin ver efectos negativos en su salud, ni en su microbiota intestinal.

Por si esto fuera poco, los niveles considerados como seguros suelen tener un margen de error de 100 veces la dosis segura. Es decir, que los investigadores, después de encontrar un nivel de consumo que no causa daños, lo dividen entre 100 para tener un margen de error y asegurarse de tener un buen colchón de protección en sus cálculos.

 

Sucralosa

El endulzante artificial más conocido que utiliza este sustituto es la Splenda.

Este es producido de forma sintética, pero la sucralosa es solo una modificación del azúcar de mesa regular (sacarosa).

Esta modificación hace que la sucralosa no esté “disponible” para las enzimas del cuerpo humano que desmenuzan normalmente a los glúcidos; de esta manera, no pueden afectar el azúcar en sangre ni aportar energía (calorías).

De hecho, el cuerpo humano no puede hacer mucho con la sucralosa apenas y puede digerirla, absorberla, o metabolizarla.

La mayor parte de esta solo pasa a través de nosotros y es excretada mediante las heces. La pequeña parte que es absorbida es excretada por nuestros riñones mediante la orina sin ser digerida.

Existe una gran abundancia de estudios en humanos que apoyan la seguridad del consumo de sucralosa en sus niveles considerados como seguros (15 mg por kilogramo de peso corporal al día)30 10 29.

Si pesas unos 80 kilos, y si sabemos que en un paquete de Splenda hay unos 12 mg de sucralosa, eso significa que se pueden consumir de forma segura hasta 100 paquetes de Splenda al día.

Aunque claro, nadie en su sano juicio pensaría en consumir tanto endulzante de azúcar

 

Estevia

El extracto de estevia es el único endulzante con el cual sí puede alimentarse nuestra microbiota intestinal.

Esto significa que la estevia sí podría afectar a nuestra microbiota intestinal.

Se ha encontrado en estudios que, tanto en humanos como en roedores, consumir extracto de estevia puede alterar las concentración de bacteria en los intestinos, aunque el efecto es mínimo31.

Así lo ha dicho la European Food Safety Authority, quien dice que, aunque el consumo de estevia puede reaccionar a algunos compuestos en el cuerpo humano, parece ser seguro para su consumo hasta los niveles de ingesta recomendada32.

Estos niveles son de 4 mg por kilogramo de peso corporal al día de esteviol o un equivalente de él.

 

Conclusión

La microbiota intestinal es sumamente compleja y todavía falta mucho tiempo para poder comprenderla mejor.

De igual manera, los endulzantes artificiales necesitan tener más estudios para comprobar que realmente no afectan al microbioma humano

Pero, hasta donde sabemos, la mayoría de endulzantes artificiales tienen más efectos positivos que negativos.

De hecho, contrario al alarmismo de los medios de comunicación, la mayoría de instituciones de salud mencionan que los endulzantes artificiales son seguros para su consumo. Algunas de estas instituciones son:

Federal Department of Agriculture

European Food Safety Authority

National Cancer Institute

Joint Food and Agriculture Organization of the United Nations

World Health Organization

Expert Committee on Food Additives Lo que sí han encontrado las investigaciones, es que los cambios en la dieta (que no están necesariamente relacionados con el consumo de endulzantes artificiales) es lo que crea los mayores cambios en la microbiota intestinal.

Los endulzantes artificiales siguen siendo un avance tecnológico bastante efectivo y conveniente que puede ayudarnos a perder peso y mejorar el control glicémico.

La única precaución en su consumo sería para aquellas personas con enfermedades renales, ya que el consumo de endulzantes artificiales (sacarina principalmente) podría causar algún tipo de interacción con los riñones. Aunque, si tienes riñones sanos, no debería haber ningún problema.

También es buena idea que los niños pequeños y mujeres embarazadas eviten consumir demasiado de estos productos (solo para estar completamente seguros).

Recuerda que esto es solo informativo y que la mejor opinión la tendrá tu médico de confianza .

 

Esculpe Tu Vida, Comienza Con Tu Cuerpo.

-Mike.

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Microbiota y microbioma En primer lugar, hemos de distinguir el microbiota del microbioma. La microbiota es el conjunto de microorganismos que viven en el organismo del ser humano y que interactúan con las células. Estos son bacterias, arqueas, hongos, virus y parásitos. En cambio, cuando nos referimos al microbioma hace referencia al ecosistema de estos microorganismos, es decir, el tipo de comun ...

La flora intestinal, la obesidad y cómo arreglarlo con la dieta En nuestro intestino habitan 100 billones (millones de millones, que ahora hay que explicarlo) de bacterias de entre 300 y 1.000 especies diferentes. En conjunto esas bacterias tienen más de tres millones de genes diferentes, mientras que tus células solo tienen 23.000. Nos ganan por goleada. La relación que mantenemos con estas bacte ...

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¿Habías escuchado hablar de los edulcorantes? Es posible. Si te ha tocado ir al médico a un chequeo general y te ha dicho que debes reducir o eliminar el consumo de azúcar, seguramente te habrá recomendado el uso de edulcorantes en su lugar. Desde hace algunos años, los edulcorantes se han convertido en una de las alternativas por excelencia para sustituir la cantidad de azúcar que consumimos a tr ...

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En tu intestino hay millones de bacterias, virus, hongos y levaduras. Es el microbioma. Pero los organismos más beneficiosos que hay en ella, son bacterias. En tu microbiota, podemos encontrar 7 tipos (filos) de bacterias. Los más importantes son los firmicutes, los bacteroidetes y los actinobacterium. Representan el 95% de tus bacterias intestinales. La gran mayoría son anaerobias, es decir no ne ...

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Desde hace tiempo se sabe, que la microbiota intestinal posee una asociación de simbiosis en nuestro organismo. Estos microorganismos compuestos por bacterias, virus, parásitos han sido objeto de diversos estudios. En uno de los más recientes se logró determinar que, muchos alimentos de la dieta occidental promueven la inflamación intestinal de bajo grado. De este importante tema ya he hablado en ...

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La Cocina Ortomolecular: "Que tu alimento sea tu medicina" Beneficios de los curcuminoides en la salud intestinal Los resultados de un reciente ensayo clínico sugieren que los curcuminoides que se encuentran en la cúrcuma modulan la composición y población de las bacterias intestinales y potencialmente ofrecen beneficios para la salud del huésped. Los resultados de un reciente ensayo clí ...

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Desde hace tiempo se sabe, que nuestro cuerpo es un ecosistema complejo y esto ha sido comprobado mediante diferentes estudios. Cabe destacar, que se han estudiado en profundidad diversos aspectos de la microbiota y su efecto sobre la obesidad. Más recientemente, se han realizado diversos estudios que señalan el efecto de la microbiota sobre la función mental. De este tema, que es de sumo interés ...

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Los edulcorantes artificiales son muy utilizados hoy en día como aditivos en alimentos y bebidas para reemplazar el azúcar. Se ha dicho en muchas ocasiones, el perjuicio que el organismo recibe de los edulcorantes artificiales hasta el punto que pueden provocar cáncer… ¿Será esto cierto? Recibí un mensaje de Dariamny una seguidora de Kansas, quien me comentó su preocupación, porque a pesar ...

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