Sáltate las duchas largas y de vapor y opta por unas cortas y con agua mas fría.
Las duchas largas y calientes eliminan la humectación de la piel y lavan los aceites que la protegen.
Así que limita tus duchas a 10 minutos y mantén el agua fría.
Resequedad de la piel
Revisa la resequedad de tu piel al rascar un área pequeña en tu brazo o pierna con tu uña.
Si deja una marca blanca, tu piel esta de hecho seca y necesita tanto humectación como exfoliación. (Por ejemplo, remover la capa más externa de células muertas de la piel).
Cuello y pecho
Trata tu cuello y pecho como una extensión de tu cara.
El área de tu cuello y la parte superior de tu pecho esta cubierta por una piel muy sensible, haciéndola un punto principal para signos reveladores del envejecimiento como resequedad, manchas por el sol y arrugas.
Para mantener esta área joven utiliza cremas limpiadoras faciales que hidraten y limpien gentilmente en vez de jabones desodorantes, los cuales pueden resecar la piel.
Termínala con una buena crema facial humectante.
Si esta área es extra seca, utiliza una mascarilla facial dos veces al mes.
Humidificador
Utiliza un humidificador cada noche para humectar el aire en tu cuarto.
No solo aliviará la piel reseca y la picazón, sino que también serás capaz de respirar el aire humectado más fácilmente.
Productos limpios
Mantén tus productos de belleza limpios y simples, particularmente si tienes una piel sensible.
Mantente lejos de productos con color, fragancias o aquellos que producen burbujas o tienen la palabra antibacterial en la etiqueta. Todos esos pueden irritar la piel.
Manos y pies
Para unas manos y pies suaves, úntalos con crema hidratante y luego colócate unos guantes y medias de telas mientras duermes.
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Tonificante
Tonifica tu piel con una combinación de salvia, menta y olmo escocés.
La salvia ayuda a controlar el aceite, la menta crea un cosquilleo fresco y el olmo escocés ayuda a restaurar la capa protectora de la piel.
Combina 4 onzas de olmo escocés con una cucharadita de salvia y una de hojas de menta, y déjala reposar por uno a tres días antes de aplicar a tu piel.
Esponja para el baño
Utiliza una esponja diariamente para mantener los pelos encarnados y escamas de la piel bajo control.
Mientras estés en la ducha, gentilmente exfolia la piel desigual y escamosa con movimientos circulares para eliminar las células muertas.
Para una piel extra suave, rocía unas cuantas gotas de un producto alfa hidróxido en la esponja antes de exfoliar.
Polvo de bebé
Utiliza polvo de bebé sin esencia para mantener las áreas donde la piel choca con la piel – como por ejemplo los muslos internos, las axilas, debajo de los senos – limpias y secas.
Esto es importante para prevenir una condición común de la piel llamada intertrigo, la cual ocurre cuando tales áreas permanecen húmedas, fomentando el crecimiento de bacterias y hongos.
Bajo el sol
Si te estás preparando para un día en el sol, mantente lejos de lociones y perfumes con esencia.
Los productos con esencia pueden llevarte a una piel con manchas cuando se expone al sol.
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Aloe vera
Aplica gel de aloe vera sobre la piel extra reseca.
Los ácidos en el aloe eliminan las células muertas de la piel y aceleran el proceso de sanación.
Corta el extremo de una hoja de aloe vera, ábrela y coloca el gel en el área reseca.
Codos secos
Sumerge los codos secos y ásperos en mitades de pomelo.
Primero, exfolia tus codos en tu baño o ducha, luego corta un pomelo por la mitad y descansa los codos en cada mitad, dejando que se remojen por 15 minutos.
El acido en el pomelo provee un poder extra suavizante.
Sudar un poco
Ve a divertirte, monta tu bicicleta, ejercítate en el jardín en un día caluroso – todo lo que haga que sudes.
Sudar es la forma natural de eliminar los químicos tóxicos que se pueden acumular debajo de la piel.
Además, el ejercicio regular mantiene la circulación saludable y el flujo sanguíneo por todo tu cuerpo, incluyendo tu piel.
Si estas ejercitándote al aire libre, recuerda usar protector solar en tu cara que te proteja contra los rayos UVA y UVB, o un humectante con protección solar.
Estaciones
Cambia los hidratantes cada vez que haya un cambio de temporada.
Tu piel necesita más humectación en el invierno que en el verano.
Así que el mismo día que traigas esos suéteres para el invierno, compra un humectante espeso.
Cuando cambies los suéteres por los shorts, cambia por uno menos espeso.
Destructores de la piel
Evita estos tres destructores de la piel: Fumar, salones de bronceado y baños de sol.
Todos estos tres envejecerán tu piel prematuramente.
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Crema con vitamina C
Para una doble protección de la piel, aplica una crema que contenga vitamina C a tu cara sobre tu protector solar.
La crema ayuda a prevenir el daño de la piel de la cara, la deshidratación y las arrugas.
También prueba cremas para la piel que contengan vitamina E o beta caroteno.
Aceites esenciales
Utiliza un espray con aceites esenciales de rosa, sándalo o bergamota mezclado con agua.
Estos aceites son muy buenos para hidratar la piel.
Para crear un espray de hierbas mezcla unas cuantas gotas de aceite esencial con agua en una pequeña botella y aplícalo sobre tu cara cuando sea que tu piel necesite un pequeño impulso.
Tu piel es más flexible cuando esta hidratada, así que un espray ayuda a evitar las líneas y las arrugas por movimientos generales.
El hidratante también mantiene a los contaminantes lejos y mantiene los lubricantes naturales de tu piel.
Y como bono: tu maquillaje permanecerá más tiempo y se verá más natural.
Crema natural fría
Limpia tu cara y cuello con una crema natural fría y síguelo con un enjuague de agua de rosas y glicerina dos veces al día para remover los contaminantes que dañan la piel.
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Manos lejos de la cara
¡Mantén tus manos lejos de tu cara!
Debido a que tus manos tocan diferentes superficies, ellas son un imán para la tierra y gérmenes.
Al frotar tus ojos, golpear tu mentón, tocar tus mejillas estas transfiriendo todo lo que está en tus manos a tu cara.
Bebidas alcoholicas
Bebe solo un vaso de vino o una bebida alcohólica.
El beber en exceso agranda los vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel de tu cara.
Frotarse los ojos
Nunca frotes tus ojos – en vez de eso, aplica compresas.
La piel de tu cara es extremadamente delicada, especialmente debajo de tus ojos.
Así que usa un toque muy ligero en tu cara todo el tiempo.
Si tus ojos pican, aplica una compresa fría, o una toallita en el área, o trata con una almohadilla de algodón humedecida con tonificador o con olmo escocés.
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