Me di cuenta de que es muy frecuente en las mujeres el sentirnos menos conforme pasan los años. Aprendemos que tenemos que estar siempre para los demás, descuidándonos a nosotras.
Y que muchas veces, nos hacen creer que debemos esperar a encontrar la dulce historia de amor que nos dará las llaves de la felicidad.
Y no siempre es cierto. Solo que a veces, lo descubrimos a partir de sucesos que cambian nuestra vida y la manera en que la vemos. Desgraciadamente, también aprendemos a culparnos por ello.
Y en este taller, mi objetivo es transmitir el mensaje que la vida me ha dado la oportunidad de aprender con mi propia vida: Tú eres el líder de tu vida, nadie más.
Lo se a través de mi matrimonio, de mi maternidad, de mi profesión, etc. Todas las relaciones personales que nos rodean son importantísimas, pero somos solo compañeros de viaje, no podemos darle a otros lo que no sabemos brindarnos a nosotros. Aunque seamos coparticipes en este momento de coincidencia, no podemos asumir las expectativas de vida de los demás.
El reto es llegar un consenso en el que aportemos unos a otros lo mejor de cada uno, sin imposiciones, sin dramas, sin dolor.
Pero para lograrlo con los demás, necesitamos empezar por uno mismo. Entendiendo que somos importantes, irreemplazables, nos daremos el respeto que merecemos, cuidando nuestra salud en todos sus aspectos.
Pronto estaré compartiéndoles los videos de las conferencias de este curso, para que compartamos reflexiones al respecto.
¿Tu eres el líder de tu vida?