La leucorrea es causada por un aumento en los niveles de hormonas, particularmente de estrógeno, que causan exceso de secreciones de las glándulas cervicales. Estas secreciones ayudan a limpiar el área de la vagina, por lo que incluso si te sientes incómoda, es una señal de que tu cuerpo está haciendo lo que necesita hacer para mantenerse sano. Algunas mujeres tienen tanto flujo vaginal que requieren usar protectores diarios durante todo el día. Esto puede ser alarmante si ya estás al parir, ya que puedes temer que en realidad sea el líquido amniótico, sin embargo, en muchos casos, se trata simplemente de una descarga normal. Así que, ¿cómo saber cuál es? En este artículo tenemos algunas pautas para ayudar te a solucionar el problema “normal”:
Secreción normal: la secreción normal debe ser de color blanco, lechoso, y sin olor. A veces incluso se puede notar algunos pequeños grumos pegajosos, o con apariencia de moco, ya sea en tu ropa interior o cuando te limpias después de orinar, pero esto está también dentro del rango normal. Durante tu embarazo, puedes notar un aumento en la secreción a medida que avanzan los meses, pero nada dramático en el día a día. Un protector (sin olor) debería ser suficiente para mantener la descarga contenida y para que estés cómoda durante varias horas.
Secreción anormal: la secreción anormal será gruesa o incluso con textura de queso cottage, de color amarillo o verde, o teñida de sangre. Puede tener un olor desagradable. Puedes sentir picazón o ardor en el área vaginal. Estos son síntomas de una infección o una enfermedad de transmisión sexual. Además, si sientes un “chorro” que sale todo a la vez, es probable que sea una señal de que el agua se te está rompiendo.
Si usted tiene la sensación de que tu flujo no es normal, es una buena idea consultar con tu médico. Por lo general, el médico puede evaluar el problema con una prueba de cultivo simple. Si sospechas que tu agua se está rompiendo o que se filtra la del líquido amniótico, dirígete al hospital.
Otra posibilidad puede ser que se filtre la orina, que es común hacia el final de su embarazo, pues hay más presión sobre la vejiga. Algunas mujeres tienen un problema con la pérdida de orina al estornudar, toser o reír con fuerza. Con la aprobación de tu médico, te puede ayudar el acondicionar tus músculos con ejercicios de Kegel.
Si estás en tus últimas semanas de embarazo y de repente ves un pegote grueso de mucosa fibrosa, puedes estar perdiendo tu tapón mucoso. Esto no es necesariamente un motivo de alarma; es simplemente una parte normal del proceso, a medida que tu cuerpo se prepara para el parto. La única vez que necesitas preocuparse es si ves una mucosa con sangre, antes de la semana 36 de embarazo.
Puedes evitar la incomodidad de una descarga excesiva (y la posibilidad de infecciones) manteniéndote seca. Eso significa cambiarte de ropa interior con frecuencia de ser necesario. También debe usar ropa interior de algodón, suelta y cómoda; y debes evitar las duchas vaginales, productos femeninos perfumados, baños de burbujas perfumados y, todo lo que podría causar irritación o infección. El embarazo le hace todo tipo de cosas locas a tu cuerpo, incluyendo, pero no limitado a, una descarga excesiva que será de nueve meses, por lo que también debes hacerla lo más cómoda posible.