Comer frutas especialmente en el verano hidrata nuestro cuerpo facilitando que nos refresquemos por dentro y por fuera. Una de las frutas buscadas por su rico sabor y por sus propiedades es la sandía, catalogada como uno de los mas excelente y naturales diuréticos que cuesta muy poco y que a la gran mayoría de las personas les gusta por su dulzura y aromático olor.
La sandía es un manjar magnífico. No es por casualidad que es una de las protagonistas del verano se dice que cada sandía contiene líquido en un noventa y cinco por ciento de su peso, lo que la convierte en la indiscutible fruta de la hidratación.
Un sabor muy agradable y dulce con pocas calorías
Contiene muy pocas calorías a pesar de su sabor muy agradable y dulce lo que la hace perfecta para incorporarla en lo menús de dieta. Porque además de que ayuda a perder líquido y calorías, aporta una considerable cantidad de agua para recuperarnos de rutinas de ejercicios que casi siempre están incluidas en regímenes para perder peso.
Existe una razón orgánica para que la sandía actúe como un diurético. Dado su alto contenido de agua genera eliminación de toxinas al estimular el funcionamiento de los riñones y la vejiga, con lo que ayuda al mismo tiempo a mantener la salud de la función renal y de todo organismo.
Comer sandía será una elección perfecta para hidratarnos en los días de más calor garantizando que nos refrescaremos y además estaremos aportando al cuerpo el elemento conocido como licopeno el cual se encuentra presente en las sandías. Y es beneficioso para disminuir el riesgo de padecer enfermedades del sistema cardiovascular.
Elementos antioxidantes que favorecen la hidratación del organismo
El licopeno contenido en las sandías es un poderoso antioxidante que puede ayudar a disminuir el colesterol en la sangre.
Protege al organismo de la degeneración muscular y detiene el envejecimiento prematuro.
También, se le atribuyen propiedades para mantener mejores condiciones de la visión.
La melanina es otro componente que forma parte de la composición de las sandías.
Por lo que los nutricionistas recomiendan consumirlas en la playa, porque ayudan a proteger la piel en días soleados e incluso, se le atribuyen propiedades para mejorar los bronceados en las piscinas o litorales.
Consumir trozos clásicos de sandía es una delicia
Pero existen muchas otras formas de comerlas y tomarlas como un batido o licuado de sandía al que se le puede agregar trocitos de pepino para aumentar su potencia refrescante.
Igual, una ensalada de frutas y vegetales donde esté presente la sandía siempre será una sensación para el verano.
En países tropicales se consume también el dulce de la piel de las cáscaras de sandía. Se prepara muy fácil se cortan en finas láminas y se cocinan en un melado de azúcar por una hora. Los cocteles y gazpachos con sandía son muy buenos para mantener la salud.
La sandía contiene además minerales y elementos bioactivos para eliminar agua y toxinas del cuerpo logrando la normalización del balance del organismo. Así como, mantener el equilibrio y aumentar el bienestar de las personas.