Practicar deporte es una sana y efectiva manera de mantener el cuerpo en óptimas condiciones, pero a veces suceden accidentes cardiovasculares, incluso en la misma práctica o ejercicio, que pueden afectar a la salud o hasta poner en peligro la vida. Por tal razón nunca estará de más equiparse con aparatos de emergencia y todo lo necesario para atender cualquier contingencia de este tipo.
Todos, en mayor o menor grado y dependiendo de diversos factores, pueden ser víctimas de un repentino ataque cardíaco o de algún accidente cardiovascular, en el momento menos esperado. Por muy saludable que se vea la persona, son situaciones imprevisibles que pueden, incluso, llegar a causar la muerte.
Hasta los más destacados deportistas, por muy buenas condiciones físicas que tengan, pueden sufrir un evento cardíaco. Hay muchos casos documentados de atletas que han muerto de un ataque al corazón en plena competición y que en ningún momento dieron indicios de que sufrieran alguna afección.
Es por eso que hoy en día las asociaciones deportivas, profesionales y amateurs, tienen entre sus prioridades comprar desfibrilador y tenerlo siempre a disposición, aunque no se llegue a usar nunca. Más vale estar preparado para afrontar una contingencia de esa magnitud que estar indefenso y correr el riesgo de que alguien pueda morir por no ser atendido a tiempo.
Estos equipos ya no son los voluminosos aparatos que se veían en las películas y en las series televisivas médicas, de manera que tenían que moverse entre varias personas. Hoy, gracias a empresas como Fyamedical, que distribuye desfibriladores semiautomáticos externos, la movilidad y el peso ya no son un problema. Los actuales equipos son muy versátiles, livianos y fáciles de utilizar, por lo que sin complicación alguna se pueden tener en instalaciones deportivas para cuando sea necesario.
Fyamedical: excelente aliado para la protección
Fyamedical, cuyo sitio web es fyamedical.com, es una reconocida empresa española que brinda servicios de consultoría en cardioprotección. Además vende modernos desfibriladores que se adaptan a diversas necesidades, entre ellas la atención de urgencias que se puedan presentar durante la práctica y el ejercicio deportivo.
También ofrece el servicio de renting para que sus clientes puedan contar con la protección de un desfibrilador durante el tiempo que lo necesiten. Esta modalidad es perfecta para cuando sólo se requiere el equipo por un tiempo determinado, al que se puede acceder con el pago de cómodas cuotas mensuales.
Esta empresa, igualmente, ofrece prácticos cursos a medida para deportistas, escolares, docentes, padres y demás personas interesadas, en áreas como primeros auxilios y soporte vital, en horarios flexibles acordados con los grupos de estudio participantes.
El objetivo de los programas de formación de Fyamedical es proveer a la población en general de herramientas especiales y habilidades técnicas para atender cualquier emergencia cardíaca mientras llega el personal médico adecuado.
Este servicio se integra en una iniciativa social que la empresa desarrolla a nivel nacional, denominada Proyecto Stop Infarto, con la que busca vincular a la ciudadanía en la atención de emergencias cardiovasculares para disminuir la mortalidad por infartos.
El proyecto tiene como fin dotar de desfibriladores a escuelas, comunidades de vecinos, asociaciones deportivas, clubes, organizaciones empresariales y demás instituciones públicas y privadas, para que tengan la capacidad de atender mejor cualquier urgencia que se pueda presentar. A cambio, la compañía ofrece capacitación gratuita en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar RCP).
¿Cómo usarlos?
Los ataques cardíacos rara vez avisan, pueden sorprender a cualquiera. Cuando ocurren, lo ideal es tener cerca un desfibrilador para atender la emergencia y poder prestar los primeros auxilios necesarios. Sin él, las posibilidades de salvar la vida a la persona que pueda sufrir el infarto, bajan drásticamente, en un 10% por cada minuto que transcurre sin atención.
Aunque la operación de los modernos desfibriladores portátiles no es tan complicada, sí requiere de una básica capacitación, que en la mayoría de las ocasiones no pasa de unas pocas horas.
Para saber cómo usar un desfibrilador se deben seguir seis sencillos pasos:
1- Verificar si efectivamente es un paro cardíaco, comprobando si la víctima está consciente y respira.
2- Si respira y está consciente, hay que ponerla en posición lateral. Si no, se debe avisar inmediatamente a las instituciones médicas y policiales competentes, aplicar RCP y utilizar el desfibrilador mientras llega la ayuda médica.
3- Para hacer la reanimación cardiopulmonar se debe, primeramente, encontrar el punto central del pecho, justo en el medio, donde se realizará la compresión cardíaca.
4- Realizar 30 compresiones cardíacas, a un ritmo de 100 a 120 por minuto, y seguir con respiración boca a boca con dos insuflaciones.
5- Inmediatamente se utilizará el desfibrilador, colocando sus terminales en el pecho derecho y bajo la axila izquierda. El mismo equipo evaluará la situación y dirá si es necesario aplicar la descarga eléctrica de reanimación.
6- Seguidamente se vuelve a repetir el proceso con el RCP hasta que llegue la ayuda médica.
El mejor equipo
Aunque hay desfibriladores de muy buena calidad en el mercado, siempre hay algunos que resaltan por diversas razones; como por ejemplo el desfibrilador Zoll, que por sus altas prestaciones y excelente calidad destaca por encima de muchos.
Estos equipos son de una marca reconocida en el sector de la cardioprotección, clínicamente diseñados para mejorar la probabilidad de éxito en las urgencias de paros cardíacos. Está comprobado que el 80% de los pacientes con infartos no llega con vida a los centros de salud, pero con un aparato de éstos, las posibilidades aumentan muchísimo.
El desfibrilador Zoll tiene un sencillo mecanismo que lo hace muy fácil de manipular y puede incrementar la probabilidad de éxito con su uso, ya que su inmediata utilización puede salvar una vida.
Es muy recomendado para personas no especialistas, quienes por ejemplo pueden utilizarlo sin tener previa preparación. Su sencilla pantalla y sus indicaciones verbales sonoras ayudarán al reanimador para usarlo correctamente, indicando incluso, si debe aplicar más fuerza o velocidad a las compresiones cardíacas.
Es el único del mercado que reconoce, por sí mismo, si se trata de una reanimación pediátrica, con sólo conectar un electrodo extra que viene con el equipo. Esto es ideal porque con esa información la configuración del desfibrilador se ajusta a las necesidades de reanimación del pequeño.
Más de 25.000 personas mueren anualmente en España por un infarto, de las que un alto porcentaje se pudo haber salvado si cerca hubiera habido un desfibrilador. Si poco a poco se logra implementar la creación de espacios cardioprotegidos, es decir, que cuenten con este tipo de aparatos, seguro que esa lamentable estadística se irá reduciendo gradualmente.
En definitiva, todo club deportivo, comunidad de vecinos, empresa y cualquier lugar, debería tener un desfibrilador para atender emergencias cardiovasculares. Posiblemente, nunca se llegue a usar, pero nunca se sabe cuando se puede requerir. Salvar una vida no tiene precio y un desfibrilador puede ayudar a hacerlo.