El chequeo es un sistema de control de carácter preventivo, asegura el doctor Manuel Serrano, jefe del área de Medicina Interna de la madrileña Clínica La Luz. “No se busca llegar un diagnóstico, ya que para ello ya están las consultas , que tratan a quienes se encuentran mal o tienen un problema concreto, sino de detectar lesiones o factores que pueden derivar en patologías en personas que se encuentran bien y que hacen una vida completamente normal”, comenta el experto.
Qué debe incluir
Cuando una persona decide revisar su salud, muchas veces se encuentra con la duda de qué pruebas debe solicitar en esa revisión o de dónde debe acudir para solicitarla. El médico de cabecera es el primer eslabón de una cadena de especialista que revisarán a afondo nuestros hábitos de vida y nuestras constantes metabólicas para asegurarse de que todo funciona correctamente.El experto en medicina interna es la siguiente parada en nuestra revisión. Él será el encargado de conversar con nosotros para asegurarse de que todo va bien, más allá de lo que pueda inferirse de los resultados de nuestras pruebas. “El chequeo no lo hace una máquina” subraya Serrano, “hay un especialista, en este caso el médico internista , que va a conversar con el paciente y le va a preguntar cosas sobre su vida cotidiana, sobre si se encuentra o no cansado o cómo es su vida, su respuesta al estrés”.
Ese diálogo con el médico es para Serrano la parte más importante, “es la que nos permite tener una visión global de la persona y decidir qué pruebas debemos recomendarle. Es lo fundamental para que no se pase nada”. Tras la evaluación inicial del especialista, hay una serie de pruebas diagnósticas que siempre va a incluir un chequeo. A continuación te las detallamos:
Hemograma completo: permite al especialista obtener información muy valiosa sobre nuestros niveles de leucocitos (principales 'guerreros' de nuestro sistema inmunitario), plaquetas, colesterol (fundamental para detectar posibles riesgos cardiovasculares), o niveles hormonales (básicos a la hora de prevenir una menopausia precoz en las mujeres).
Análisis de orina: básicos en los hombres mayores de 50 años ya que ofrecen información sobre el estado de la próstata y permiten detectar la formación de tumores. También son fundamentales para comprobar el funcionamiento del hígado y el riñón.
Peso y tensión: controlar estas variables es muy importante sobre todo en el caso de riesgos de enfermedad cardiovascular.
Electrocardiograma: Podemos obtener información importante de posible problemas cardíacos, patologías pulmonares y mas.
Por otro lado, para mujeres de más de 45 años, es imprescindible someterse a mamografías y revisiones ginecológicas periódicas:
Ecografía abdominal y radiografía de tórax.
Exploración colorrectal: recomendado a partir de los 45 años a todas aquellas personas que tengan antecedentes de cáncer de colon.
Densitometría: esta prueba, que comprueba el estado de salud de nuestro huesos y detecta los casos de osteoporosis, se recomienda a mujeres con menopausia precoz y a las mayores de 50 años.
Resultados del chequeo
Aunque la detección de patologías ocultas es el objetivo último de un chequeo, los especialistas aseguran que podemos estar tranquilos al acudir a una de estas revisiones, ya que es muy poco frecuente detectar enfermedades graves si la persona no ha manifestado síntomas:. “Es muy, muy raro encontrar una sorpresa.Sin embargo, si podemos encontrar lesiones como los pólipos benignos en el colon, presentes en uno de cada cinco pacientes, o la hipertensión arterial”, declara el doctor. “Al menos un 35% de la población es hipertensa por encima de los 50 años. Y son muy pocos los que lo saben. Eso es lo que encontramos con más frecuencia y es capital detectarlo para prevenir una posible complicación cardiovascular”.
Por ello, los médicos recomiendan que este tipo de revisiones no se dejen pasar más de dos años en personas jóvenes sin sintomatología, pues aseguran, son la mejor garantía para ganar calidad de vida en nuestra vejez.
Revisiones más importantes
Además, es importante que se realicen, de manera periódica, revisiones ante cualquier enfermedad de tipo cancerígena, y más si te encuentras en un grupo de riesgo:Mama: Si tienes menos de 40 años, deberás autoexplorarte una vez al mes y acudir a revisión médica al menos cada 3 años. Por el contrario, si tienes más de 40 años, es importante someterte a una revisión por un especialista al año.
Colon y recto: Las personas mayores de 50 años deberán de realizarse una prueba cada 5 años.
Próstata: Los hombres de más de 50 años deben realizarse un análisis de su situación de manera anual.
Cuello del útero: Las mujeres mayores de edad, deberán de recibir una exploración por un especialista una vez al año.
Pulmón: Si eres una persona que habitualmente fumas, es muy recomendable que realices revisiones periódicas de este órgano del cuerpo.
Agradecimientos a Manuel Serrano, jefe del área de Medicina Interna de la madrileña Clínica La Luz.