Pero tal y como alerta el Dr. Amador Garcia, especialista de la Unidad de Cirugía Digestiva del Hospital Universitari de Bellvitge “no debemos olvidar que la cirugía de la obesidad no está exenta de complicaciones ni de efectos secundarios que pueden cercenar de forma significativa la calidad de vida de los pacientes, y que la intervención puede desencadenar en un fracaso”.
Se considera que una intervención ha fracasado cuando más allá de los 2 años el paciente conserva un índice de masa corporal superior a 30 kg/m2 o cuando la pérdida de peso es inferior al 50%. “Podemos decir que la cirugía ha fracasado cuando no consigue una adecuada pérdida ponderal, o cuando tras una correcta pérdida de peso, hay una reganancia significativa del peso perdido. En estos casos, hay que plantearse una cirugía de revisión”, continua el Dr. García.
Los expertos determinan que a pesar que en los últimos años se ha avanzado notablemente en mejorar las técnicas bariátricas hay que ser conscientes de la necesidad de educar a los pacientes para mantener una conducta alimentaria y unos hábitos de vida saludables, para así garantizar el éxito a largo plazo.
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Actualmente, las técnicas más utilizadas son cada vez menos invasivas lo que permite reducir el dolor postoperatorio y acelerar la recuperación, como por ejemplo el bypass gástrico que se realiza por laparoscopia.
Como explica el Dr. Cándido Martínez, del Hospital de Txagorritxu de Vitoria, “el bypass gástrico se ha mostrado como una de las técnicas más efectivas en el tratamiento del obeso mórbido, con un éxito del 75% en pérdida de peso”.
Además, en el caso de los súper obesos se ha diseñado un bypass para corregir la malabsorción acorde con su índice de masa corporal que ha mostrado una eficacia en todos los casos, con la pérdida del 50% de su peso.
La cirugía de revisión bariátrica (CRB) trata de reintervenir a un paciente operado previamente de cirugía de obesidad por fracaso de la técnica debido a una serie de causas, como la mala elección del procedimiento o el no cumplimiento del paciente de las indicaciones médicas antes y después de la operación.
Por ese motivo, la cirugía de revisión no es sencilla y generalmente está gravada con una tasa de complicaciones más elevada que la cirugía primaria. Además, las probabilidades de éxito son también menos elevadas que con un procedimiento primario.
¿Conocéis a alguien que se haya sometido a una de estas operaciones?
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