De un tiempo a atrás gracias a la cibercondria los pacientes acuden a las consultas con los diagnósticos ya hechos y con cientos de hojas de información que los corroboran. Los médicos se pasan más de la mitad de la consulta intentando desdecir lo que Internet ha detectado por ellos, sólo falta que aprietes un botón y salgan las medicinas por la impresora.
Los profesionales recomiendan que, para evitar la cibercondria, si se va a usar Internet para consultar enfermedades, se haga con responsabilidad. Hay que tener muy claro que los síntomas no se pueden interpretar igual en todas las personas ya que, los que significan una cosa en un paciente, pueden significar otra bien diferente aplicadas a otro enfermo.
Las cifras hablan y, en este caso, aunque las chicas buscan muchos contenidos sobre salud y dietas, son los hombres los que ganan. La pereza de ellos por acudir al médico desemboca en la búsqueda de la enfermedad en la Web y su posterior automedicación.
Como fuente de información Internet está muy bien pero siempre debes confirmar tus diagnósticos con un profesional. No te obsesiones con buscar cada una de tus mínimas dolencias ya que al final acabarás padeciendo enfermedades que ni si quiera sabías que existían, ¡seguramente sea un simple golpe! No seas hipocondriaco, es decir, cibercondriaco.