Cuando una persona es diagnosticada de diabetes surgen muchas palabras nuevas relacionadas con la enfermedad que al principio cuestan un poco entender pero que es necesario familiarizarse con ellas cuanto antes, como hipoglucemia e hiperglucemia.
Es importante saber todo sobre esta enfermedad tan peligrosa ya que las altas concentraciones de azúcar en la sangre pueden perjudicar gravemente tu salud y a largo plazo llevarte a sufrir de algunas de estas y la falta de control de las mismas pueden llegar a dañar varios órganos vitales como lo son el corazón y la vista.
Antes de abordar estos dos conceptos, es necesario aclarar que la glucemia o glicemia es un término que hace referencia a la glucosa que circula por la sangre. Así, hay que diferenciar entre:
Glucemia basal: glucosa que está presente en la sangre por la mañana, en ayunas.
Glucemia postprandrial: cantidad de glucosa que puede determinarse en la sangre después de haber comido. Estos niveles dependerán fundamentalmente de los hidratos de carbono ingeridos.
Hipoglucemia
La hipoglucemia se trata de un problema de salud que aparece cuando la glucosa, o azúcar en sangre, es demasiado bajo (por debajo de 70mg/dL). Lo habitual es que aparezca cuando:
La glucosa del cuerpo se agota con demasiada rapidez.
La glucosa es liberada en el torrente sanguíneo con demasiada lentitud.
Se libera un exceso de insulina en el torrente sanguíneo.
Entre los síntomas más frecuentes de la hipoglucemia destacan algunos como:
Visión doble.
Latidos cardíacos rápidos o fuertes.
Irritabilidad.
Nerviosismo.
Dolor de cabeza.
Temblores y hormigueos.
Apetito.
Sudoración.
Dificultad para dormir.
Debilidad.
En caso de no notar síntomas, los niveles de azúcar en sangre bajos pueden causar desmayos, convulsiones e, incluso, pueden provocar entrar en coma.
Además de a través de los síntomas, una hipoglucemia puede detectarse a través de los controles rutinarios de sangre que todo diabético debe realizar a diario. Así, dependiendo de la causa que lo haya originado el tratamiento será uno u otro.
Hiperglucemia
La hipeglucemia, por su parte, aparece cuando el nivel de glucosa es demasiado alto probablemente debido a que el cuerpo produce muy poca insulina o cuando no es capaz de usarla de forma correcta.
Los síntomas más comunes de este problema de salud son:
Aumento de la sed.
Visión borrosa.
Piel seca.
Debilidad y cansancio.
Aumento de la necesidad de orinar.
Al igual que en el caso anterior, además de por sus síntomas, puede detectarse a través de un análisis rutinario de sangre, siendo obligación del paciente aprender a descubrir qué error ha cometido o qué ha cambiado para que se de esta situación.
La hiperglucemia puede prevenirse siguiendo unos hábitos saludables que incluyan una dieta adecuada, ejercicio moderado y el uso recomendado de los medicamentos o la insulina.
Fuente: MedlinePlus y MedlinePlus
Imágenes (por orden de aparición): .v1ctor Casale./Flickr, AlishaV/Flickr y aldenchadwick/Flickr.