El estrés postraumático es uno de los trastornos más conocidos, por suerte o por desgracia, en general en nuestra sociedad. Este se produce cuando nos vemos expuestos a alguna situación o suceso traumático para nuestra psique (conflictos bélicos, muerte repentina de alguien conocido, agresiones en el pasado etc.). En este artículo vamos a hablar sobre qué es y cómo identicar al estrés postraumático.
¿Qué es el Estrés Postraumático?
El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT por sus siglas en español y PTSD por sus siglas en inglés) apareció descrito por primera vez en el DSM III (Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales) en el año 1982. Se reconoció que la exposición a un suceso traumático podía dejar secuelas que, posteriormente, podían configurar un Trastorno Mental.Los eventos que desencadenan este trastorno pueden estar relacionados con catástrofes naturales, como incendios, terremotos o inundaciones, agresiones causadas por otras personas de forma intencionada (violaciones, actos terroristas, robos con violencia, etc.), muerte o amenaza de muerte, grandes accidentes o situaciones más cotidianas como accidentes de tráfico o el diagnóstico de alguna enfermedad.
Factores de riesgo
No todas las personas que se enfrentan a situaciones de este tipo desarrollan posteriormente TEPT, ni la intensidad de los síntomas es la misma en todas las personas que sí lo desarrollan. El efecto que provoca un determinado evento sobre una persona concreta en un momento concreto es lo que resulta traumático, y no el evento en sí.Sin embargo, es importante mencionar que sí que existen algunos factores de riesgo que predisponen la aparición del TEPT:
La edad que tenga la persona en el momento del trauma. Es más probable la aparición de un TEPT cuando la situación traumática ocurre en etapas tempranas de la vida, como son la infancia y la adolescencia. Los eventos traumáticos acontecidos en etapas tempranas de la vida, donde existe una mayor vulnerabilidad, tienen una relación directa con la aparición de trastornos psicológicos. En la infancia y la adolescencia, la supervivencia del niño/a depende totalmente de sus cuidadores principales, por lo que cualquier conducta de abandono o abuso se vive como una amenaza real para su vida.
Las características del evento. Existe más posibilidad de desarrollarlo si la situación que sucede es intensa, incontrolable para la persona, impredecible e inesperada.
La presencia de eventos traumáticos anteriores.
Las características de la persona expuesta. La probabilidad aumenta si la persona se encuentra inestable emocionalmente antes del trauma, su apoyo social y familiar es insuficiente o inexistente o si carece de recursos y herramientas psicológicas apropiadas antes del evento traumático.
Características generales del Trastorno de Estrés Postraumático
El TEPT puede aparecer a cualquier edad y su definición queda determinada por una serie de características y criterios diagnósticos:La experimentación o presencia de una situación en la que la propia integridad física o la de otras personas cercanas se haya visto en peligro de forma grave. Esto se definiría como evento traumático o trauma. Durante la exposición a dicho suceso se suele responder con un temor muy intenso, horror y desesperanza. En niños, esta respuesta suele ser distinta.
Tras el acontecimiento traumático, los síntomas característicos del estrés postraumático deben perdurar un periodo superior a un mes.
Los síntomas deben provocar un malestar significativo o afectar considerablemente al desempeño social, familiar u ocupacional.
Características según los síntomas
Los síntomas se engloban en tres grupos: estado de hiperactivación, evitación de los estímulos asociados al trauma y reexperimentación del suceso. La aparición suele ser gradual y sumativa. Inmediatamente después de la exposición, suelen aparecer los primeros síntomas y el síndrome completo suele aparecer en los primeros meses siguientes al trauma. En algunas ocasiones, no se llegan a cumplir todos los criterios diagnósticos hasta pasados meses o años.Síntomas de intrusión
Los síntomas de intrusión relacionados con el trauma es una de las características del Trastorno de Estrés Postraumático. Se suelen experimentar en forma de sueños o recuerdos que causan mucha angustia a la persona, llegando incluso a la despersonalización o desrealización y a reacciones disociativas donde la persona siente y actúa como si el suceso se estuviera repitiendo de nuevo.Sistema de alerta afectado
Otra de las características que suele aparecer es una alteración importante del sistema de alerta. La persona se sobresalta con facilidad, está en un estado de hipervigilancia constante y se puede llegar a comportar de forma irritable, furiosa, imprudente o autodestructiva. Esto, a su vez, puede llevarle a tener dificultades para dormir y concentrarse.Alteraciones cognitivas y en el estado de ánimo
Las alteraciones cognitivas y del estado de ánimo asociadas al TEPT son también bastante frecuentes. Están relacionadas con la amnesia disociativa (no recordar algún aspecto importante del suceso) y los pensamientos negativos sobre uno mismo, los demás o el mundo (“nunca volveré a estar bien”, el mundo es un lugar peligroso”, “no puedo confiar en nada ni en nadie”, etc.).Es común la aparición de emociones negativas intensas, como terror, culpa, vergüenza o miedo, pero también el sentimiento de sentirse alejado de los demás, que puede acompañarse de una acusada dificultad para disfrutar o sentir emociones positivas, como felicidad, alegría o amor. Otro aspecto habitual es la tendencia a evitar todo lo que pueda estar relacionado con el trauma.
Graves alteraciones en el funcionamiento psicológico
En el caso de los traumas interpersonales, como un abuso sexual, maltrato físico, abandono o negligencia emocional, y especialmente cuando han tenido lugar a una edad temprana o de forma prolongada (trauma complejo), es muy común que se den alteraciones graves en el funcionamiento psicológico posterior al trauma. Estas van a tener las mismas características, pero que no tienen por qué encajar completamente con la sintomatología del TEPT.Tipos de Estrés Postraumático
Aunque en este artículo nos enfocamos al TEPT, existen otras variedades de trauma. Diferentes autores hacen referencia al “espectro postraumático”, donde destacan un continuo de trastornos asociados con el trauma.Atendiendo al grado de disociación y gravedad, nos encontramos con el Trastornos por Estrés Agudo (TEA), cuando tiene una duración inferior a un mes, y Trastornos de Estrés Postraumático (TEPT), cuando la duración es superior a un mes. En el otro extremo del continuo, nos encontraríamos con el Trastorno de Identidad Disociativo (TID). Entre ambos extremos, se incluyen los Trastornos Somáticos, el Trastorno Límite de Personalidad (TLP) y el Trastorno de Estrés Postraumático Complejo.
Hablemos del TEPT
La palabra trauma deriva del griego y su significado es herida, daño o conmoción. Existe una relación directa entre el trauma y las dificultades psicológicas que origina posteriormente. Un trauma es un impacto psicológico que un evento estresante provoca sobre una persona. Es una amenaza o ataque que ocurre de repente, de forma inesperada o fuera de toda norma, que sobrepasa la capacidad de la persona para poder gestionarlo. Además, supone una perturbación de los marcos de referencia y otros esquemas básicos que sirven al individuo para entender y afrontar la vida.Hay traumas que resultan evidentes para la mayoría de las personas, como por ejemplo las agresiones sexuales, los atentados terroristas o las catástrofes naturales. Pero también hay otras situaciones que, aunque no resulten tan evidentes, pueden provocar en la persona una amenaza para su integridad tanto física como psicológica, teniendo un efecto negativo a largo plazo. Ejemplo de ellos son las rupturas de pareja, de la relación con algún ser querido o la pérdida de un trabajo.
Trastornos asociados y tratamiento
Además de la mayor probabilidad de aparición de un TEPT, los trastornos más comunes asociados a trauma temprano son depresión, ansiedad, conductas autolíticas, adicciones, trastornos de alimentación y trastornos de personalidad.En todos los trastornos mencionados anteriormente, la sintomatología postraumática suele estar presente con mayor o menor intensidad. Es clave tratar los elementos traumáticos que juegan un papel importante en el inicio, desarrollo o mantenimiento de un trastorno.Y es más importante aún hacerlo de una forma directa, con abordajes específicos para trabajar el trauma ( como la terapia EMDR, la terapia sensoriomotriz o la terapia por exposición). Si el abordaje se hace con terapias no específicas, es probable que se consiga una mejoría puntual de algunos síntomas a corto plazo pero que no se obtengan resultados duraderos a largo plazo, ya que el aspecto central del problema quedará sin trabajar.