¿Qué es el duelo?
Cuando hablamos de duelo nos referimos a cualquier sentimiento de pérdida, ya sea una muerte, una ruptura personal, laboral, etc. Cuando esto ocurre cada persona se enfrenta a ello de manera diferente. Es por tanto, algo subjetivo, que está en función de la respuesta mental y emocional del sujeto dentro del marco y escenario que se da. El dolor está asociado a la pérdida como a muchas otras cosas de la vida, pero es modificable y forma parte del proceso de madurez.
El dolor es inherente a la pérdida, pero los seres humanos que lo sufren pueden modificarlo.
Etapas del duelo
La negación: Es una fase defensiva en la que el sujeto pospone la adversidad de la noticia: “no puede ser” , “tiene que ser un error” o “no ha pasado”
La Ira: Se entra en un proceso de rabia, de indignación e infjusticia, etc, proyectando incluso agresividad sobre su entorno sea personal, laboral, etc. También sobre el coach.
La negociación: La persona parece regatear o negociar sobre la situación; igualmente es una manera de rebajar el dolor. Normalmente quedan para sí en conversaciones internas con Dios, el universo, la vida, etc.
La depresión: surge como resultado de la conciencia de lo que se ha perdido. Se entra en un bucle de pensamientos negativos por lo que es la fase donde se producen más atascos hasta que se rompe escenario autodestructivo y/o pesimista.
La aceptación: con el tiempo y quizás con el acompañamiento, la persona hace frente y asume la situación. En esta etapa se produce la “conquista del interior”
¿Dónde interviene el coaching?
Cualquier cambio suele desembocar en un proceso de duelo. Es importante por eso, que un coach reconozca en qué fase puede encontrarse la persona que lleva; de esta manera podrá preparar el trabajo a realizar y acompañarle durante la transición.
Pérdida ————–>Dolor
Coaching
Trabajar durante el duelo en el coaching
El coach debe preparar el trabajo respetando el ritmo y el proceso en el que se encuentra su coachee.
Es necesario que el coach cumpla con lo siguiente:
Demostrar apoyo y empatía.
Tener control.
Favorecer un escenario donde el coachee (cliente) reconozca y exprese sus emociones.
Hacer una evaluación más clara de la situación.
Poner en práctica sus recursos para permitir el avance.
Para uno mismo
El propio coach también debe de estar atento y manejar la situación del duelo para sí mismo. Es por ello que debe tener en cuenta los siguientes puntos:
El deseo de querer cambiar al cliente a cualquier precio.
El abandono de su omnipotencia.
Abandono de la experiencia de sus teorías.
Abandono de su papel de experto.
Abandono de su capacidad de reparar una situación.
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