Rica en vitamina C y en azúcares simples, es lo suficientemente vistosa como para ser protagonista de un postre de un día de fiesta. Preparar adecuadamente esta fruta es importante. ¡No olvides lo siguiente!
Lavar las fresas y quitar la hoja.
Cortar (abrir en mitad, o troceada más pequeña, según convenga) y añadir un poco de zumo de limón y azúcar. Así, la fresa "suda", acentuando mucho más su sabor. Quedan muy bien si se preparan de víspera y se sacan de la nevera un par de horas antes del consumo.
También se puede reservar el jugo que se desprende para hacer un batido de leche o yogur con fresa.
Hay múltiples maneras de tomarlas: con nata, con leche, con yogur...
Para intolerantes a la lactosa, se pueden acompañar con yogur de soja.
Para diabéticos, 1 ración de fresas es de 150 g.