Se dice que existen más de 2 condiciones que pueden provocar cambios en la cantidad, el color y la consistencia del flujo vaginal blanco. Algunas pueden ser explicadas mediante procesos fisiológicos en el organismo, otras tienen naturaleza patológica.
Flujo blanco lechoso: posibles causas
Después que el período de ovulación ha terminado, es normal un flujo vaginal blanquecino, similar a una loción corporal.
Cuando una mujer se excita sexualmente, ha dado a luz a un bebé o durante la lactancia materna, el flujo vaginal es cada vez más abundante y cambia ligeramente de color, volviéndose blanquecino.
La secreción vaginal cambia después de tener relaciones sexuales sin protección. Las secreciones vaginales de la mañana siguiente se vuelven más líquidas, abundantes y de color blanco lechoso.
El flujo vaginal blanco a menudo se produce como un síntoma de varias condiciones ginecológicas inflamatorias, tales como la vaginitis, colpitis, anexitis, entre otras.
Las infecciones por hongos, siendo la candidiasis vulvovaginal la más extendida.
Otras causas incluyen rupturas del perineo, ptosis de las paredes vaginales, las duchas vaginales con soluciones antisépticas concentradas, el uso de anticonceptivos químicos a largo plazo, el estancamiento en la zona pélvica, e incluso la falta de higiene personal.
La descarga vaginal blanca como un fenómeno normal en la 2 ª fase del ciclo menstrual
El flujo vaginal es un fenómeno absolutamente normal para una mujer saludable, sin embargo es muy importante estar pendiente de sus características. Normalmente las secreciones vaginales son viscosas, inodoras, transparentes o con algunas rayas de luz. No causan picazón, irritación, sensación de ardor o enrojecimiento de la vulva.
Otro detalle importante es que el flujo vaginal no permanece igual durante todo el ciclo menstrual. Después de la ovulación, que ocurre generalmente en la mitad del ciclo, las secreciones mucosas cambian de color (de transparente a blanco perla) y consistencia (de más líquido y elástico a cremosa). Es por eso que en el inicio de la segunda fase del ciclo menstrual una mujer sana puede experimentar flujo blanco perla, algo absolutamente normal si no existe otra molestia vaginal.
Tenga cuidado: la candidiasis
Esta condición se asocia con el uso de antibióticos, la debilidad del sistema inmunológico, la alteración de los niveles hormonales en el embarazo, la anticoncepción oral, la diabetes no controlada, entre otros factores.
La candidiasis se diagnostica basándose en los síntomas, un examen ginecológico y los resultados de una muestra vaginal. Los primeros síntomas de la candidiasis incluyen flujo blanco espeso y prurito en la vulva. Frecuentemente también se presentan otros como dolor al orinar y durante las relaciones sexuales, enrojecimiento e hinchazón en la vulva. Sin embargo, la candidiasis vulvovaginal puede desarrollarse casi de forma asintomática, sin picazón o incomodidad, y un flujo vaginal de color y cantidad aparentemente normal o sólo ligeramente sospechoso. ¿Cómo reaccionar ante esta situación?
Recomendaciones
En caso de que no haya molestias vaginales evidentes u otros síntomas, se recomienda vigilar el flujo por un tiempo. Si disminuye en el comienzo del ciclo y aumenta en la segunda fase después de la ovulación, se trata de algo normal. De lo contrario, si el flujo es abundante continuamente, tiene olor desagradable, es probable que exista una infección. Lo mejor es acudir al médico para obtener el diagnóstico preciso y las recomendaciones más oportunas.
Tener una secreción blanca lechosa no es un motivo para iniciar cualquier tipo de auto-tratamiento, especialmente si se trata de medicamentos antibióticos o antifúngicos. Sólo las pruebas adecuadas pueden revelar la causa exacta de tu condición. Sobre la base de tus resultados, se te proporcionará un esquema de tratamiento individual, que puede incluir medicamentos anti-bacterianos, supositorios vaginales, medidas higiénicas.