? Fluidos vaginales abundantes
? Cambios en su color, textura y olor
? Irritación, picazón, ardor o dolor en la vagina y la vulva.
Según los especialistas, el flujo anormal se puede clasificar de las siguientes maneras:
* blanco y grumoso (como queso cottage)
* amarillento / gris / verdoso o teñido de sangre
* con moco y pus
* maloliente
Flujo vaginal blanco anormal: 4 Causas posibles
1. Irritación química que puede resultar tras el uso de condones de látex, espermicidas, lubricantes vaginales y diafragmas, así como detergentes, jabones, lociones o alérgenos naturales.
2. La sensibilidad inducida por la menopausia significa que la vagina se vuelve más delgada y seca, lo que aumenta las posibilidades de producir flujo vaginal en exceso.
3. La vaginosis bacteriana transforma los fluidos normales en secreciones blancas, grises, opacas o amarillentas con olor a pescado.
4. Enfermedades de trasmisión sexual (ETS) e infecciones, especialmente la infección por levaduras “candidiasis“, que es una causa reconocida del flujo blanco, espeso y grumoso como “queso cottage ‘, acompañado de picazón. Entre las ETS se destacan la tricomoniasis, gonorrea y clamidia, pero estas generalmente provocan un flujo vaginal de color verdoso o amarillento, no blanco.
¿Cómo hacer frente a tu problema vaginal?
En primer lugar, debes consultar a un médico especialista para obtener un diagnóstico y el tratamiento. Tu objetivo no es mejorar los síntomas, sino eliminar completamente la causa del flujo vaginal anormal. Para el diagnóstico, el médico hará un examen pélvico y examinará una muestra de fluidos bajo microscopio.
Una vez que la causa de la afección se haya identificado, podrás seguir un tratamiento correcto. Por lo general, se logra con antibióticos orales y cremas vaginales.