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Meditar es un aprendizaje vital
El propio contexto social marcado por la atención constante hacia la tecnología, el consumismo y otras realidades observables pueden alejarte de este interés por la introspección. Sin embargo, la introspección es una experiencia necesaria, positiva y saludable.
Solo cuando te conoces de verdad a ti mismo puedes saber quién eres en realidad, qué deseas hacer en esta aventura de tu vida y cómo te gustaría materializar tu concepto de felicidad.
Creer que la meditación es aburrida es como afirmar que cultivar la relación que mantienes contigo también lo es. Algunas personas evitan mirar en su mundo interior porque temen aquello que pueden encontrar: recuerdos incómodos, heridas que no han cicatrizado, sueños que no se han cumplido, decepciones y ruido emocional.
Sin embargo, la indiferencia no hace que desaparezca esa información, de hecho, es fundamental poner la atención en aquello que está pasando para entenderlo y transformarlo.
El hábito del silencio
La meditación es una experiencia muy agradable cuando se transforma en un hábito. Como ocurre en cualquier proceso de cambio, el inicio de una nueva rutina puede resultar un tanto incierta porque sientes que sales de tu zona de confort y necesitas afianzar esa realidad.
Sin embargo, el bienestar que produce la práctica regular de la meditación te acerca a un estado de bienestar que se convierte en el principal aliciente de motivación interna para continuar con ese compromiso de psicología positiva.
Por tanto, la meditación es la aventura que te permite salir al encuentro de tu propia historia. El viaje del autoconocimiento no termina nunca porque como ser humano creces y evolucionas constantemente. Tu realidad actual no es la misma que la que tenías hace cinco años.
Vivir el presente
Meditar no es aburrido porque el principal activo de la felicidad es vivir el presente. Y, sin duda, la meditación es el camino que te acerca hacia el ahora de un modo real, te enseña cómo cada instante es significativo y cómo tu propia vida se transforma por completo gracias a esta toma de conciencia.
El mindfulness es un aprendizaje necesario, vitalista y esperanzador. Porque te sitúa ante una nueva forma de vivir y de hacer las cosas. Evidentemente, todo parte de un proceso de aprendizaje interiorizado.
Cada persona tiene su propia experiencia personal a partir de la meditación, cada ser humano que medita extrae su propio relato. Sin embargo, quienes ni siquiera realizan el intento de ejercitar este arte de meditar porque se ponen la excusa a sí mismos de que este plan es aburrido, en realidad, están poniendo límites a su propia felicidad por culpa de creencias que no definen la realidad tal y como es.
Psicología positiva
Cada momento vital es particular. Cada situación te conecta con un escenario. Y gracias a esta variedad la vida tiene una melodía especialmente intensa. Sin embargo, en la melodía de la vida también hay espacio para el silencio. Y el encuentro con este silencio personal te permite conquistar tu verdadera libertad interior.
Es probable que dediques gran parte de tu vida a cultivar y mejorar relaciones importantes para ti. Y, sin embargo, es un error muy habitual el de no dedicarse la misma importancia a uno mismo. Caminas, trabajas y duermes en tu propia compañía. ¿Pero realmente te sientes de este modo? ¿Puedes decir que tú eres tu principal apoyo en las dificultades y en las buenas noticias?
La meditación es un disfrute para quien recibe este tiempo diario como una agradable desconexión de las ocupaciones. El ser humano no es una máquina, sin embargo, en ocasiones, parece que actúa de modo automático inmerso como está en una rutina tan medida que no queda margen para la flexibilidad de la improvisación.
La meditación es un homenaje a la pausa y a la filosofía de la calma. Además, puedes poner en práctica lo aprendido a partir del mindfulness allí donde estés al estar realmente presente en aquello que estás haciendo en cada momento.
Cultivar la gratitud
Desde esta perspectiva, no solo es que la meditación no es aburrida, sino que además, mejora tu calidad de vida a nivel general porque esta capacidad de agradecer, sentir y vivir el instante es la que marca la diferencia entre una vida vivida en mayúsculas y una supervivencia emocional ligada a la superficialidad de no profundizar en el propio mundo emocional.
Existe el riesgo de que tapes tus emociones y sentimientos con esta tendencia de estar constantemente inmerso en planes, proyectos, ocupaciones y actividades que te invitan a vivir el ahora desde la anticipación del mañana. Sin embargo, si observas la realidad de la vida con el corazón puedes darte cuenta de que solo existe un tiempo verdadero: el ahora. Y la meditación es la mejor manera de empezar a disfrutar cada momento. Esta es una experiencia agradable, necesaria, vital e interesante.
La meditación no es un examen de universidad en el que te preparas para obtener una nota determinada. La meditación, al igual que la propia vida, es una experiencia que te conecta con lo mejor de tu propia historia. Es decir, es recomendable que practiques esta experiencia de psicología positiva sin condicionarte con constantes objetivos centrados en la búsqueda de resultados. Simplemente, disfruta de esos momentos como un tiempo para ti.
Miedo al cambio
El aburrimiento que te lleva a la evitación de la meditación puede ser un mecanismo de defensa para seguir anclado en una zona de confort que te mantiene estancado en los márgenes de una realidad limitante. El apego a lo conocido es muy humano.
Pero eres un ser con un potencial infinito de superación. Por tanto, la meditación puede ayudarte a hacer cambios significativos en este momento de tu vida desde la introspección y el auto-conocimiento.
Así, para practicar la meditación en tu día a día puedes contar con la ayuda de la app Siente, – que puedes descargar aquí – . A través de meditaciones guiadas, el mindfulness y la psicología positiva podrás mejorar tu bienestar, conocerte a ti mismo y, en definitiva, ser feliz.
La metodología Siente forma parte del método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.
Fuente: este post proviene de Crear Salud, donde puedes consultar el contenido original.
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