Provenientes de oriente, durante los últimos años, la cultura occidental ha adquirido diferentes tipos de prácticas, como el yoga, como parte de su estilo de vida para sembrar armonía y salud. Para muchos de nosotros, como les dije anteriormente, el yoga, la meditación y otras prácticas similares que involucren bienestar físico, emocional y espiritual del cuerpo, nos permiten darnos un espacio de paz y tranquilidad, asi como conocernos a nosotros mismos.
Y, aunque pareciera muy fácil de lograr, la verdad es que se necesitan altas dosis de disciplina, perseverancia y amor para encontrar la plenitud e integración que tanto buscamos. Sin embargo, existen y existieron personas más sabias y experimentadas que nos podrían dar la mano para este largo camino. Thomas Hanna, filósofo y profesor, por ejemplo, habló por primera vez del término “somática”, que es la disciplina que estudia el soma y significa ¨cuerpo vivo¨. Hanna afirmó que en la somática, el cuerpo y el soma (el soma es la perspectiva de observación interna del ser humano) son co-iguales; es decir, ninguna está separada de la otra. Lo anterior nos lleva a pensar que en cualquier práctica, ya sea de yoga o de otro tipo, es esencial alcanzar la conexión entre cuerpo-mente pues los dos son parte de un proceso viviente y articulado.
Para entender un poco más sobre esto es importante remontarnos 3.000 años atrás. Para los sabios yoguis existen 5 envolturas, que en sánscrito significan “koshas”, que componen nuestro cuerpo. Estas cinco capas no solo nos permiten profundizar durante la práctica del yoga, sino también encontrar equilibrio diario y un conocimiento profundo de nuestro ser. Shiva Rea, reconocida profesora de yoga, explica en su artículo “You are Here”, cuáles son y qué significa cada uno. El primer kosha es el cuerpo físico, el segundo es el cuerpo de respiración o fuerza vital, el tercero es el cuerpo mental, el cuarto es el cuerpo de sabiduría y el quinto el cuerpo de dicha. Rea coincide en que los koshas nos ayudan a descubrir cómo se siente hacer yoga desde el interior y así, lograr una conexión entre cuerpo y mente. Adicionalmente, desde la perspectiva de los koshas, el yoga nos ayuda a poner cuerpo, respiración, mente, sabiduría, espíritu (dicha) en armonía.
Sentir equilibrio y armonía en nuestras vidas si es posible! Aunque en algunos momentos nos encontremos en la oscuridad, permitirnos estudiar y entender el funcionamiento de nuestra mente y cuerpo, a través del yoga, los koshas u otras enseñanzas, nos fortalecerá para afrontar cualquier situación con más consciencia y claridad. Lo importante es empezar. Y, si no sabes como hacerlo, a continuación te dejo algunas recomendaciones que me ayudaron a comenzar e iniciar este proceso:
No te forces a empezar. Hazlo cuando tu corazón te lo indique.
Cuando te decidas a hacerlo, mantén siempre una sonrisa interior. Por más difícil que parezca la práctica que elijas o cualquier situación, como decía una profesora de artes escénicas, nunca dejes de sonreír desde adentro hacía afuera.
Empieza por 5 o 10 minutos al día hasta que sea parte de tu diario vivir.
No te juzgues cuando no quieras meditar, hacer yoga o realizar tu práctica. Como suelo decir, cada día con su afán.
Infórmate! Existen varios tipos de yoga y prácticas. Escucha tu cuerpo y elige cuál corriente es con la que más vibras.
Perseverancia y paciencia con tu proceso.
Con cariño,
Luisa
Fotografía: The Art of Being Green / Locación: Laguna Nimez, El Calafate