¿Qué nos conduce hacia la buena salud? Siempre he creído que la respuesta a esta pregunta es hacer de la escucha y el conocimiento de nuestro cuerpo un hábito diario. Sin duda, el cuerpo es el que nos guía de la manera más sabía a vivir en un completo estado de salud y bienestar. Por el contrario, cuando no lo escuchamos, nos empezamos a sentir preocupados, saturados y agobiados. Tenemos tantas responsabilidades y vivimos tan ocupados, que ya no tenemos tiempo para descansar y recuperarnos.
¿Cuándo fue la última vez que saliste a caminar a un bosque? ¿A tomar un café sin afán, ni prisa? La realidad es que para muchos estos espacios se están perdiendo. Algunos expertos concuerdan que el estrés es la principal causa de enfermedad o transtorno y debido a esto, es necesario renovar la perspectiva sobre la salud. Un perspectiva que este llena de conexión, amor y cuidado hacia nosotros mismos. De cada uno de nosotros depende empezar a escuchar nuestro cuerpo con más atención y transformar patrones y creencias limitantes que no nos brindan bienestar por las que si nos encaminan a un estado de balance y plenitud.
Louise L. Hay, reconocida escritora y líder espiritual durante , junto a Ahlea Khadro y Heather Dane, en su libro ¨Pensamientos y alimentos¨, nos propone tres ejercicios para crear, precisamente, una nueva visión sobre la salud.
La primera nos habla de concentrarnos en el amor cuando no sepamos que hacer. En momentos de estrés y preocupación, tomarnos un momento para respirar, sentir nuestro cuerpo, invitarlo a que se relaje y llevar ese sentimiento a cada una de nuestra células.
En segundo lugar, crear y retener los pensamientos bellos y agradables pues son el inicio del viaje hacia nuestra sanación. Ser amables y amorosos con nosotros mismos es algo sumamente poderoso pues ¨lo que crees y piensas de ti, de la vida y de la salud se convierte en tu realidad¨.
Para finalizar, volver a conectar con la Tierra y con todas las cosas a través de la meditación es el tercer ejercicio para restablecer nuestro enfoque sobre la salud. Como Louise lo afirmaba, nuestra salud y felicidad dependen de nuestra conexión con nosotras mismas, con los demás, con la Tierra y con todas las cosas.
Dedicarnos unos minutos al día a disfrutar de la naturaleza, saborear los regalos de la Tierra como lo son las frutas y verduras, caminar descalzos, darnos un paseo en bicicleta sin rumbo fijo, permanecer un rato en silencio, invitar a alguien a a hacer deport, gozar del presente, entre muchas otras cosas, nos ayudarán a volver a conectar y de esta forma, establecer una salud extraordinaria para nuestras vidas.
Espero que estos ejercicios te sean de gran utilidad para tu vida, como lo han sido para mi, en especial, si estás buscando hacer cambios y ser más conscience de tu cuerpo y pensamientos.
Un abrazo grande,
Luisa