Primero de todo debemos saber ¿Qué es una alergia?. Una alergia es cualquier reacción exagerada del sistema inmune frente a una sustancia externa que no provoca tal reacción en la mayoría de personas. Dicho de otra manera, las alergias se dan por un error en nuestro sistema inmunológico que detecta una sustancia inocua (el alérgeno) como peligrosa y por eso pone en marcha todo el arsenal inmunológico que tenemos para tratar de eliminarla. También debemos tener claro la diferencia entre alergias e intolerancias. Éstas últimas se dan por un déficit enzimático de la persona (por ejemplo, en otra entrada hablamos de que la intolerancia a la lactosa se debía por el déficit de la enzima lactasa).
En una alergia nuestro cuerpo aumenta la síntesis de Inmunoglobulinas E. Las inmunoglobulinas son nuestros ?radares? encargados de identificar las sustancias extrañas del cuerpo. Cuando la inmunoglobulina E detecta el alérgeno provoca una liberación de histamina en la sangre por parte de las células de defensa donde se encuentra acumulada y esto provoca una respuesta inflamatoria que se manifiesta de varias maneras: hinchazón de las vías aéreas, rinitis, dermatitis, enrojecimientos, dolor de cabeza, diarrea, náuseas, broncoconstricción, etc.
Una alimentación adecuada es un buen aliado en estos casos de inflamación, pues hay muchos nutrientes naturales que son capaces de actuar directamente sobre el sistema inmunitario regulando esta respuesta o a nivel indirecto mejorando los síntomas. Aquí van los nutrientes aliados para la mejora de los síntomas de las alergias:
La Vitamina C a parte de su gran poder antioxidante influye en la liberación de histamina a la sangre. Si el consumo de frutas y verduras ricas en vitamina C es adecuado, se segrega menos histamina y por tanto los síntomas son menores.
El Magnesio es un relajante muscular que puede ayudar a disminuir la inflamación.
La arginina es un aminoácido percusor del óxido nítrico, y éste último tiene un potente efecto vasodilatador.
Los ácidos grasos omega 3 son percusores de muchas moléculas antiinflamatorias.
Alimentos pre- y probióticos. Estos alimentos están relacionados con el buen mantenimiento de la flora intestinal, formada por millones de bacterias que actúan como barrera natural y además sintetizan moléculas que favorecen nuestro sistema inmune.
Azufre, este mineral tiene propiedades antinflamatorias directas. Una manera natural de obtenerlo es a través del consumo de ajos, que está considerado como un medicamento natural.
Por el contrario, también hay alimentos que contienen o inducen a una mayor producción de histamina y debemos evitarlos o reducir su consumo en las épocas de mayor riesgo de reacción. Estos alimentos son sobre todo aquellos que han sufrido un proceso de fermentación o procesado importante, por ejemplo los quesos, las bebidas alcohólicas o la bollería. Sin embargo, también hay alimentos muy saludables que pueden agravar una reacción alérgica como algunas verduras, frutas o pescados. Como he mencionado al inicio, los síntomas en las reacciones alérgicas son muy variados y se presentan con diferentes grados de intensidad entre diferentes personas, así pues lo importante es tomar conciencia y estar atento a qué tipo de alimentación nos sienta mejor o peor.
Por Núria Puig – Experta en Nutrición para EDC
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