Si piensas que el médico está controlando tus problemas de salud porque él o ella te han prescrito medicación para los síntomas, no puedes estar más equivocado!
Esto se debe a que los médicos están muy bien entrenados para tratar enfermedades y síntomas, pero no para abordar los desequilibrios subyacentes que perpetúan las enfermedades.
El problema de tratar los síntomas
Es como tomarte una pastilla para el dolor que te causa una piedra en el zapato. Qué tal si mejor quitas la piedra y desaparecerá el dolor de una vez y para siempre.
Por otro lado, siempre hay que enfocarse en todos los síntomas del enfermo, porque son la clave para los desequilibrios más profundos.
Una vez que encuentras y corriges los desequilibrios más profundos, los síntomas desaparecen.
Este enfoque se llama medicina de sistemas (basado en la medicina tradicional china), porque busca en todos y cada uno de los órganos del cuerpo, no sólo en un órgano.
Por desgracia, generalmente la medicina convencional no funciona de esta manera.
Tomemos como ejemplo un paciente de asma, si además tiene psoriasis, una condición de la piel, por ejemplo, se deriva a un dermatólogo.
Si el mismo paciente tiene síndrome de intestino irritable o reflujo, es enviado a un gastroenterólogo. Y por supuesto, si sufre depresión va directamente al psiquiatra.
Por descontado que tiene sobrepeso, acumulándose en el vientre.
Y a partir de cada médico, obtiene el medicamento ideal para cada problema.
Nadie tiene en cuenta que todos estos síntomas puedan estar relacionados entre si, o que abordar las causas subyacentes de estos síntomas podrían permitir que el paciente recuperara su salud.
Por lo que el paciente termina siendo tratado con lo mejor de la medicina convencional, pero, aún así continua enfermo!
En lugar de mirar el estilo de vida del paciente como una posible causa de sus problemas de salud, los médicos simplemente tratan sus síntomas con medicamentos, peor aún, en grandes cantidades.
De hecho, la lista de medicamentos puede muy aterrador para una persona que recién acaba de cumplir los cuarenta años.
Puede estar tomando cuatro drogas psiquiátricas: Una para la depresión (Lexapro), una para el trastorno por déficit de atención por no poder concentrarse (Concerta), uno para la ansiedad (Xanax) y otro más para dormir (Ambien).
También debe estar tomando dos medicamentos para el asma (un esteroide para reducir la inflamación del pulmón y otro para abrir las vías respiratorias), más otro inhalador nasal esteroide para cuidar el goteo nasal.
Más los medicamentos para la psoriasis.
Y, por supuesto, estos medicamentos estarían completos con la segunda droga favorita del nuevo milenio, una potente droga bloqueadora (inhibidor de la bomba de protones) de ácido (Protonix).
Ninguno de estos fármacos será la solución para sus problemas!
Por ejemplo, tomar Protonix. La medicina convencional y las poderosas compañías farmacéuticas nos han llevado a creer que millones de personas necesitamos medicamentos bloqueadores de ácido para hacer frente a los síntomas de ardor de estómago, como si estuvieramos tratando con una cepa de seres humanos mutantes que de repente producen demasiado ácido en el estómago.
Nadie se pregunta si el ardor de estómago realmente tiene que ver con el estilo de vida del paciente que bebe 3 tazas de café o 2 copas de vino todos los días, o debido a infecciones o desequilibrio en las bacterias en el intestino, o debido a alergias o al déficit de magnesio.
Sorprendentemente, casi nunca se cuestiona el origen del problema y la respuesta es casi siempre la misma: Fármacos!
Estoy aquí para decir que no tiene por que ser así!
No fuimos diseñados para funcionar mal en beneficio de la industria farmacéutica.
Nuestros cuerpos están en un delicado equilibrio y del restablecimiento de ese equilibrio depende la salud.
Las personas que necesitan medicamentos para tratar la enfermedad no son cepas mutantes de seres humanos, son personas cuyos sistemas principales han perdido el equilibrio.
La cura es equilibrio, no fármacos para los síntomas
Lo último que un paciente en estas condiciones quiere y necesita sería agregar otro medicamento al cocktail que ya tiene para todos sus problemas, asma, goteo postnasal, reflujo, psoriasis, triglicéridos, grasa central, depresión, ansiedad, insomnio y trastorno de déficit de atención.
Es vital examinar los sistemas básicos de su cuerpo para determinar los que están fuera de equilibrio: Sistema inmunitario, sistema digestivo, sistema hormonal y su estado nutricional.
Esta es una manera mucho más diferente de velar por la salud!
Lo más seguro es que se encuentren un buen número de problemas fundamentales, desde inflamación en el intestino, posiblemente por intolerancia al gluten, una flora intestinal basada en bacterias dañinas, debido al consumo de fármacos durante mucho tiempo.
Posiblemente sufra de resistencia a la insulina y síndrome metabólico. los triglicéridos deben estar muy elevados y del colesterol mejor no hablar.
Llegados a este punto, podría tener los niveles elevados de azúcar en la sangre y un principio de hígado graso debido a la dieta basada de forma excesiva en azúcares refinados y carbohidratos.
Todo esto le va a causar hipoglucemia y fatiga, de forma ineludible.
Sin embargo, estos problemas no son inevitables!
¿Cómo se ayuda a una persona enferma en estas condiciones? ¿Tratando cada síntoma individual? Ya se ha visto que en lugar de mejorar va empeorando su salud.
Lo que se debe hacer es recuperar el equilibrio en su vida.
En primer lugar hay que mejorar su dieta, mediante la eliminación de azúcares y carbohidratos refinados, comer más fibra y ácidos grasos omega-3.
También hay que reducir el gluten y los lácteos, de tal forma que la inflamación en el intestino baje, eliminar el café y el alcohol, dormir más y empezar a hacer ejercicio.
Sería recomendable comenzar a consumir tanto aceite de hígado de bacalao como probióticos, exponerse al sol durante unos 20 minutos al día por la vitamina D, lo que mejoraría su sistema inmunológico y por supuesto su estado de animo.
El asma o reflujo no son problemas irreversibles, pueden ser debidas a sensibilidad alimentaria causada por el gluten o lácteos o desequilibrios en el intestino por parásitos y levaduras, o de una dieta deficiente.
Sabemos que la depresión no es causada por un déficit de prozac, sin embargo, puede estar relacionado con factores nutricionales claves, incluido el azúcar en la dieta y déficit de nutrientes como ácido fólico, vitamina B12, vitamina D y grasas omega-3.
Pautas para enfrentarse a una enfermedad crónica
Así al sufrir cualquier enfermedad crónica, o una lista completa de los síntomas, recordar, que se pueden seguir algunas de las siguientes pautas:
La nutrición es la herramienta más poderosa a la hora de enfrentarse a enfermedades.
Si estás deprimido o ansioso, recuerda que no es debido a una déficit de prozac o valium.
Podría estar relacionada con un número de diversas causas como déficit de vitaminas o de grasas esenciales, demasiado azúcar o estimulantes en la dieta.
Prueba una dieta de desintoxicación, al mismo tiempo que incluyes alimentos integrales y eliminas la cafeína, el azúcar, alcohol, alimentos procesados, gluten y lácteos — y verás cómo muchos de tus problemas de salud desaparecen.
Incluir en la dieta aceite de hígado de bacalao, calcio, magnesio las cantidades adecuadas de estos nutrientes pueden hacerse cargo de muchos problemas.
Tomar el sol de forma regular y constante.
Como habrás podido darte cuenta, son medidas que buscan corregir un estilo de vida que ha causado la perdida del equilibrio.
Una vez corregido el equilibrio, podrías volver a recuperar tu salud y olvidarte de los fármacos que lejos de ayudarte a recuperar la salud, contribuyen a agravar tu estado.
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