Llevo un mes de carreras, horarios incompatibles, niñas desatendidas, cambios de turnos…lo que se viene llamando un “noparar”, y, afortunadamente, nada relacionado con salud, todo vida, rutina, trabajo y quehaceres. Y en ese huracán arrastro mi ego, el yo: yo no tengo tiempo para ésto, yo no puedo quedar porque estoy ocupada, yo hago muchas cosas porque soy superwoman….
Y una tarde cualquiera, escuchando atentamente, te topas con la realidad, te sirven tu soberbia en un vaso con hielo y te la tragas para empezar de nuevo.
La tarde de ayer dio para mucho, y tuve la suerte de conocer a PERSONAS con mayúsculas que me han dado el azote en el alma que necesitaba sin ellas saberlo.
PERSONAS que han atravesado el muro de superar tres tumores, tres, con la serenidad de la aceptación, sin hacer aspavientos, con su vida normalizada y el futuro prometiendo bonanzas.
PERSONAS que, perdido todo lo que creemos apreciar y necesitar para vivir, resurgen como el ave fénix con una sonrisa que ilumina por donde pasan, que son capaces de abanderar sin ni siquiera tener la bandera.
PERSONAS que comen kilómetros para abrazar, acompañar, apoyar, defender su causa.
PERSONAS que aceptan diagnósticos horribles con ojos llorosos pero con un coraje admirable, lleno de porqués y sus respuestas en el mismo segundo, capaces de animar ellos a los que, como yo, somos incapaces de empatizar con el momento.
PERSONAS que dedican su vida a enseñar a los demás, a divulgar, a investigar.
PERSONAS que siembran estrellas para que tú seas capaz de encenderlas, mostrándote el camino a la electricidad.
PERSONAS, en definitiva, que me dieron una lección ejemplar de vida.
Me encantó conoceros, volveros a ver, abrazar, sonreir, desvirtualizar y guardar contactos.
Soy una afortunada que, la próxima vez que se vaya a quejar de estar cansada, o atareada, o enfadada, se acordará de vosotros, respirará otra vez, sonreirá al recordaros y volverá a empezar de cero.
Gracias.
Os leo!!