Todo lo que llamamos materia y energía está hecho de eso: de las partículas o las vibraciones (son a la vez unas y otras) con las que están construidos los átomos, entidades total y perfectamente pequeñísimas y llenas de misteriosos caprichos en su comportamiento.
Se les han dado muchos nombres: electrones, fotones, protones, neutrones, quarks, leptones, mesones… . Nos limitaremos a indicar que, con ellas, la naturaleza construye los átomos. Y los átomos, a su vez, se juntan y se mezclan y revuelven ordenadamente y al hacerlo así, construyen seres un poco mayores que en lenguaje humano llamamos moléculas, como el ADN, o la molécula del agua, H2O. Y luego, las moléculas se reúnen y se combinan y forman ya materiales, tejidos biológicos, animales, humanos, células, piedras, líquidos, gases, condensados, llamas de fuego, todas las clases de seres que vemos y que llamamos ?materiales? o ?energéticos?.
Lo importante es que todo lo que hay, en último término, parece estar hecho de partículas sub-atómicas, incluidos, claro está, usted y yo. Y como la revolución cuántica de la física encontró que estas partículas se comportan de un modo supremamente extraño a la luz de la razón, al estar constituidas por ellas y al darnos ellas origen a nosotros mismos, claro es pensar que nos trasladan su esencia y sus extrañas propiedades. Eso es lo que hasta hoy día hemos logrado averiguar los humanos. Estamos hechos de cosas extrañas y como resultado extraños somos.(Gratis libro Curación Cuántica)
EL PENSAMIENTO CUÁNTICO Gabriel Aramburo Siegert