La relación médico-paciente adquiere una dimensión especial en el caso de obstetra-gestante, pues no podemos olvidar al tercer individuo implicado, el feto.
Un control gestacional adecuado, no sólo debe incidir en la parte más biológica del embarazo, sino que debe abordar la parte psicológica de la madre en pos de disminuir al máximo la ansiedad y otras situaciones adversas del ánimo de la misma. Muchos estudios demuestran con claridad que dichas situaciones influyen negativamente en la biología y psicología del individuo ya desde el momento de su nacimiento e incluso antes.
La neurobiología moderna nos habla de la existencia de una ventana de aprendizaje de las emociones, ventana que incluye todo el período de la primera infancia, desde la vida intrauterina; el período de lactancia, entendido este como el que incluye los dos primeros años de vida; y el período de educación infantil desde los dos hasta los seis años de vida.
En este increíble período de desarrollo del individuo se asentarán las bases de la cognición, entendida esta como el conjunto de habilidades que incluye la percepción, la atención, la memoria y la capacidad de resolución de problemas.
Todos aquellos educadores que directamente sobre los niños, e indirectamente sobre los familiares, participen en este período de aprendizaje, serán en gran parte responsables del éxito que cada individuo logre ante los conflictos personales y sociales que encuentre a lo largo de su vida. Sea cual sea el origen social, étnico, económico o religioso del individuo.
Autora: Dra. Carmen Navas Acién
Responsable de la unidad de medicina materno-fetal en Clínica Sanabria