Cómo usar los tampones correctamente
La mejor manera de usar los tampones que hayas adquirido es leer las instrucciones que los acompañan, pues pueden existir diferencias entre fabricantes, aparte de haberlos con o sin aplicador, lo cual hace variar ligeramente el proceso de colocación. Lo que no cambia nunca son las siguientes indicaciones:
Lávate siempre las manos con agua y jabón, antes de ponerte un tampón, para evitar que puedan entrar con él en tu cuerpo microbios y otras sustancias no deseadas.
Usa un tampón de capacidad adecuada a tu flujo menstrual y según varíe en intensidad durante los días de la menstruación. Es decir, para los primeros y últimos días, úsalos de menor capacidad que para los días centrales, que suelen ser los de flujo más abundante.
Procura no tener puesto el mismo tampón durante más de 4 horas. Aunque no esté lleno, debes cambiártelo para evitar la generación de bacterias en la sangre que este absorbe.
Ventajas e inconvenientes del uso de tampones
Como ventajas, encontramos muchas, ya que puedes llevarlos para bañarte en la playa, hacer deporte y llevar ropas ajustadas, sin miedo a pérdidas o manchas, como con las compresas. Además, también te ahorras el roce con la piel de estas y la consiguiente irritación, en especial, en los meses de verano. Y evitas el olor, al no estar el fluido menstrual en contacto con el aire.
Sus inconvenientes son pocos, pero pueden resultar incómodos en caso de tratamientos tópicos en esa zona. No olvides que no debes llevarlo más de 4 horas. Ten en cuenta que un uso más prolongado puede dar lugar, aunque no sea frecuente, al síndrome del shock tóxico. Un síndrome muy peligroso que puede ser mortal debido al paso de bacterias al torrente sanguíneo.
Recomendamos que te realices una revisión si notas que tu flujo tiene un olor fuerte o ha cambiado alguna de sus características, como su color. No lo dudes, consulta con las ginecólogas de Clínica Sanabria en el 958 20 42 52.