La ciática también se conoce como radiculopatía, nombre que hace alusión al nervio radicular, el que sirve como raíz a la parte inferior de la espalda. Cuando hay una dolencia por pinzamiento o irritación es que hablamos de la radiculopatía y sus síntomas que pueden abarcar diferentes partes del cuerpo.
El nervio ciático es muy importante porque atraviesa la parte inferior de la espalda por la zona posterior de cada una de las piernas, y luego se ramifica hacia las piernas y hasta los dedos de los pies, inclusive. El dolor de ciático puede experimentarse en cualquier punto de la ruta nerviosa, sea en la espalda, la nalga, la pantorrilla o la zona posterior del muslo, incluso en la plata o los dedos del pie.
Ejercicios para la ciática según el origen del dolor
Los fisioterapeutas antes de poder trabajar sobre una dolencia en el nervio ciático deben detectar el punto específico de origen del dolor. Analizaremos en profundidad los dolores del nervio ciático a causa de una hernia discal para luego continuar con otras variantes del dolor y su tratamiento.
Una hernia discal puede ocasionar dolor en la pierna o en la ciática a causa del prolapso del material del disco hacia la parte posterior. Esto causa irritación y compresión en la raíz nerviosa, generando malestar, dolor e irradiación del mismo a través del nervio ciático en su conjunto.
Los ejercicios específicos para tratar la ciática por hernia discal incluyen posturas de inclinación hacia atrás, llevando el dolor hacia la parte superior. Estos ejercicios se conocen con el nombre de La Cobra, o como un conjunto de ejercicios de extensión. Para practicarlos, primero hay que extender de forma lenta la parte inferior de la espalda al acostarse boca abajo, y empujar con los codos para levantar la parte superior del cuerpo. Hay que procurar mantener las caderas en el suelo.
El ejercicio debe realizarse de forma lenta y cuidadosa, ya que al principio hay pacientes que no soportan la dureza de este ejercicio. Hay que mantenerse en la cobra por 5 segundos y posteriormente ir aumentando el tiempo. Al final, el objetivo es lograr mantener la posición por 30 segundos y con una serie de 10 repeticiones.
Si el paciente no puede recostarse, puede realizarse un ejercicio similar inclinándose de costado y hacia atrás. Siempre con lentitud, ya que este tipo de ejercicios buscan descomprimir el nervio y eso puede generar dolor.