Si bien es imposible prevenir todos los dolores de espalda, si es cierto que con algunos recaudos podemos por lo menos disminuirlo. Es difícil evitar e uso y el desgaste de nuestra columna, pero con las medidas correctas, se puede reducir el impacto de posibles problemas en la zona tanto de los hombros, como lumbar.
Siempre lo primero a recomendar es llevar una vida activa. Hacer ejercicio es fundamental a la hora de mantener una espalda sana y fuerte. Se pueden combinar ejercicios, como nadar o caminar, con algunos más específicos y localizados en la zona, para mantener flexibles los músculos.
Otra cosa a tener en cuenta es el peso. Mantener un peso saludable es fundamental, ya que el sobrepeso puede agregar presión a la columna vertebral generando problemas en la zona del bajo lumbar.
La correcta postura también es importantísima para evitar los problemas de la zona de la espalda y lumbar. La manera de pararse, de sentarse y hasta como levantamos objetos tiene un gran efecto en la salud de nuestra columna. Al estar de pie, debemos procurar que el peso se distribuya de la manera correcta, uniformemente entre ambos pies, evitando la postura encorvada.
Si la oficina es nuestro ámbito de trabajo, es importante la correcta elección de la silla de trabajo. Pasar muchas horas frente a un ordenador en una mala posición puede hacer estragos en nuestra espalda. Lo recomendable es optar por sillas que den apoyo a la curvatura natural de la columna vertebral. Su altura debe permitirte que ambos pies queden apoyados con los muslos paralelos al piso. Además debes prestar atención a tu escritorio. Siempre debes asegurarte de que el monitor, el teclado, el mouse y la silla estén bien posicionados.
Cuando pasas largos periodos sentado, es conveniente cambiar de posición con frecuencia. Además puedes caminar unos pasos y estirar suavemente los músculos para liberar tensión.
Si tu ámbito laboral es en cambio mas activo hay otras cosas a tener en mente. Si cargas objetos pesados, al levantar o transportarlos debes dejar que sean las piernas la que hagan la fuerza y no los músculos de la espalda. Con una simple contracción de los músculos del tronco podrás lograrlo.
Si tu trabajo te requiere más exigencia física, lo mejor es alternar entre las tareas que mas te exijan físicamente con las menos exigentes. Modificando estas tareas repetitivas la espalda no se vera tan esforzada por periodos largos de tiempo. La repetición de ciertos movimientos, sobretodo los que implican torcer o rotar la columna pueden llegar a ser los más dañinos.