Tal vez este planteamiento te suene algo extraño. Siempre nos han dicho que no hay que reírse de las desgracias ajenas. De acuerdo totalmente. No obstante, te contaré algunas experiencias personales al respecto. En el Centro donde yo trabajaba con chicos que tenían discapacidad intelectual, el conserje siempre estaba bromeando con mis alumnos. Lo pasaban estupendamente y se reían juntos. Él se reía con ellos; no se reía de ellos. Esto lo captaban mis alumnos perfectamente. Además, les ayudaba en su desarrollo intelectual, porque el humor requiere una buena dosis de ingenio, e integra un doble sentido que es preciso desvelar.
No son pocas las personas con déficit visual que gastan bromas referentes a la visión. También los que tienen la movilidad reducida lo suelen hacer. En mi caso, por ejemplo, cuando voy a dar un paseo, me coloco unos pantalones cortos, camiseta de algodón y zapatos deportivos. ¡Y me encanta decir a las personas con las que me encuentro que vengo de hacer footing en el coche de San Fernando (ya sabéis cómo termina el dicho: unas veces a pie y otras andando)! Imaginaos las caras de perplejidad con las que me enfrento. Por otro lado, mi marido ha bautizado a su silla de ruedas eléctrica con el nombre de La Harley Davidson y, como sea que un día chocó levemente contra un arbolito, yo lo llamo a él el terror de los naranjos.
Las personas con discapacidad visual suelen bromear sobre aspectos relacionados con la visión
Efectos saludables del humor y de la risa
De todos son conocidos los efectos beneficiosos de la risa. El buen humor relaja, relativiza los problemas, descarga las tensiones y mejora la salud. En palabras de Francisco de Borja Jordán de Urríes y Miguel Ángel Verdugo, reír es bueno y saludable y nos ayuda a afrontar la vida de otra manera (…) a relativizar las cosas (…), mantener la alegría en los momentos más complicados, (…) y sobreponernos a las dificultades afrontando lo que nos venga con espíritu positivo. Por si esto fuera poco, contribuye a facilitar las relaciones sociales.
De todos son conocidos los efectos beneficiosos de la risa; también para las personas con discapacidad
Una iniciativa digna de ser repetida
Desde el 4 de diciembre de 2015 hasta el 29 de enero de este año, estuvo abierta una exposición muy original. Se trataba de las viñetas de 25 reconocidos humoristas gráficos. En ellas se ofrecía una visión muy particular de la discapacidad y de los derechos de las personas con diversidad funcional, en clave de humor.
La colección fomentaba los valores inclusivos, tenía el título de Caras y caretas, humor con sentido, se inauguró con motivo del Día de la Discapacidad y fue organizada por el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) en colaboración con el Instituto Quevedo del Humor y la ONCE.
Beneficios del humor para las personas con discapacidad intelectual
Retomando el ejemplo de mis alumnos -que tenían edades comprendidas entre 17 y 19 años-, y viendo los efectos que producía el humor en ellos, montamos en clase una actividad mediante la cual utilizábamos los chistes populares (por supuesto, siempre que fueran respetuosos y no groseros) como material de trabajo didáctico. A través de las distintas actividades, se incrementaban las habilidades sociales, la memoria, el razonamiento, etc. Tanto éxito tuvo, que todo el Centro (se trataba de una Escuela de Arte) se implicó en el proyecto. Hasta los padres y familiares disfrutaron de lo lindo aportando un elenco de chistes inocentes y divertidos que, durante años, habían estado dormitando en un lugar recóndito de su memoria.
Un interesante estudio realizado por Daniel Paredes Gómez y Antonio Flores Nieto -cuyo enlace encontrarás al final del presente artículo- titulado Promoviendo el sentido del humor en las personas adultas con discapacidad intelectual y del desarrollo, concluye que hay indicios cada vez más sólidos de que el humor puede ser utilizado para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, tanto en aspectos psicológicos y emocionales como la mejora de la fluidez del pensamiento, una mejora en el afrontamiento de los eventos vitales adversos o una visión más creativa de cara a la solución de problemas cotidianos (…) así como en los aspectos más relacionados con la salud física donde genera una mejora a nivel cardiovascular, endocrino, respiratorio y neuronal….
Conclusión
Así que, a partir de ahora, ya no pensarás que las personas con discapacidad somos entes serios y aburridos; en general, también tenemos una buena dosis de sentido del humor.
Enlaces de interés relacionados con el presente artículo
Promoviendo el sentido del humor en las personas adultas con discapacidad intelectual y del desarrollo de Daniel Paredes Gómez y Antonio Flores Nieto:
http://www.cedd.net/redis/index.php/redis/article/view/86/pdf_24
Una mirada con humor a la discapacidad:
http://www.elmundo.es/album/sociedad/2015/12/03/56602a8bca4741c94e8b45ab.html
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Para cuanto pueda surgirte, no dudes en preguntarnos en nuestra ortopedia online:
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Un cordial saludo,
María Luisa Sánchez Vinader
Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación
Diplomada en Magisterio de Educación Especial y Pedagogía Terapéutica
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