Y, entre todos los factores que pueden incidir en el desarrollo de problemas de corazón y pescado azul, es la ausencia de una dieta equilibrada es uno de los clave.
De este modo, si analizamos el estudio mundial sobre el desarrollo de dolencias cardíacas, los japoneses y lo esquimales se alzan como los colectivos con menor incidencia. ¿Y qué tienen en común? Pues que ambos incluyen en su dieta una elevada cantidad de pescado. Por ello, aprovechando que el próximo 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, la Fundación Española del Corazón (FEC) ha elaborado un estudio sobre el consumo de pescado azul en España, y los resultados han sido algo alarmantes, así que conoce porque El corazón y pescado azul deben estar a nivelados.
En concreto, el estudio revela que el 52% de la población no come suficiente pescado azul e, incluso, un 30% directamente no lo consume, alegando causas como que es complicado de cocinar, su precio o su sabor. Así, si atendemos a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, la proporción de pescado azul que deberíamos consumir es de dos piezas semanales.
¿Y por qué es tan beneficioso el pescado azul? La composición de la grasa de este tipo de productos (entre los que encontramos las anchoas, el atún, el salmón...) se basa en ácidos grasos insaturados, es decir, los Omega 3, que aportan altos beneficios al cuidado del corazón.
De este modo, además de la falta de consumo, a los anteriores resultados hay que añadir problemas como el sedentarismo y el sobrepeso, que afectaban a en torno al 50% de los encuestados, y que se alzan como factores que aumentan el riesgo cardiovascular, Todo ello hace que, de las más de 2000 personas encuestadas, un 18% padeciera hipertensión arterial, un 15% problemas cardíacos, un 13% diabetes y un 8% dislipemia.
Así, es importante incidir en que el 80% de este tipo de patologías se podrían evitar con hábitos de vida más saludables. Y, para empezar, vamos a anotar algunos consejos sobre la alimentación:
- Comer de forma diaria frutas y hortalizas. Lo ideal sería ingerir al menos cinco raciones al día.
- Reducir el consumo de sal.
- Consumir cereales integrales.
- Consumir legumbres y frutos secos.
- Reducir el consumo de carne y sustituirlo por el pescado, sobre todo el azul.
- Evitar bebidas azucaradas y alcohol.